Cinco Personajes en la Historia de Cuba, tres buenos y dos malos (final)

Written by Alvaro Alvarez

7 de enero de 2025

Por Álvaro J. Álvarez. Exclusivo para LIBRE

Además de las actividades hostiles contra los ciudadanos y propietarios norteamericanos y contra la instalación de agua de Yateras, las empresas de EE.UU. sufrían enormes pérdidas debido al sabotaje, el pillaje y la confiscación. Secuestraron en total 74 entre infantes de marina, marineros y ciudadanos norteamericanos. Asaltaban aviones comerciales cubanos donde iban norteamericanos. Hubo depredaciones contra la mina de níquel de Nicaro, que valía 100 millones y era propiedad del gobierno de los EE.UU. A pesar de ello, la prensa liberal y el Cuarto Piso del Departamento de Estado seguían simpatizando con los revolucionarios de Castro.

El 30 de agosto de 1960, Smith declaró ante el mismo subcomité: “Sin los EE.UU., Castro no estaría hoy en el poder. Más claramente no lo puedo decir, señor. Nosotros somos los responsables de que Castro subiera al poder. Me tienen sin cuidado las palabras con que Ud. quiera decirlo”.

El 27 de noviembre de 1958, Día de Acción de Gracias se le acercó al embajador Smith el Dr. Mario Lazo, distinguido abogado cubano que había estudiado en la Universidad de Cornell y le dijo: “La CIA y el Dpto. de Estado van a enviar un emisario a Cuba para sugerir al presidente Batista que saliera del país y para establecer con él la posibilidad de una junta cívico-militar.

Más tarde, Smith se enteró que la información del Dr. Lazo era correcta. 

El emisario secreto fue William D. Pawley y cuando declaró ante el subcomité de la Comisión Judicial del Senado dijo: “Estuve en su finca de Kuquine, 3 horas con Batista el 9 de diciembre de 1958 tratando de convencerlo de capitular, no tuve éxito. 

Earl Smith dice en la página 231 de su libro El Cuarto Piso lo siguiente: “Si un embajador informa sobre el peligro comunista en ese país y los representantes de la CIA toman una actitud opuesta. La situación se vuelve particularmente confusa para los que están en Washington. ¿Quién tiene la razón? ¿Debemos esperar el curso de los acontecimientos para descubrir la verdad? Esto puede resultar muy costoso”.

Muchos pueden haber sido engañados sinceramente por Castro, pero el Dpto. de Estado no puede darse el lujo que lo engañen. El Cuarto Piso estaba bien informado sobre Fidel Castro desde El Bogotazo en 1948. No podían haber sido tan ingenuos y creer que era propaganda de Batista.

En abril de 1961, 16 meses después, el Dpto. de Estado publicó el Papel Blanco sobre Cuba, que habla de “La Traición de la Revolución Cubana” y afirma “Nunca en la historia ha devorado una revolución tan rápidamente a sus hijos”.

El 10 de enero de 1959 el embajador Earl Smith renunció oficialmente como embajador de los EE.UU. en La Habana. Nunca llegó a hablar con Castro.

Al día siguiente la revista Bohemia de Miguel Ángel Quevedo publicó un ataque injurioso acusándolo de ser criado del Déspota y de haberse vendido a Batista y a la Freeport Sulphur Company (Moa Bay Minning Company). 

Smith ordenó, ese artículo completo fuera enviado al subsecretario Roy Rubottom para que fuera desmentido oficialmente, además con la siguiente aclaración: “No me importa lo que diga esta revista, pero no puedo desentenderme de la tacha a mi honradez, hay dos cosas que nunca podrá llamarme nadie: una, pillo, la otra, maricón.   

Earl Smith, falleció el 15 de febrero de 1991 falleció en Palm Beach, FL. ciudad donde fue alcalde de 1971 a 1977. 

DR. MARIO R. LAZO Y

 GUIRAL

Mario Roberto Lazo Guiral, nació el 21 de marzo de 1895 en Washington, la capital de EE.UU. Su padre José Antonio Lazo Arriaga (1857-1938) nació en Guatemala y su madre María Lorenza Guiral Domínguez (1863-1897) en La Habana. Su abuelo paterno, Luis de Jesús Lazo Ordaz nació en Honduras en 1823 al igual que su abuela Manuela Josefa Arriaga Medina (1831-1896). Su abuelo materno Antonio María Guiral y Poyo (1839-1877), su abuela María de la Concepción Domínguez y Cowan (1843) ambos de La Habana.

Sus siete hermanos: María Lorenza (1886-1886), Antonio Manuel (1887-1956), Luis Fernando (1888-1889), Blanca María (1890-1977), Jorge Guillermo (1891-1924), Julio Víctor (1893-1950) y Carlos Enrique Lazo Guiral (1897-1971).

Mario Lazo se graduó de Leyes en la Universidad de Cornell. Con el grado de capitán, formó parte del Ejército Expedicionario de EE.UU. en Francia durante la I Guerra Mundial. 

Trabajó en una firma legal en Nueva York y en la enseñanza en Filadelfia.

Primo del Dr. Carlos Márquez Sterling (1898-1991) nacido Guiral y Márquez Sterling y del Dr. Enrique Guiral, abogado y político afiliado al Partido Liberal que estando detenido en la Cabaña contrajo una pulmonía y allí murió en 1961.

Lazo, el 30 de diciembre de 1925 se casó con Gertrude Minshall. Hopper (1900-1958) en Manhattan, N.Y. fue la madre de sus hijos y se divorciaron. 

Al finalizar la guerra se trasladó para Cuba donde se graduó de nuevo en la cátedra de Derecho en La Universidad de La Habana.

Durante los 40 años que vivió en Cuba, visitaba constantemente la tierra de su nacimiento, renovando viejas amistades y trabando conocimientos con nuevas personas. Con motivo de su labor profesional, le resultaba imprescindibles entender las tradiciones, usos y fueros de ambos países, enfocando los distintos problemas que se presentaban, no sólo desde el punto de vista cubano, sino también desde la perspectiva estadounidense. Con miras a resguardar a sus clientes y amigos.

Gracias a su socio Jorge de Cubas a quien conoció cuando tenía 22 años, ya se había graduado de abogado y siempre había vivido en Cuba, en tanto Lazo había vivido sus primeros 30 en los EE.UU. Desde que conoció a Jorge, llegó a la conclusión qué sí ambos aunaban experiencias y conocimientos de las tradiciones e idiosincrasia de los dos países, su asociación podría resultar eficaz.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el bufete Lazo & Cubas, representó los intereses del Gobierno de los EE.UU. en Cuba y en esa época negoció con el Gobierno de la Isla la instalación de las plantas de níquel de Nicaro y de Moa, la base aérea de San Antonio de los Baños. Luego más adelante el negocio de la construcción del Hotel Habana Hilton. También representaba los intereses de la poderosa United Fruit Sugar Company.

El Bufete era, además, el consejero legal de la Cámara de Comercio Americana de Cuba que agrupaba 180 firmas establecidas en el país (el 90 % de las existentes) y cuyo secretario era el Dr. Ernesto de Zaldo, uno de sus abogados.

Lazo se casó en 1954 con Carmen de la Guardia y Calvo (1905-1996).

Mario Lazo recuerda en una ocasión en que habló con Eleanor Roosevelt (viuda de F. Delano) ésta le dijo: “los cubanos se hallan tan irremisiblemente hundidos en la miseria que quizás un gobierno socialista sería la mejor opción para ellos”. Fíjense lo equivocados que estaban muchos norteamericanos y los políticos ineptos sobre la realidad económica cubana.

Cuando Cuba en 1956 poseía 3 veces más líneas de ferrocarriles por km² que los EE.UU.

Las leyes laborales cubanas en 1958 eran más avanzadas en casi todos los aspectos que las que regían en los EE.UU., por ejemplo, un mes de vacaciones pagadas para todos los trabajadores, salarios mínimos, jornada laboral de 8 horas y una tarifa de hora y media por cada hora suplementaria, semana de 44 horas con 48 de salario, beneficios de seguridad social, maternidad y accidentes y la disposición de que ningún trabajador podía ser despedido, excepto por alguna causa establecida. 

Durante la campaña presidencial de 1960, el senador demócrata John F. Kennedy afirmó en un discurso en Cincinnati que las compañías norteamericanas dominaban la economía cubana, cuando la realidad era que solo el 5% del capital invertido en Cuba era norteamericano y de una fuerza de trabajo de 2 millones aproximadamente, solo poco más de 70,000 eran obreros y empleados de empresas norteamericanas.

Cuando Batista tomó el poder en 1952, la construcción privada sumaba $53 millones anuales y la pública $76 millones. En 1957, las cifras eran $77 y $195.

En 1957, cinco nuevas fábricas de papel y cartón de bagazo se hallaban en vías de construcción. Owens-Illinois construyó una planta con capacidad de cubrir las necesidades del consumo nacional de botellas y otros envases de vidrio. Reynolds Aluminio edificó una planta para producir papel y envases de aluminio.

Lazo y Cuba fue un importante intermediario entre el capital norteamericano, el cubano, el gobierno y la banca paraestatal de la Isla durante el boom hotelero de la década de 1950. Se destacó particularmente y gestó en la práctica ante Conrad Hilton el negoció del Habana Hilton, tratando de interesar primero al Gobierno de Cuba y los capitales nacionales y, al no tener éxito, gestionando el préstamo de la Caja de Retiro de los Trabajadores Gastronómico Cubanos que, finalmente lo financió aportando los $24 millones necesarios.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el bufete Lazo & Cubas, representó los intereses del Gobierno de los EE.UU. en Cuba y en esa época negoció con el gobierno cubano la instalación de las plantas de níquel de Nicaro y de Moa, la base aérea de San Antonio de los Baños. Luego más adelante el negocio de la construcción del Hotel Habana Hilton. También ellos representaban los intereses de la poderosa United Fruit Sugar Company.

El Bufete era, además, el consejero legal de la Cámara de Comercio Americana de Cuba que agrupaba 180 firmas establecidas en el país (el 90 % de las existentes) y cuyo secretario era el Dr. Ernesto de Zaldo, uno de sus abogados.

La firma Lazo y Cuba fue un importante intermediario entre el capital norteamericano, el cubano, el gobierno y la banca paraestatal de la Isla durante el boom hotelero de la década de 1950. Se destacó particularmente y gestó en la práctica ante Conrad Hilton el negocio del Habana Hilton, tratando de interesar primero al Gobierno de Cuba y los capitales nacionales y, al no tener éxito, gestionando el préstamo de la Caja de Retiro de los Trabajadores Gastronómico Cubanos que, finalmente lo financió aportando los $24 millones necesarios.

A mediados de 1950, había 25,000 maestros en las escuelas públicas y 3,500 en unos 900 colegios privados legalmente reconocidos. Las tres universidades estatales totalizaban unos 20,000 alumnos. Los centros privados de enseñanza, incluyendo tres universidades, tenían más de 100,000 alumnos. Cuba tenía casi el doble de médicos en relación con su población que la de los EE.UU.

Durante sus últimos 10 años de residencia en la Isla, el Dr. Lazo consiguió trabajo para más de 1,000 cubanos en compañías estadounidenses por ser muy deseadas por el solicitante cubano de acuerdo con los beneficios que recibían. 

Según Lazo, Ángel Castro Argiz, el padre de los dos destructores de Cuba, cuando murió en 1956 a la edad de 86 años, dejó una fortuna de más de medio millón de pesos (dólares) aunque era un ser repudiado por su concubinato y amancebamiento con escándalo. Lazo afirma que el gallego Castro casado en 1911 con María Luisa Argota Reyes una maestra mulata que le dio 5 hijos (3 murieron jóvenes) trabajó desde 1904 hasta 1918 para la United Fruit, una compañía cliente de su bufete. Trabajaba como peón de vías férreas y posteriormente cavando zanjas de desagüe en los cañaverales. Casi siempre descalzo o en alpargatas.

Con lo ganado como peón, levantó unos bohíos y compró una fonda en el poblado de Guaro, vendiéndolos a la compañía en 1920 por $5,000. Luego empezó a venderles leña a la Cía. para las locomotoras, pero cuando los encargados se enteraron, que cortaba árboles de bosques ajenos, le terminaron las compras.

En 1917 Ángel conoció a Lina Ruz González (1903-1963) cuando ella con 14 años estaba de criada en su casa. Comenzó a vivir con ella y su esposa se separó de él, aunque se divorciaron en 1941. En 1943 se casó con Lina, hasta entonces sus 7 hijos (3 varones y 4 hembras) eran producto de burlas por ser bastardos y no estar bautizados. El gallego tuvo otro hijo con otra mujer o sea fueron 13 en total.

Ángel tuvo dudas de la paternidad de su hijo Raúl, por sospecha de infidelidad de Lina. Rumores sobre esto circulaban entre sus empleados. Las sospechas de Ángel eran fundadas, porque el padre de Raúl Castro es Narciso Campos Pontigo, un guardia rural con el que Lina tuvo una relación. 

Gustavo Hevia un amigo del Dr. Lazo le contó que cuando visitó a la familia Castro Ruz en Birán, la casa carecía de ducha y para él le instalaron una regadera en el rincón de un retrete contiguo a su habitación para con una cuerda atada al surtidor pudiera inclinarla hacia abajo. La única cama de la casa que tenía sabanas y almohadas era la suya. La familia Hevia poseía propiedades contiguas a la finca de los Castro. Cuando la familia compró una tienda, fue Lina la que se encargó de dirigirla y casi siempre con revolver al cinto. 

Durante el año 1958, Mario Lazo utilizó la valija diplomática de un país europeo para enviarle informes al FBI.

Algunos funcionarios del Servicio Exterior, representantes del FBI y de la CIA a veces pasaban los fines de semana en la casa de Lazo en Varadero. 

El Dr. Mario Lazo fue quien le informó al embajador americano Earl Smith la noche del 27 de noviembre de 1958 que iba a venir William Pawley a hablar con Batista para que se marchara y dejara a cinco destacados cubanos al frente de un gobierno provisional.  

Lazo en su libro Cuba traicionada, Daga en el Corazón, en la página 235, FCR el 2 de enero de 1961, exigió a la embajada de EE.UU. que, en un plazo de 48 horas, redujera a 8 los miembros de su personal. Los acusó de tener 300 funcionarios norteamericanos, de los cuales un 80% eran espías del FBI y de la CIA. En realidad, la embajada tenía 75 funcionarios estadounidenses y 200 empleados cubanos. Así fue como los EE.UU. se vieron obligados a romper relaciones diplomáticas con Cuba a las 8 de la mañana del 3 de enero de 1961.

En la mañana del 17 de abril de 1961, Lazo fue arrestado por tres agentes del G2 en su casa de Varadero e internado en varios lugares, uno de ellos fue el estadio Palmar del Junco de Matanzas. Su esposa Carmen había seguido en su auto al carro patrulla donde se lo llevaron. El día 21 le comunicaron que iba ser fusilado, no se le ocurrió intentar huir, pero permaneció sentado durante una hora, pensando en Carmen y en sus hijos Sandra, Mario y Donald, en sus únicos hermanos vivos Blanca María y Carlos Enrique. Entonces llegó un capitán que le ordenó seguirle, los guardias abrieron las pesadas puertas y en aquel momento, de la sombra del muro surgió su esposa Carmen y sus colegas Eugenio Desvernine y Ernesto de Zaldo, socios de su bufete. Entonces el capitán le dijo que había sido puesto en libertad y que podía irse. ¿Cuál fue la razón? El cree fueron varias, primero Carmen consiguió con un médico amigo un certificado médico falso, planteando que estaba bajo tratamiento de insulina. Además, la coincidencia que al llegar Carmen frente al jefe del G2, éste estaba contento por acabar de recibir la noticia del triunfo sobre los invasores y la orden de trasladar a los prisioneros para, una granja avícola abandonada. 

Se fueron los cuatro hacia su casa de Varadero, pero la mañana siguiente, la jugarreta de Carmen fue descubierta y lo estaban buscando nuevamente por lo que decidieron entrar en la embajada de Italia. Después de una semana la embajada estaba tan repleta que Carmen y Mario decidieron abandonarla y bajo nombres supuestos se metieron en la clínica de un amigo. 

A finales de mayo de 1961, los dos pudieron escapar a bordo de un barco de carga.

Mario Lazo el abogado mejor informado sobre la realidad cubana, falleció en Norfolk, Connecticut, el 25 de marzo de 1976 a los 81 años.

OSVALDO SÁNCHEZ CABRERA

Osvaldo Ramón Marino Sánchez Cabrera nació el 23 de noviembre de 1912 en Vereda Nueva un pueblo situado a 41 km al suroeste de La Habana y perteneciente al municipio de San Antonio de los Baños.

En la década de 1930 ya aparece ligado al movimiento comunista cubano creado en 1925, por Julio Antonio Mella, Fabio Grobart y Carlos Baliño. 

En 1935 se casó con Clementina Serra Robledo, también una destacada comunista.

El 31 de enero de 1936, estaban reunidos un grupo de militantes comunistas en su casa de Santiago de Cuba, llegó la policía y para escapar se tiró desde la azotea y al caer se fracturó un tobillo, por eso su pierna le quedó defectuosa el resto de su vida. Junto a su esposa Clementina Serra, fiel y destacada miembro del Partido Comunista Cubano se dedicaron a asesorar a la Izquierda Estudiantil Universitaria sobre todo en la rama Normalista. 

Participó en la Guerra Civil Española junto a Enrique Lister, Alberto Bayo y Víctor Pina, huyó a Francia y luego a la URSS de Stalin, de quién llegó a estar muy unido. Trabajó en la II Guerra Mundial junto a la OSS que evolucionó como la CIA de hoy. 

Por órdenes de Stalin pasó a la KGB y allí tomó cursos especiales para terminar nombrado, Mayor General e Inspector General de la Seguridad de los Partidos Comunistas de América Latina. 

Fue el cerebro de la operación de Jacobo Arbenz en Guatemala entre 1951 y 1954.

Entre 1949 y 1956 fue designado organizador del partido en la provincia de Camagüey y estando en estas funciones en 1954 fue escogido por el PSP para coordinar, con los comunistas guatemaltecos, las acciones a seguir frente al golpe de estado que ya se estaba desarrollando contra Jacobo Arbenz.

Osvaldo Sánchez estaba a cargo de la coordinación e infiltración comunista en toda la región de Centro y Sur América. Por lo tanto, fue el enlace directo y principal entre Fidel Castro (FCR) y Moscú. 

En 1956, Ramón Nicolau militante desde 1926 y miembro del Comité Central del PCC se encontraba delicado de salud, OSC fue elegido oficialmente como jefe de inteligencia del PCC. Desde 1955 hasta su muerte en 1961 no hubo una sola etapa del Movimiento 26 de Julio, en la que OSC no estuviera 100% comprometido. 

Cuando los asaltantes del Moncada fueron liberados de la prisión de Isla de Pinos, en mayo de 1955, fue OSC quien envió a Raúl Valdés Vivó, el secretario general de la Juventud Socialista en la Universidad de La Habana a entrevistarse con FCR en la casa de Raúl Taladrid, en la calle 16 entre 15 y 17 del Vedado. 

Valdés Vivó le informó a FCR que tenía que irse del país porque lo iban a matar. Hay que destacar que, por acuerdo del Comité Central, la persona que desde los primeros tiempos entró en contacto con FCR, al ser nombrado el enlace entre los comunistas y el M-26-7 fue, Sánchez Cabrera. 

Durante la preparación en México, Osvaldo viajó al menos 2 veces a ese país para entrevistarse con FCR y llevarle informaciones, darle ayuda o preparar condiciones para crear, los planes de coordinación de cada una de las diferentes etapas de la lucha, que ellos sabían, se les vendría encima. 

Después del fallido y aparatoso desembarco, del 2 de diciembre de 1956 en Playa Colorada y del descalabro de la bisoña tropa en el combate de Alegría de Pío, el día 5, tres días después fue OSC a establecer el primer contacto del Partido con la diezmada tropa de alzados de FCR. La primera vez que se supo de ese contacto, aunque en una forma muy sutil, fue en 1978 en el libro de Lionel Martin.

Durante la lucha insurreccional contra Batista, el PSP (el PCC cambió para PSP en 1934) no participó en la lucha armada, pero tanto Osvaldo Sánchez Cabrera (alias Rafael) como Wilfredo Velázquez (alias José) estaban trabajando y ayudando al ejército rebelde en la Sierra Maestra y en el Escambray. 

Osvaldo (Rafael) se dedicaba a situar cuadros formados tantos por él como por José dentro de los alzados. 

Ellos dos fueron los encargados de guiar la columna #8 Ciro Redondo, del Che y la #2 Antonio Maceo, de Camilo cuando atravesaron Camagüey, para llegar hasta Las Villas. 

Cuando la columna #8 del Che llegó al Escambray, ellos dos le enviaron al asesino Pompilio Viciedo y sus hombres, todos comunistas, para ayudar al recién llegado Guevara.

Pompilio había asesinado por la espalda, a dos soldados rebeldes y había colgado de un árbol a un padre y a su hijo de 17 años de apellido Acosta, en la finca El Cafetal, zona conocida como la Loma del Obispo, en Banao, entre Sancti Spíritus y Trinidad. 

Cuando El Che se enteró de esto, llegó OSC (Rafael) para interceder y Pompilio fue perdonado. Desde los primeros días los comunistas eran intocables.

Osvaldo Sánchez Cabrera entró en La Habana, con la columna # 8 Ciro Redondo, junto al Che Osvaldo fundó y organizó la Seguridad del Estado. Los pocos que sabían su historia le llamaban la Bestia Rusa.

En los primeros días del mes de enero de 1961 el tenebroso general de la KGB, Osvaldo Sánchez Cabrera viajó hacia Oriente en el avión Cessna 310 #56 de la Fuerza Aérea, piloteado por el capitán Martin Klein Schiller (El Polaquito) que nació en Cárdenas el 16 de enero de 1929 y estudió en el colegio La Progresiva. Como copiloto, el segundo teniente, Heriberto Martín Guzmán. 

Al regresar el lunes 9 de enero de 1961, a las 6:45 am, cuando intentaban aterrizar en el aeropuerto Santa Marta, 15 km al S.O. de Varadero, el avión fue derribado por los soldados que operaban en un extremo de la pista, las ametralladoras Cuatro Bocas. 

Fidel Castro no podía seguir siendo un subalterno de un general de la KGB y se lo quitó de encima como a tantos otros. Este triple asesinato, como la muerte de Camilo Cienfuegos ha sido uno de los mejores secretos guardados durante los casi ya 66 años de crimen y horror castrista.

RAMÓN SOLIVA VIDAL

Ramón Soliva Vidal nació el 29 de mayo de 1912, en la aldea, La Torre de Capdella, pequeña localidad 222 km al Norte de Barcelona y a 15 km de Los Pirineos. De familia trabajadora y humilde. Desde bien joven trabajó de electricista para la compañía de Riegos y Fuerzas del Ebro (FECSA), de la cual fue despedido por su actividad clandestina con labores de organización política, dedicadas a consolidar el PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña).

El 23 de julio de 1936, cuando estalló la Guerra Civil, Ramón tenía 24 años y decidió enrolarse en las MAOC (Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas), la fuerza militar creada espontáneamente en los inicios de la contienda por el pueblo, para repeler la intentona franquista. Entró por primera vez en combate en el Frente de Aragón, en la Sierra de Alcubierre, donde junto a sus compañeros fue capaz de detener numerosas incursiones del bando sublevado.

Ramón participó en tantas escaramuzas que le llevó a ascender meteóricamente numerosos grados en la escala militar, pasando de soldado raso a Mayor. 

En la Batalla de Belchite (Zaragoza) operó con la Agrupación “A” que mandaba el jefe de su División, el mayor de milicias Manuel Trueba Mirones. 

Posteriormente mandaría la 124 Brigada Mixta y la 45 División, unidad creada a mediados de 1937 con el objetivo de integrar varias Brigadas Internacionales bajo un mando centralizado. Soliva como Jefe de la 45 División, desde el 7 de noviembre de 1938 hasta el 17 de enero de 1939, participó en algunas de las principales batallas como la de Brunete, Zaragoza o la del Ebro donde tuvo una actuación muy destacada.

En la batalla de Teruel (310 km al este de Madrid) Ramón estuvo al mando de la división conocida como La Bruja, sobrenombre obtenido por sus exitosas incursiones nocturnas en el frente de Aragón, para que otros cuerpos del ejército se replegaran a posiciones seguras, mientras que los franquistas avanzaban.

La 124,ª Brigada Mixta fue creada en mayo de 1937 a partir del 3er Regimiento de la antigua Brigada Carlos Marx, que a su vez fue renombrada como 27ª División y que quedó encuadrada el XI Cuerpo de Ejército.

El 6 de agosto de 1938, la Brigada 124 fue enviada a cubrir el sector de Villalba de los Arcos, donde sostuvo fuertes combates contra las fuerzas franquistas, sin embargo, la presión franquista pronto se hizo sentir. 

A finales de agosto la 124ª Brigada Mixta fue llamada para taponar urgentemente una ruptura franquista en el Vértice Gaeta, pero el 23 de agosto perdió sus posiciones en el camino de Comasots, a pesar de que se trataba de una posición muy fortificada con trincheras y nidos de ametralladoras. El 3 de septiembre de 1938 quedó totalmente deshecha mientras defendía La Venta de Camposines de los ataques franquistas y el día 14 hubo de abandonar el Frente del Ebro, retirándose a la retaguardia. Los combates fueron de tal intensidad que el comandante de la brigada, Ramón Soliva resultó herido y tuvo que ser sustituido. 

La 124ª Brigada Mixta no fue disuelta, pero quedó muy maltrecha y no volvió a ser utilizada en nuevas operaciones militares. Sus tropas serían las responsables de defender el repliegue definitivo de las fuerzas republicanas ante el avance franquista, quedando en numerosas ocasiones cercados y en inferioridad. Por sus méritos en combate Ramón sería galardonado con la Medalla de la Libertad. Volverá a tener que jugar ese papel tras la caída de Cataluña en 1938. Sus hombres fueron los encargados de contener la ofensiva franquista para garantizar la evacuación a Francia de miles de personas, civiles, militares, líderes políticos y sindicales e incluso del propio gobierno de la República.

Ramón Soliva se quedó custodiando la salida de dirigentes comunistas entre ellos: Dolores Ibárruri “La Pasionaria” (1895-1989), Rafael Alberti (1902-1999) y del presidente de la II República, Juan Negrín López (1892-1956) quien junto a Indalecio Prieto y Largo Caballero, el 14 de septiembre de 1936 se robaron 510 toneladas del Oro depositado en El Banco de España y se lo enviaron a Stalin. Luego 193 toneladas fueron para París, donde Negrín falleció en 1956.

El 6 de marzo de 1939, las fuerzas franquistas les pisaban los talones a Ramón Soliva y a sus compañeros. 

Soliva vio en Monóvar (municipio de Alicante en la Comunidad Valenciana) un pequeño y ligero avión, con el cual su piloto pretendía desertar, se acercó pistola en mano y lo obligó a despegar, así pudo escapar junto con Irene Falcón, Lister, Modesto, Togliati, Jesús Hernández, entre ellos. Fue el último avión que despegó rumbo a Orán (Argelia). Su combate por España terminó allí.

Nada más aterrizó en Orán (Argelia) todos fueron apresados por las fuerzas coloniales francesas, e ingresados en un campo de concentración para refugiados políticos provenientes de la guerra de España. 

Ramón, irreductible, junto con otro grupo de oficiales republicanos comenzaron a tramar un plan de fuga. No obstante, justo cuando estaban a punto de ejecutar su plan, intervino el Comisariado del Pueblo de Asuntos Exteriores de la URSS (Litvinov) el cual en un gesto de solidaridad internacional otorgó la ciudadanía soviética a los reclusos.                                               

Soliva Vidal junto con otro importante grupo de exiliados fueron trasladados a la URSS donde fueron recibidos como héroes, con desfiles, discursos y conciertos. Después de una breve estancia en un centro sanitario, rehabilitándose de los estragos de la guerra y el presidio, se incorporó a la célebre Academia Frunze donde fueron los 27 que no eran militares de academias.

Tres de ellos fueron captados por la policía secreta, la temible NKVD (1934-1946), pero solamente Soliva pudo mantenerse activo hasta el final y con el rango de Teniente Coronel. Ramón acabó graduándose con honores, siendo el mejor expediente de su promoción.

Durante la II Guerra Mundial combatió entonces en la defensa de Moscú, ejerciendo labores de enlace entre el Estado Mayor y las líneas del frente situadas a las afueras de Moscú. Repelida la ofensiva nazi, cambiada la situación de la guerra, fue evacuado con el resto de los españoles hacia el oriente, en concreto a la ciudad Taskent en la actual Uzbekistán.

Sus capacidades como hombre de acción y líder militar de la Brigada Bruja no pasaron inadvertidas para el alto mando soviético. A principios de 1944 se abrió el segundo frente y Ramón fue reclutado para tareas de inteligencia y desplazado rápidamente al Occidente donde previo contacto con los partidarios de Tito (Yugoslavia), se incorporó a la resistencia francesa. Regresó a la URSS en 1949, porque los planes de invasión contra Franco habían sido cancelados.

Soliva fue apartado de los puestos de responsabilidad y cayó en el ostracismo. Ramón entonces se retiró a un pueblito cerca de Moscú donde a sus 37 años y tras dos guerras a sus espaldas volvió a dedicarse a labores de electricista como ingeniero técnico. 

En las Navidades de 1959 Fidel Castro, realizó los primeros contactos confidenciales con la URSS, solicitando técnicos, economistas y militares, pero en forma bien secreta. Por eso, además por razones idiomáticas y culturales, ambas direcciones acordaron que fueran los hispano-soviéticos, quienes fuesen los elegidos para cumplir aquella tarea. 

Fue la misma Dolores Ibárruri (La Pasionaria) la que propuso a Francisco Ciutat y a Ramón Soliva.

Francisco Ciutat de Miguel (entró a Cuba con el nombre falso de Ángel Martínez Reozola, su alias era Angelito) como era militar graduado en la Academia Militar de Toledo, fue enviado a la Academia Militar de Voroshilov, porque a Frunze fueron los no militares de carrera.

Por no ser Angelito un miembro de la KGB, muchos cubanos oyeron hablar de él, pero sobre Ramón Soliva Vidal, durante sus 10 años en Cuba hubo un secreto total.

Según “El Parnaso” cuenta en su página Web del 17 de marzo y el 27 septiembre de 2011, Soliva llegó a Cuba el 18 de marzo de 1960 con pasaporte a nombre de Roberto Roca Blanco, con 47 años, hombre de mediana estatura y más bien delgado, de porte severo y erguido. Ayudó a la reestructuración del Estado Mayor del Ejército, Operó en Playa Girón del 15 al 19 de abril de 1961. Luego lo destacaron en la defensa de Guantánamo. En marzo de 1963 fue asignado al Estado Mayor General como jefe de la recién creada División para la Lucha contra los patriotas alzados del Escambray.

Su esposa Rosser Gasa, llegó desde Moscú a Cuba en 1961 acompañada con sus 3 hijos, Ramonet (ingeniero graduado en Moscú), Jordi (estudiante de arquitectura) y Elena. Otra hija del matrimonio, de 11 meses de edad, falleció en Barcelona en 1937 durante un bombardeo nocturno.  

Durante toda la década de 1960 estuvo como asesor militar de Raúl Castro donde tuvo un papel notable en la organización de las FAR. En esta etapa utilizó el alias de Roberto Roca. Su residencia en La Habana estaba junto a la de Raúl Castro, ya que era su asesor personal.

En 1970 de vuelta a París, consiguió después de 30 años, el pasaporte español y con su familia se trasladó a vivir a un lugar muy próximo de donde partió al exilio el 6 de marzo de 1939.

Aparentemente cuando dejó a Cuba, ya estaba enfermo de cáncer de próstata y falleció de 60 años, el 23 de febrero de 1973, el mismo año que Pinochet acabó con Salvador Allende. 

Ramón Soliva, hablaba español, catalán, francés y ruso. Hasta su muerte siguió pensando igual, nunca reconoció error ni culpa alguna. 

Ramón se llevó a la tumba los detalles de su participación en la invasión en Playa Girón, o en la lucha contra los alzados en el Escambray.

Su esposa Rosser debido a su estadía en tierras estadounidenses le hizo ver las cosas de manera diferente y mucho antes de morir sus ideas de izquierda radical ya se habían transformado.

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