POR MARÍA C. RODRÍGUEZ
Abraham Lincoln, James A. Garfield, William McKinley y John F. Kennedy; son los cuatro presidentes de Estados Unidos que murieron asesinados.
Los Hechos
El presidente Abraham Lincoln (4 de marzo, 1861 – 15 de abril, 1865): La noche del 14 de abril de 1865, mientras asistía a una obra de teatro en el Ford’s Theatre de Washington D.C. Booth, actor y simpatizante confederado, (John Wilkes Booth), le disparó a Lincoln en la cabeza, lo que le causó la muerte a la mañana siguiente.
El asesinato fue parte de una conspiración mayor para revivir la causa confederada, que incluía atentados fallidos contra el vicepresidente Andrew Johnson y el
secretario de Estado William H. Seward. Booth y sus cómplices (Lewis Powell, David Herold y George Atzerodt), planearon los asesinatos con la esperanza de desestabilizar el gobierno federal. Tras el disparo, Booth huyó, pero fue capturado y abatido doce días después. Powell, Herold, Atzerodt y Mary Surratt fueron ahorcados por su participación en la
conspiración. La muerte de Lincoln provocó un luto nacional y cambió el curso de la historia estadounidense en un momento crítico tras la Guerra Civil.
James A. Garfield (4 de marzo, 1881-19 de septiembre, 1881): Fue herido de muerte a las 9:30 a. m. del sábado 2 de julio de 1881. Aunque sobrevivió al disparo, murió el 19 de septiembre del mismo debido a complicaciones por infecciones. Un año después del disparo, su asesino, Charles J. Guiteau fue ahorcado.
Garfield fue el vigésimo presidente de los Estados Unidos. Su presidencia, aunque breve, se caracterizó por la implementación de reformas significativas, como la Ley de Reforma del Servicio Civil de Pendleton, promulgada por su sucesor, Chester A. Arthur, en 1883.
William McKinley (4 de marzo, 1897– 14 de septiembre, 1901): El 6 de septiembre de 1901, McKinley recibió dos disparos en el abdomen mientras saludaba al público en la Exposición Panamericana en Buffalo, Nueva York. A pesar de mostrar signos iniciales de recuperación, desarrolló gangrena y murió el 14 de septiembre. Czolgosz, su asesino, fue arrestado inmediatamente, juzgado, condenado a muerte y ejecutado en la silla eléctrica en octubre de 1901. El asesinato de McKinley conmocionó a la nación y condujo a la implementación de medidas más estrictas de protección presidencial por parte del Servicio Secreto.
John F. Kennedy (20 de enero, 1961 – 22 de noviembre, 1963): El 22 de noviembre de 1963, el presidente fue asesinado en Dallas, Texas, mientras viajaba en un desfile en coche; fue declarado muerto en el hospital 30 minutos después.
El asesinato de Kennedy dio la vuelta al mundo entero a través de los medios de comunicación y generó múltiples teorías de conspiración que aún perviven. Su asesino fue Lee Harvey Oswald, exmarine, quien disparó desde el sexto piso del Texas School Book Depository y fue arrestado poco después, pero fue asesinado dos días más tarde por Jack Ruby mientras estaba bajo custodia policial.
Intentos
De casi veinte casos de intentos, en solo tres ocasiones algún presidente o expresidente ha resultado herido.
El expresidente Theodore Roosevelt: Fue herido de bala por John Schrank mientras hacía campaña en Milwaukee, Wisconsin, el 14 de octubre de 1912. A pesar de estar herido, Roosevelt insistió en dar su discurso antes de recibir atención médica.
La bala atravesó el estuche de sus gafas y un manuscrito de su discurso, alojándose en su pecho. La bala permaneció en el cuerpo de Roosevelt por el resto de su vida, sin afectar significativamente su salud. Schrank fue arrestado inmediatamente y declarado demente, por lo que fue internado en un hospital psiquiátrico.
El presidente Ronald Reagan: El 30 de marzo de 1981, (en Washington, D.C.), Reagan fue alcanzado por una bala que rebotó en su limusina y le perforó un pulmón. Reagan logró recuperarse tras una cirugía de emergencia.
En el atentado, también tres personas más resultaron heridas: el secretario de prensa James Brady, el agente del Servicio Secreto Tim McCarthy y el oficial de policía Thomas Delahanty. El intento de asesinato al presidente Ronald Reagan fue realizado por John Hinckley Jr., quien posteriormente fue declarado no culpable por su estado mental y confinado en un hospital psiquiátrico hasta su liberación en 2016. Hinckley disparó con la intención de impresionar a la actriz Jodie Foster, con quien tenía una obsesión.
El expresidente Donald Trump: El 13 de julio de 2024, el expresidente y actual candidato a la presidencia por el partido republicano, mientras hablaba en un mitin de campaña en Butler, Pensilvania, resultó herido de bala en la oreja derecha. Trump fue protegido de inmediato por sus guardaespaldas. Antes de retirarse de la tribuna hizo gestos indicando que se encontraba bien.
El atacante realizó varios disparos desde un techo cercano con un rifle AR-15. Además de herir a Trump, Thomas Matthew Crooks, (de 20 años), mató a un participante en el mitin e hirió a otras personas. Mathew fue abatido casi de inmediato por un francotirador del Servicio Secreto.
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