SÍNDROMES O PADECIMIENTOS INSÓLITOS
Por María C. Rodríguez
Síndrome de Jerusalén: Es una psicosis religiosa desatada por el impacto que causa visitar Jerusalén. Con más de doscientos casos al año, este síndrome, que también se ha observado en otros lugares de importancia religiosa e histórica desde la época medieval, ocasiona que sus víctimas lleguen a creer que son profetas (Sansón, la Virgen María y el rey Salomón son los preferidos) y recorran la ciudad promulgando las Santas Escrituras o exhortando a los pecadores al arrepentimiento. Suele ser un comportamiento inofensivo y desaparece al abandonar la ciudad. La excepción más importante ocurrió en agosto de 1969, cuando un turista australiano, Michael Rohan, prendió fuego a la mezquita Al-Aqsa, convencido de que era “el emisario de Dios”.
La Maldición de la Ondina: La leyenda germánica nos cuenta sobre el terrible y aleccionador castigo al que una ninfa (Ondina, ninfa de las aguas en la mitología germánica) condenó a su amante cuando descubrió que éste la engañaba. Lo sentenció nada más y nada menos que a ser responsable permanente de su respiración; es decir, el infiel no podía olvidarse ni un minuto de que debía de respirar, ya que, si lo hacía, podía morir por falta de oxígeno. La maldición de la Ondina (o síndrome de hipo ventilación alveolar central congénita), significa no dormir nunca, pues al entrar al sueño se pierde la voluntad y con ello el control consciente de la función respiratoria. En algunos casos, los respiradores artificiales pueden ayudar. Este raro disturbio se presenta cuando se perturba la funcionalidad de los centros de la respiración situados en el bulbo raquídeo o estructuras vecinas.
Síndrome de Capgras: Trastorno mental en el que el sujeto cree que sus seres queridos han sido sustituidos por impostores. La persona considerada como impostora tiene el mismo parecido físico, pero el enfermo cree que su mente no es la de la persona original. Quienes lo padecen no sienten una relación emocional entre la imagen que ven y la persona que recuerdan, muchas veces aceptan vivir con los “impostores” sabiendo secretamente que no son quienes dicen ser. En algunos casos no se reconocen a ellos mismos en el espejo y se sienten tan perturbados al ver al “Doppelgänger” en el reflejo que tienen que retirar todos los espejos de la casa. Otros casos son de pacientes que tienen la convicción de que su mascota, coche, silla, etc., han sido cambiados por una réplica exacta. Toma el nombre del psiquiatra francés Jean Marie Joseph Capgras. Esta enfermedad está relacionada con daño cerebral, desórdenes psicóticos y varios problemas neurológicos que interfieren en la capacidad de reconocimiento del cerebro.
Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas: También llamada micropsia, es un desorden neurológico que afecta la percepción visual. Los sujetos perciben los objetos sustancialmente mucho más pequeños de lo que son en realidad (como si los vieran desde el lado equivocado de unos binoculares). Por ejemplo, un animal doméstico, como un perro, puede parecer del tamaño de un ratón, o un coche como un coche de juguete. Se le debe el nombre por el personaje de ficción creado por Lewis Carrol, Alicia, quien percibía las cosas demasiado pequeñas o grandes tras la ingesta de unas medicinas mágicas. Este síndrome suele ser temporal y venir asociado con migrañas. Carrol sufría de episodios de esta enfermedad, por lo que es posible que simplemente describiera su experiencia.
0 comentarios