Por María C. Rodriguez
Anticonceptivos Curiosos
Los romanos: Introducir una bola de lana en la vagina que era empujada hasta la entrada del cuello del útero, previamente empapada de vino u otras sustancias de textura gomosa (un líquido en el que previamente se había disuelto corteza de pino). Crear una costra sobre el pene, mediante una pomada que poseía la cualidad de matar el esperma, al cerrarle el acceso al cuello del útero. Practicaron el uso de una mezcla compuesta por aceite rancio de oliva, miel y bálsamo o resina de cedro, que debía introducirse en el útero. Acuclillarse y estornudar.
En la Grecia antigua: Brincar y acuclillarse inmediatamente después de una sesión amorosa evitaba que el esperma entrara en el útero de las damas. Y un estornudo consolidaba la misión. Los antiguos griegos también aconsejaban tomarse los residuos tóxicos de los herreros, es decir, el agua que usaban para enfriar sus herramientas. De alguna manera se puede decir que era efectivo pues contenía mucho plomo. Así que era anticonceptiva, pero sus efectos secundarios eran náusea, insuficiencia renal, convulsiones, coma y muerte.
Los antiguos egipcios empezaron por buen camino. Se dieron cuenta de que nadie iba a quedar preñado si podían crear algún tipo de barrera allá abajo. Fue uno de esos momentos en los que se le prendió el bombillo a la humanidad, y casi inmediatamente se fundió cuando surgió la idea de que la barrera ideal sería miel con caca de cocodrilo.
Los canadienses del siglo XVI los que molían los de los castores hasta reducirlos a un polvo que le añadían a una potente mezcla de bebidas alcohólicas. Presuntamente era tan efectivo como colgarse testículos de comadreja, pero tenía la desventaja de que terminabas totalmente borracho.
El limón de Casanova: No es estrictamente su limón, pero se dice que el famoso don Juan era un gran aficionado de esta técnica. El método requería de medio limón al que se le sacaba la pulpa y se insertaba en la vagina. La cáscara hacía las veces de capuchón cervical y el ácido del jugo era un potente espermicida, de manera que no era tan desatinado.
La ducha vaginal de Coca Cola: Tras una velada agitada, las mujeres se echaban la gaseosa bebida dentro de ellas. La teoría era que la carbonatación forzaría al líquido a entrar en la vagina y el azúcar haría que explotaran las células del semen.
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