Fue 1 de mayo de 1994, hace 30 años. Aquel día los brasileños lloraron la muerte de uno de sus mayores iconos, Ayrton Senna, quien se preparaba para tomar una curva en la séptima vuelta del Gran Premio de San Marino cuando estrelló su bólido de la escudería Williams contra un muro de protección a unos 211 kilómetros
por hora.
Por Marga Sánchez Pacheco
El circuito Enzo e Dino Ferrari de Imola (Italia), fue el escenario de tan fatídico hecho protagonizado por un Senna que ya había sufrido 22 accidentes a lo largo de su carrera sin que ninguno de ellos tuviera ninguna consecuencia.
El enigma de la causa
de su muerte
El impacto, a pesar de lo fuerte que fue, no le causó fracturas en los huesos, pero sí le produjo a Senna un gravísimo traumatismo craneal que acabó con su vida a los 34 años.
La rotura de la columna de dirección y una pieza de suspensión del volante que perforó el casco y se incrustó en su cráneo fueron, según las investigaciones, las posibles causas de su muerte que se produjo poco después de ingresar en el servicio de Reanimación del Hospital Maggiore de Bolonia.
Transcurrido un tiempo, la justicia italiana no logró aglutinar responsabilidades tras concluir el juicio contra Frank Williams, dueño de la escudería Williams, que patrocinaba al piloto, y otros dos acusados por su posible responsabilidad en su muerte, que al parecer se debió a fallos mecánicas de su coche.
A pesar de que en 2005 el Supremo confirmó la responsabilidad del exdirector técnico de la escudería Williams, Patrick Head, a consecuencia de las “modificaciones mal diseñadas y mal ejecutadas” que derivaron en la rotura de la barra de dirección del vehículo en el que murió Senna, en 2007 el tribunal no pudo condenar a Head al haber prescrito el delito de homicidio involuntario.
Un héroe nacional para los brasileños Senna, quien se convirtió en una leyenda, fue una fuente de inspiración para muchos pilotos de la Fórmula Uno y sobre todo un héroe nacional en Brasil.
Logró ser campeón del mundo en 1988, 1990 y 1991, disputó 161 grandes premios, conquistó 80 podios y casi 3.000 vueltas a circuitos en Fórmula Uno.
Como piloto de las escuderías Toleman, Lotus, McLaren y Williams entre 1984 y 1994, ganó los títulos de las temporadas de Fórmula Uno en 1988, 1990 y 1991 y fue subcampeón en 1989 y 1993.
En sus once años en la máxima categoría del automovilismo sumó 41 victorias, 80 podios y 65 primeros lugares en la parrilla en tan solo 162 clasificaciones.
Convertido desde el inicio de su carrera en un ídolo en su país, recientemente fue proclamado como el Patrono del Deporte Brasileño.
“Ayrton Senna estableció un nuevo nivel de excelencia para el deporte. Fue incansable en la búsqueda de superar sus propios límites y fue responsable por algunos de los momentos más destacados en la memoria de los aficionados brasileños”, dijo entonces sobre el automovilista el diputado Filipe Barros, promotor de este reconocimiento.
Sus Inicios
Ayrton Senna da Silva nació el 21 de marzo de 1960 en el seno de una acomodada familia de São Paulo que siempre lo apoyó en su amor por el automovilismo, que comenzó cuando su padre, Milton, construyó un kart con un motor de una picadora de caña para el pequeño “Beco”, de tan solo cuatro años.
Aunque a los dieciocho años se trasladó a Europa, donde ganó dos subcampeonatos mundiales de karts y varios títulos en monoplazas, siempre regresaba para compartir con su familia su amor por los yates y la pesca en compañía y eran conocidas las escenas afectuosas con sus padres y su hermana Viviane, tanto de vacaciones como durante sus triunfos.
Vida sentimental
Su vida sentimental estuvo marcada por la polémica. Su matrimonio con la modelo brasileña Lilian Vasconcellos, quien llegó a decir de él que solo pensaba en correr y esa obsesión le impedía divertirse, solo duró 11 meses.
También la familia se vio obligada a hacerse pruebas de ADN por una presunta hija que habría nacido poco antes de su muerte de la breve relación que mantuvo con la modelo Edilaine de Barros Gonçalves en un asunto que finalmente no resultó ser.
Su legado
Poco después de su muerte, su hermana Vivien creó el Instituto Ayrton Senna, una organización no gubernamental orientada a permitir el acceso a la educación a los niños más necesitados de Brasil y facilitarles un porvenir mejor, aprovechando que el piloto era un mito para los jóvenes y siempre ayudó a los más desfavorecidos.
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