El camino de la acción (IX)
Los intentos contra la vida de Castro continúan. Se ha preparado uno para ejecutarlo cuando en el mes de septiembre se celebre en La Habana la serie mundial de béisbol juvenil. Un mes antes son detenidos Osvaldo Valentín Figueroa Gálvez, Reynaldo Figueroa Gálvez y José Manuel Rodríguez Cruz, miembro de la organización “Movimiento de Liberación Nacional”. Meses después, Felipe Alonso Herrera. Las autoridades castristas los asocian con Alberto y Frank Grau Sierra que serán calificados, por supuesto, como “agentes de la CIA”.
La lucha dentro de Cuba se mantiene. Algunas acciones se realizan con éxito; otras se frustran. En el propio mes de septiembre son apresados militantes de las organizaciones “Ejército de Liberación Nacional’ y “Frente Interno de Liberación” que fraguaban un atentado contra Castro. Son arrestados Nemesio Cubillas Pérez, Ángel Miguel Arencibia Vidán, Alfonso Torquemada Tendero, Marino Bailac Valdez y otros. El atentado lo iban a realizar en la residencia de Celia Sánchez. Durante meses no se hacen públicos estos encarcelamientos.
CONTINÚA EL ESCABROSO CAMINO DE LA ACCIÓN
Durante los meses del verano de 1963, la actitud de los más altos funcionarios fluctúa entre la persecución a los militantes revolucionarios exilados y la tácita tolerancia a las acciones que se realizan.
La Administración se debate entre su interés en honrar los “compromisos contraídos” y su comprensible deseo de vengar viejos agravios autorizando acciones sobre la isla. La balanza, al menos momentáneamente, la moverá el interés político.
La revista Time en su edición de abril 5 de 1963, dio a conocer el resultado de una encuesta de opinión pública que la Administración conoció aún antes de ser publicada. El 60% de las personas entrevistadas consideraba que Cuba era una seria amenaza a la paz mundial. Era necesario realizar algo para detener “la presente tendencia hacia una creciente disminución de la confianza pública en la Administración”.
Pronto, aguijoneados por la frustrante encuesta, se tomarán decisiones sobre el tema cubano. Decisiones que, desafortunadamente, obedecían más a un interés doméstico electoral que a la seguridad nacional o a coadyuvar a liberar de su opresión al pueblo cubano.
El 22 de julio fueron capturados Rolando Mathew Paz, Manuel Marrero Castillo y Francisco Marrero Castillo cuando desembarcaban en Cuba. Fueron juzgados en el Tribunal Revolucionario de Las Villas el 16 de agosto, sentenciados a muerte y ejecutados la madrugada siguiente. A fines de agosto se está debatiendo la “Fórmula de Centroamérica”, aparentemente respaldada por los gobiernos de la región, y que es impugnada por Manolo Ray.
EL MIRR SE REACTIVA
Al ser sofocada la lucha del Escambray, muchos de los dirigentes de aquellos grupos (Joaquín Membibre, Evelio Duque, Orlando Bosch, Marcelino García, Andrés Marcos, Edel Montiel, Vicente Méndez, Barrero y otros) coinciden en Miami donde tratan de elaborar un plan de acción. Funcionarían como Ejército Cubano Anticomunista (ECA), “Frente Escambray”.
Sobre el plan de acciones a realizar, tienen profundas diferencias con los sectores que aportarían las armas, y fracasan aquellos planes. El 12 de agosto de 1962, Orlando Bosch hace pública su denuncia.
Meses después, Bosch reactiva el MIRR y comienza a actuar, principalmente con pequeños aviones, sobre refinerías y centrales azucareros.
A principios de 1963 se realiza una acción sobre una refinería. Bosch es procesado en Orlando, Florida, y, con una oportuna intervención del Reverendo Max Salvador, son absueltos Bosch y los demás procesados.
La prensa castrista no puede ocultar la preocupación del gobierno cubano por las frecuentes incursiones a su territorio. El 15 de agosto, “una avioneta pirata” dejó caer pequeñas bombas sobre el Central Bolivia (el antiguo Cunagua) en el municipio de Morón. La acción la realiza el Movimiento Insurreccional de Recuperación (MIRR) que dirige Orlando Bosch. Pilotea el pequeño avión de dos motores, Gervelio (Mimo) Gutiérrez; lo acompaña, con varias latas de fósforo vivo, Jorge Moniz.
Sobre las refinerías de La Habana vuela “otro avión enemigo”. Así describe la acción, la prensa oficial:
“Los cañones antiaéreos que custodian las refinerías de petróleo en la Bahía de La Habana abrieron fuego en las primeras horas de hoy, contra un avión enemigo que volaba sobre el lugar”.
Otro avión deja caer sobre Casilda, Las Villas, a las dos de la madrugada del 19 de agosto “varias bombas, una de las cuales cae en un tanque petrolero ferroviario provocando un incendio”. El ataque, se ve obligado a destacar la propia prensa oficial, fue similar a la técnica empleada en el pasado:
“El avión pirata se presentó sobre la población aproximadamente a las dos de la madrugada, dejando caer, primero, un paracaídas con una luz de bengala color amarillo. El aparato entró en el espacio aéreo cubano con los motores en baja y completamente a oscuras para impedir, de esa manera, que las autoridades y el pueblo del lugar se percataran de su presencia”.






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