Por: Álvaro J. Álvarez

El pasado sábado 22 de noviembre a las 10:30 de la mañana se celebró en El Museo Militar de Miami situado al lado del zoológico (12460 SW 152 St.) un merecido homenaje de recordación a los valientes 121 voluntarios cubanos que fueron al Congo durante los años 1962 al 1967 para combatir la penetración comunista en ese país africano. Allí estuvieron presentes solamente cinco, porque la mayoría han pasado a la casa del Padre.

Los primeros 8 pilotos y mecánicos Makasi enviados por la CIA sirvieron como instructores para la recién creada Fuerza Aérea del Congo. Luego fueron otros 11 pilotos.

Tanto Moscú como Pekín querían apoderarse del Congo porque en la provincia de Katanga al Sur, estaba la Mina Shinkolobwe de donde se extrajo la mayoría del Uranio 235, de una pureza de 65 % utilizado en la bomba lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945.

En enero de 1960, el rey Balduino de Bélgica acordó otorgarle la independencia al Congo Belga, el 31 de mayo se celebraron elecciones generales y el 30 de junio, el país se independizó. 

El Congo se vio enseguida desgarrado por la violencia doméstica, lo que provocó la huida de la mayoría de los blancos.

Los chinos y los soviéticos intervinieron solapadamente en todas las revueltas, motines militares, enfrentamientos tribales, intentos de secesión de provincias ricas en recursos como Katanga y Kasai del Sur, un golpe de estado que derrocó al primer ministro Patricio Lumumba en septiembre de 1960 y una serie de rebeliones como la de los Simba que continuaron hasta 1965.

Los 140 castristas del Che Guevara empezaron a llegar al Congo en abril de 1965 para junto con los rebeldes Simbas, apoderarse del país. Pero el 20 de noviembre por la noche Guevara huyó por el Lago Tangañika hacia Tanzania después de haber estado más de siete meses acosado, tiroteado y perseguido por los pilotos y la marina Makasi, que le proporcionaron su segundo fracaso porque el primero fue en su propio país, Argentina cuando entre 1963 y 1964 su amigo y compatriota Jorge Masetti trató de crear un foco guerrillero, para luego incorporarse el propio Guevara. Todos fueron capturados o muertos o desaparecidos. 

El acto comenzó con las palabras de apertura de Raúl Santiago que pidió a los presentes la atención que merecía la presencia de una guardia de honor con dos soldados armados y otro portando la bandera de los Estados Unidos. Luego se escucharon las notas del Himno Nacional y el Juramento de Lealtad.

Patrick C. Jackson hizo la invocación y seguidamente Anthony D. Atwood explicó la importancia de las acciones llevadas a cabo en el Congo por los 121 Makasi, palabra de la lengua lingala que significa: fortaleza, fuerza y vigor. 

Además, contó la historia del edificio del Museo Militar que fue construido en 1942 por la Marina para el combate contra los submarinos alemanes, siendo la sede de la Estación Aérea Naval de Richmond Heights durante la Segunda Guerra Mundial.

Este edificio también funcionó como la sede de la CIA (Estación JM-WAVE) para las operaciones de la Guerra de Vietnam y posteriormente albergó a la Reserva del Cuerpo de Marines hasta la Operación Desert Storm.

El museo tiene como misión preservar y presentar la rica herencia militar del sur de Florida. Su objetivo es educar e inspirar a las generaciones futuras y honrar el servicio y el sacrificio de los militares, veteranos y sus familias.

Allí se exhiben artefactos que cubren la historia militar de Florida, desde la Segunda Guerra Mundial hasta el presente. Además de exposiciones, ofrece programas educativos para estudiantes, apoyo a veteranos, conferencias y eventos patrióticos como este sobre los Makasi.

El acto continuó con las palabras de Pedro Corzo y de Janet Joy Ray la hija de Thomas “Pete” Ray uno de los dos pilotos de la Guardia Aérea de Alabama asesinados por los esbirros de Fidel Castro en los días de la Invasión de la Brigada 2506, luego que su avión fuera derribado y ellos dos sobrevivieran.

Después hablaron Federico Flaquer y Raúl Solís, representando a los 80 pilotos y mecánicos Makasi, aclarando que hubo 5 pilotos colombianos que sirvieron como apoyo; Félix Toledo a los 16 Makasi de la Fuerza Naval en el Lago Tanganica (2° lago más grande del mundo) y Ángel Benítez a los 19 comandos Makasi lidereados por el coronel William “Rip” Robertson, que fue quien los entrevistó, los escogió en un motel de la US-1 y además obligó a guardar 30 años de absoluto silencio sobre todo lo acontecido en esos años en el Congo. 

Flaquer, Benítez y Toledo llevaron una ofrenda floral hasta el monumento que se encuentra cerca del edificio del museo. Seguidamente se les unieron los otros dos Makasi presentes en el acto: Raúl Solís y Pedro López Cristo (uno de los 19 comandos) para que les tomaran una foto. 

Para finalizar el acto, Víctor Santiago y su trompeta ejecutaron un toque de silencio.

Por cierto, entre los 121 Makasi, 49 fueron miembros de la Brigada 2506 (40%).

La mayoría de los Makasi han fallecido sin haber recibido el reconocimiento público que se merecen, por lo menos una calle Makasi y un monumento en la Avenida 13 y la Calle 8. 

No tengo la menor duda que la CIA escogió a los cubanos Makasi, después de haber visto cómo se portaron los miembros de la Brigada de Asalto 2506 antes, durante y después de la invasión de Bahía de Cochinos y por el inmenso deseo de combatir a los culpables de haberse robado a Cuba. Solamente estos cubanos dignos y valientes podrían haber sido escogidos como voluntarios para luchar contra los comunistas en un lugar tan lejano y diferente al nuestro.

Simultáneamente en el Congo estuvieron 200 soldados sudafricanos bajo el mando de Mike Hoare que habían sido contratados y pagados por el primer ministro congolés Moise Tshombe y cómo los comunistas son los mayores mentirosos y propagandistas del mundo, para tratar de desprestigiar a estos voluntarios cubanos, los acusaron de mercenarios cuando el único dinero que recibieron fue el que la CIA les enviaba a sus familiares para que pudieran sobrevivir mientras ellos estaban luchando y jugándose el pellejo contra los comunistas. 

Los Makasi nunca fueron contratados bajo estipendio alguno, aceptaron solamente para servir a este país en su lucha contra el comunismo internacional. El que diga que fueron mercenarios le está haciendo el juego a los líderes mundiales de la mentira y el engaño, los comunistas.