Luis Brunschwig era natural de Alsacia, en Francia y a principios de la República era propietario de cuatro negocios, tres comerciaban víveres finos: “Casa Potin”, “Pont, Restoy y Compañía” y “Antigua de Mendy”. Pero, Brunschwig y Compañía, se ocupaba de productos farmacéuticos.
Casa Potin situada en O’Reilly 363, entre Habana y Compostela, había sido fundada en el siglo XIX y allí en 1912 había comenzado a trabajar como aprendiz Francisco Martín Echeverri, natural de Navarra, España, pero en 1920 en sociedad con Aurelio Serrano la compraron, creando la sociedad Serrano y Martín. Al retirarse Serrano en 1934 se constituyó la razón social Víveres Finos Francisco Martín S.A.
Luego compró El Moderno Cubano una antigua repostería y dulcería de finales del siglo XIX, sita en O’Reilly.
Casa Potin, en La Habana Vieja, era distribuidora de los bombones italianos Perugina, de los suizos Tobler, de los franceses Marquesa de Sevigne y de los norteamericanos Maillard.
Esta dulcería era una tienda para encontrar productos selectos de distintos lugares del mundo, dulces finos, bombones, licores, champanes, vinos importados y frutas selectas nacionales y extranjeras. Era un espacio gastronómico gourmet, una delicia en toda regla.
La Casa Potin, de O´Reilly, un exquisito local, que se llenaba de señoras en las tardes y de jóvenes que salían de los teatros en las noches habaneras quedó fuera del itinerario regular, después que pasó a manos de quienes nunca crearon, solamente robaron. Ahora es otro sitio vacío, sucio y oscuro en el corazón de La Habana.
Como todo negocio de venta de alimentos el éxito le llevaba a la expansión de este, de ahí que apareciera la segunda tienda, pero esta vez en Línea esquina a Paseo y diagonal al edificio Naroca, en el importante y moderno barrio El Vedado.
La nueva y última Casa Potin, se diseñó para otro público, habaneros jóvenes en un barrio pujante que iban y venían por toda la ciudad. Pensando en ellos se creó un local amplio, moderno y fresco, con una cafetería en el portal para ver la vida en la ciudad y con un restaurante acogedor de excelente servicio.
Estaba abierto día y noche, hubo épocas en que daba servicio las 24 horas y siempre con clientes presentes porque ese local se encontraba muy cerca de cines y teatros como Trianón o el Rodi, que al terminar las funciones se iban caminando hasta Potin para terminar la noche en la cafetería, consumiendo sus bocaditos de jamón y queso acompañado de una Coca Cola fría, una Malta, un Ironbeer o un rico Batido.
La Casa Potin, era una tienda especializada en exquisiteces, alimentos exclusivos, exóticos y de alta calidad. Solía ofrecer especialidades gastronómicas importadas y nacionales. La marca más conocida de La Habana se identificaba con un dibujo singular, «el Cocinerito de la Casa Potin».
La tienda se hizo memorable entre los habaneros por sus productos, en especial su pastelería francesa y confituras importadas, como los famosos Peter´s suizos, por el que los cubanos todavía nombran así a las barras de chocolate con leche (1).
Tenía venta de todo tipo de jamones y embutidos, panadería, confituras, pastelería, lácteos, etc. Su diversa oferta la convertía en un lugar ideal para elegir ingredientes para cenas elegantes, fiestas de 15, bodas, bautizos, comidas navideñas y otras tradiciones festivas. Además, vendían revistas y libros extranjeros.
Los helados y dulces finos de Casa Potin, su filete canciller y la crema Aurora, son un recuerdo de tiempos felices, que no existen más. ¡El cocinerito, con sus grandes ofertas o cayó preso o se fue del país!
(1). -En 1875, después de ocho años de experimentación y refinamiento, el suizo Daniel Peter le dio al mundo la primera muestra de chocolate con leche.
El desafío de crear un chocolate de una suavidad fina y aterciopelada que no se dañe fue superada cuando Peter perfeccionó el método para deshidratar la leche y combinarla con chocolate. Este desarrollo patentado
revolucionó el proceso de fabricación del chocolate y estableció un nuevo estándar de sabor y textura. Doce años después de la invención de la leche rallada en 1887, el Chocolat au lait Gala Peter se convirtió en el primer chocolate con leche vendido comercialmente en el mundo.
En 1901, un empresario estadounidense descubrió un Peter’s Gala Bar mientras estaba en Inglaterra. Estaba tan enamorado del chocolate que logró convencer a su empresa de obtener los derechos para vender Peter’s Chocolate en EE.UU.
En 1917, se abrió una planta de fabricación de Peter en Fulton, Nueva York. Algunos años más tarde, Lamont, Corliss & Company compró Peter’s Chocolate, que eventualmente pasaría a formar parte de Nestlé Chocolate Company en 1951.
En 2002, Cargill, Incorporated compró la marca Peter’s Chocolate, que continúa la tradición de producir chocolate con leche a partir de leche entera rallada de acuerdo con el método original de Daniel Peter. Como el primer y más antiguo fabricante de chocolate con leche del mundo, Peter’s Chocolate tiene 148 años de experiencia produciendo chocolate con un distintivo sabor al estilo suizo. Hoy en día, la cartera de Peter’s Chocolate abarca una amplia variedad de chocolates de alta calidad y recubrimientos especiales de confitería, y sirve a los mejores pasteleros, panaderos y artesanos del país.
0 comentarios