Por: Álvaro J. Álvarez
En Cuba desde la década de los años 1920 y hasta finales del treinta hubo intentos artesanales en el afán de llevarle a los aficionados los juegos, fundamentalmente de pelota, por excelencia el deporte masivo y popular. Se daba el caso de organizadores de campeonatos que se oponían a esta práctica, pues les afectaba el negocio, ya que mucha gente prefería escuchar el juego por radio.
Pero las emisoras continuaron incrementando y ya en 1939 existían en Cuba 82 transmisores de onda larga y 11 de onda corta, con mayor incidencia en la capital del país. En la década de los cuarenta comenzaron a proliferar las transmisiones de pelota por la radio, en particular a través de la RHC Cadena Azul, COCO, CMW Onda Deportiva, CMCZ, Radio Salas y la Mil Diez.
Los primeros narradores, que después alcanzaron popularidad a escala nacional, fueron, entre otros, René Cañizares (Kañita), Manolo de la Reguera, Orlando Sánchez Diago y Cuco Conde. Más tarde se sumaron Felo Ramírez, Rubén Rodríguez, Gonzalo López Silvero, Rafael Rubí, Fernando Menéndez y Gabino Delgado.
Nacido como Carlos Conde en 1908, Cuco comenzó su carrera en los deportes como locutor de la radio cubana en 1929 y se hizo de un gran número de seguidores en la radio CMQ de La Habana. También escribió artículos de noticias deportivas para una variedad de diarios cubanos, entre ellos Diario Nacional, El Crisol y Diario de la Marina.
Pronto se aventuró en las promociones de boxeo y dirigió espectáculos en el Palacio de Deportes (Paseo y Malecón) y la Ciudad Deportiva. La participación de Conde en la dulce ciencia se expandió y pronto dirigió un grupo de boxeadores de primer nivel.
Según Andrés Pascual el poder de Cuco Conde fue enorme en Cuba como promotor de boxeo, por la manipulación aplastante de casi todos los pugilistas del circuito profesional.
Cuco fue uno de los hombres que hicieron el prestigio del boxeo cubano desde las oficinas al ring, muy apreciado como comentarista en América Latina, razón por la cual la Compañía Gillette lo contrató para que narrara y comentara, en directo hacia 11 países del área, dos peleas mensuales desde el lugar en que se efectuara el pleito en Estados Unidos. El 23 de mayo de 1950, los periódicos cubanos publicaron el grato reconocimiento.
El 5 de agosto de 1955, el general Roberto Fernández Miranda, Director de la Dirección General de Deportes, instruyó al Asesor de Boxeo Ernesto Azúa en la elaboración del plan de trabajo que desarrollaría la Comisión Cubana a la Convención de la NBA o Asociación Nacional de Boxeo (internacional por efecto) de EUA en Detroit.
Uno de los puntos principales de la delegación, sería el amplio informe sobre el trabajo hecho y por realizar, hasta aquel momento, cuya finalidad era crear la Federación Latinoamericana de Boxeo, a cargo de los asesores presentes en Detroit.
Durante 1954 y los primeros meses de 1955, la Comisión Nacional de Boxeo, a través de la Asesoría de la disciplina, estuvo en contacto con casi todos los países latinos, tratando sobre la organización de este deporte en la mayoría de ellos.
Debido a los contactos, encontraban muchísimas irregularidades, ya que en la mayoría ni existían las comisiones; entonces, el primer paso fue estimular la creación de estos organismos de control y dirección, obligados para el desarrollo de la disciplina donde no hubiera, de tal modo efectiva la gestión dirigida por Cuba, que, muchos de aquellos países, le pueden agradecer a los cubanos el empeño en el desarrollo de este deporte a la creación de sus comisiones.
Además de no contar con comisiones varios países, otros escollos que debían sortear fueron el enfrentamiento caudillista interno o el fraccionamiento de la dirección del boxeo en otros tantos.
El objetivo era que la totalidad de los países que practicaban el deporte, una vez “confederados”, estuviesen representados ante la Comisión Mundial con la voz y la personalidad que el subcontinente merecía.
Otro de los puntos de mutuo acuerdo entre la NBA y la comisión cubana fue el doble protector bucal, creado por el Dr. Felipe Montané, que la delegación antillana le puso en conocimiento a todos los asistentes a Detroit por medio de un informe de 8 páginas.
El año 1956, Cuba debió ser escenario de la siguiente Convención, donde se daría a conocer la creación de la Federación Latina de Boxeo, que también celebraría en La Habana su primer Simposio.
El miércoles 29 de septiembre de 1954 el Canal 6 CMQ TV transmitió el primer juego de la Serie Mundial entre los Indios de Cleveland y los Gigantes de Nueva York.
Equiparon al avión DC-3 un pequeño transmisor de 10 watts, una antena especial bajo las alas y la planta de tres kilos. Recibían la señal del avión y la retransmitimos a Matanzas en UHF. Recibían tres señales (2 por las antenas y una del avión). La mejor fue al aire. Esta es la historia de la primera transmisión internacional de la TV en América.
Los técnicos del Canal 6, volaron en Cubana de Aviación para transmitir estos juegos: En el último inning, el avión, que volaba en un círculo de 10 kilómetros en una zona de tormentas empezó a brincar y entró en emergencia. El piloto pidió instrucciones a Boyeros, quien respondió: “utilice su propio juicio”. Afortunadamente el juego terminó. Al tratar de retornar casi sin combustible, intentó aterrizar en Varadero, pero su aeropuerto estaba cerrado. Finalmente voló a Santa Clara, donde pudo aterrizar cuando le quedaban menos de 20 galones.
Los narradores fueron: Cuco Conde y Gabino Delgado junto a los comentarios de Jess Losada.
Como promotor de boxeo, Cuco logró que Pupy García fuera el mejor pagado en contiendas en la Isla, porque explotaba la procedencia del aguerrido peleador y la confrontación racial en peleas que lo ameritaran, como contra Ciro Moracén.
Cuco era el mánager del popular pugilista, pero lo representaba otro.
Antes era común, para evitar la contradicción, que un promotor le pusiera de manager a un boxeador a una persona de su confianza o a un trainer, de esa forma emplantilló Cuco a Kid Rapidez como manager de Ultiminio “Sugar” Ramos y de José “Mantequilla” Nápoles, de quienes el promotor era el manager.
Se dice que un manager es protector y consejero del peleador, verdad hasta cierto punto, porque la función de casi padre, amigo, consejero y paño de lágrimas es del entrenador, que está el 100 % del tiempo con el atleta.
Cuco abandonó la Isla rápidamente en 1959.
Ultiminio Ramos, nació el 2 de diciembre de 1941 en Matanzas y como peso pluma se convirtió en profesional en La Habana el 5 de octubre de 1957.
El 8 de noviembre de 1958 en La Habana, Ramos peleó con su compatriota el José “Tigre” Blanco, quien perdió la vida debido a la fiereza de los golpes de “Sugar” Ramos.
Llegó en 1961 a México desde Matanzas, contratado por sólo una pelea y como las cosas no andaban muy bien con el boxeo profesional cubano, Ramos le hizo caso al manejador Cuco Conde de establecerse en México.
Ellos venían por una pelea y se tenían que regresar, pero Cuco Conde habló con Miguel de la Colina que era el promotor y le pidió que pudiera respaldar la estancia de estos peleadores, así que les firmó por una campaña y consiguieron los permisos, eran tan buenos que comenzaron a ganarle a todos y se asentaron definitivamente en México.
Ultiminio, entrenaba con su primo Alfredo Cruz, conocido como Kid Rapidez y luego entrenó con el mexicano Pancho Rosales. Una vez en México, gustaba de ir al Café La Habana donde se le veía disfrutar.
El 21 de marzo de 1963, en el Dodger Stadium, de Los Ángeles, Ultiminio Ramos ganó el título de peso pluma del Consejo Mundial de Boxeo, al derrotar a Davey Moore en el décimo asalto.
Producto de aquella golpiza Moore falleció tres días después el 25. Era su segunda víctima.
Liderado por Cuco Conde y entrenado por Angelo Dundee, Ramos se convirtió en un ídolo en su país adoptivo y reinó como campeón mundial de peso pluma de 1963 a 1964.
Su poderosa mano derecha le permitió establecer un récord profesional de 55-7- 4 (40 KO). Se retiró del ring en 1972. En 2001, Ramos fue inmortalizado en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional.
Ultimino falleció el 3 de septiembre de 2017, después de una larga y valiente batalla contra el cáncer. Querido por los fanáticos de todo el mundo y admirado por sus compañeros campeones, hombre alegre, ingenioso y amable fuera del ring.
Carlos “Cuco” Conde, rescató al menos a cinco boxeadores notables de Cuba: Luis Rodríguez, Florentino Fernández, Doug Vaillant, Ultiminio Ramos y José Nápoles y los trajo a México tras la prohibición de boxeo impuesta por Castro. Rodríguez, Fernández y Vaillant fueron enviados al entrenador/mánager Angelo Dundee en Miami y Conde se quedó con Ramos y Nápoles.
José Ángel Nápoles “Mantequilla” nació en Santiago de Cuba el 13 de abril de 1940.
Campeón mundial de peso wélter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) así como de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Con frecuencia se lo clasifica como uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos en esa división y es miembro del Salón de la Fama del Boxeo Internacional. Su récord de la mayor cantidad de victorias en combates de campeonato unificado en la historia del boxeo, compartido con Muhammad Ali, estuvo invicto durante 40 años.
Cuando Mantequilla se enfrentó al campeón de peso welter Curtis Cokes ante16,000 fanáticos en The Forum en Inglewood, California, en 1969, el cubano-mexicano insistió en que se tocara el himno nacional de México para él. El presidente mexicano Gustavo Díaz Ordaz le ofreció al nuevo campeón de su país un automóvil o una casa, Nápoles pidió que se le concediera la ciudadanía mexicana y Díaz Ordaz accedió con entusiasmo.
Según Cuco Conde, llamaba a su madre a Cuba después de cada pelea y luego lloraba.
En ese tiempo, el campeón mundial de la categoría era el puertorriqueño Carlos Ortiz, de quien se dice evadió enfrentarlo.
Después de seis exitosas defensas, el 9 de febrero de 1974 retó al argentino Carlos Monzón, campeón mundial del peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo y la Asociación Mundial de Boxeo, en Puteaux, Francia. Uno de los organizadores de la pelea fue el actor Alain Delon.
Mantequilla peleó en 84 combates, ganó 77 (54 por nocaut) y perdió 7.
En 1984, Nápoles fue ingresado al Salón de la Fama del Boxeo y el 1990 al Salón Internacional de la Fama del Boxeo. El canal de televisión HBO le considera “el mejor boxeador de peso wélter desde Sugar Ray Robinson”.
Nápoles, falleció en ciudad de México el 16 de agosto de 2019 a los 79 años.
A mediados de los años 70, Cuco Conde volvió a la radiodifusión y trabajó como comentarista deportivo en la emisora en español WFAB y también escribió una columna de periódico titulada Sports Cocktail. Murió a los 72 años en octubre de 1980.
El nuevo Salón Internacional de la Fama del Boxeo está ubicado en Canastota, Nueva York. Mantequilla Nápoles entró en 1990, Ultiminio Ramos en 2001 y Cuco Conde entró en 2007.
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