Por María C. Rodríguez
Alerta con la Atrofia Geográfica
El término atrofia geográfica nada tiene que ver con un mapa; sino con uno de los sentidos más importantes de nuestro cuerpo: la vista.
La atrofia geográfica (GA por sus siglas en inglés) es una forma avanzada de degeneración macular seca relacionada con la edad (comúnmente conocida como AMD – por sus siglas en inglés). El síntoma inicial puede descubrirse durante la lectura, cuando “faltan” una o varias letras de una palabra. O, al mirar rostros o caras, y no puede ver una pequeña parte de la cara.
Por lo general, una vez que comienza la GA, la región de atrofia se expande lentamente durante varios años hasta que se pierde la visión central y la visión queda de aproximadamente 20/200. Normalmente no afecta la visión periférica.
La mácula está situada en la parte central de la retina. La retina es el revestimiento de la “película” dentro de la parte posterior del ojo que transmite las imágenes que vemos al cerebro. Algunos pacientes con AMD desarrollarán GA, una forma avanzada del tipo de AMD seco.
En la GA, las áreas de la retina cercanas a la mácula experimentan muerte celular (atrofia). Estas áreas pueden expandirse y pueden resultar en manchas tenues u oscuras en su visión central o casi central. La GA a menudo se desarrolla primero cerca de la fóvea, el centro de la mácula, que es la parte central y más clara de su visión. Dado que la parte más central de la visión puede no verse afectada al principio, esto puede permitir que algunas personas con GA mantengan un área pequeña de visión central dirigida a retrasos posibles en el diagnóstico de GA. GA puede empeorar con el tiempo, y puede ocurrir una pérdida permanente de la visión central.
Es común que las personas que viven con GA se frustren fácilmente al realizar las actividades cotidianas debido a la pérdida de la visión central. AMD se ha asociado con un mayor riesgo de ansiedad o depresión. Está estimó que 1.49 millones de personas en los Estados Unidos tienen una forma grave de AMD, incluido GA.
Lo más importante es saber que siempre hay ayuda. La atrofia geográfica roba la vista, pero los avances en la terapia de baja visión (por optometristas especialmente capacitados) y los telescopios en miniatura implantables pueden ayudar a los pacientes a adaptarse a su función retiniana disminuida.
La GA puede ser diagnosticada por un oftalmólogo durante un examen ocular con dilatación de pupila o con imágenes de la retina.
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