El camino de la acción (VIII)
LOS “COMPROMISOS
CONTRAÍDOS” SE PONEN
EN VIGOR
El 28 de octubre del pasado año (1962), cuando Kennedy y Kruschev convienen los términos que pondrían fin a la Crisis de los Cohetes, el presidente norteamericano reafirmó al premier soviético que “los compromisos contraídos serán prontamente ejecutados”.
De inmediato, tomó la administración Kennedy “todas las medidas necesarias para evitar que unidades de cubanos exiliados, con uno de sus ataques que realizan en busca de publicidad, afectaran el acuerdo a que se ha llegado”.
El 31 de marzo de 1963 el gobierno, que ya había decomisado barcos, equipos y armas a varios grupos combatientes, emitió nuevas órdenes. Éstas alcanzaban a todos los militantes y activistas.
El Departamento de Justicia envió a los dirigentes y miembros de las agrupaciones revolucionarias cubanas órdenes terminantes de permanecer dentro de la zona del Condado Dade. Trataban, así, de impedir nuevos ataques de los exiliados contra Castro.
La comunicación era aún más estricta: “Se le prohibe a usted salir del territorio de los Estados Unidos hasta nueva orden”. Las sanciones a los violadores de este confinamiento eran severas: multa de $5,000.00 o condena de hasta cinco años de prisión. El FBI entra de inmediato en acción visitando e interrogando a los dirigentes cubanos en Miami.
Todos sabían lo que había originado la restrictiva medida de Robert Kennedy. El 28 de marzo, Comandos L había atacado en la bahía de Caibarién, como ya comentamos, al carguero ruso BAKU que tenía anclada a pocos metros una fragata de guerra cubana.
Pocos días antes, “una nave de guerra británica guiada por un avión de patrulla norteamericano, interceptó a un grupo de exiliados cubanos que se dirigían hacia Cuba en una incursión de guerra”.
El hermano del Presidente, quien, desde sus propias oficinas había planeado, controlado y apoyado acciones contra Castro, no podía permitir, ahora, que los exiliados actuaran. Mucho menos, que lo hicieran por cuenta propia. A esto se había comprometido con Dobrynin y, su hermano, con Kruschev. Eran “los compromisos contraídos aquel 28 de octubre”.
Quien le responde es Orlando Bosch. Lejos de acatar la medida, el dirigente del Movimiento Insurreccional de Recuperación Revolucionario (MIRR) anunció que estaba organizando otro raid contra un barco ruso en aguas cubanas. En igual forma responden Alpha 66 y el Segundo Frente del Escambray.
Aureliano Sánchez Arango emitió la nota discordante. El viejo combatiente, apagados ya sus ímpetus revolucionarios, aconseja que “los exiliados no deben actuar de manera que trastornen las actividades que se están desarrollando a un nivel más elevado, como parte de un plan general”. El dirigente del Movimiento Revolucionario Triple A se auto designaba vocero de la política norteamericana.
No está solo Aureliano. Desde La Habana llegan, también, palabras de respaldo al ucase kennediano. “El Primer Ministro Cubano, Fidel Castro, elogió al gobierno de los Estados Unidos en un discurso, por haberse opuesto al ataque de refugiados a Cuba” (Cable de la UPI de abril 22, 1963).
Este era el panorama de la lucha contra el régimen castrista el 26 de julio de 1963 fecha que, incomprensiblemente, destaca Bohemia con un amplísimo artículo con fotos y mensajes autógrafos “del Comandante Guevara dirigidos al Comandante Cubela”. Lo escribe el propio dirigente del Directorio Revolucionario. El destaque es poco usual. Las frases laudatorias:
“En este artículo el Comandante Rolando Cúbela, uno de los heroicos protagonistas de la batalla y el triunfo, describe una de las fases más encarnizadas y decisivas de la operación…” “Se trata de una página inédita de la gesta revolucionaria que Bohemia ofrece a los lectores”.
¿Qué persigue la prensa controlada de Castro elogiando desmesuradamente, sin una razón evidente, a un comandante que no es de la vertiente del 26 de Julio ni de la del Partido Socialista Popular? ¿ Por qué, en una conmemoración de una fecha como la del 26 de Julio en la que Cúbela no tuvo participación alguna, se reproducen mensajes de Guevara al Comandante Cúbela? ¿Conocía ya la Inteligencia Cubana que desde 1961 mantenía Cúbela contactos con la Agencia Central de Inteligencia? ¿Ignoraba esto la Inteligencia Cubana o querían ofrecerle al dirigente del Directorio Revolucionario una falsa confianza para llegar a conocer quienes más estaban “contaminados”? Por supuesto, no lo ignora.
Es el General Fabián Escalante quien afirma en la conferencia de Antigua que fue en marzo de 1961 cuando Cubela fue reclutado por la CIA, aunque no ofrece prueba para esta aseveración que da a conocer treinta años después de aquellos hechos. Igualmente informa, sin tampoco mencionar la fuente, que en el otoño de 1963 Cubela estaba envuelto en un plan para asesinar a Castro que conduciría a una insurrección armada. Más adelante analizaremos estos hechos.





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