Nunca se irá de este mundo,
quién hizo el bien permanente
y en el pasado y presente
se ganó un amor profundo.
Y olvidarlo ni un segundo
no puede la humanidad,
porque su obra estará
siempre por Dios, bendecida,
y le dará eterna vida
a un humano de verdad.
Demetrio, descansa en paz,
por caminos muy floridos
que tus niños tan queridos
no te olvidarán jamás.
Si muchos años atrás
Matanzas, que fue tu cuna,
tuvo la tierna fortuna
de que a Miami llegaras
y que al norte iluminaras,
como el sol, como la luna.
Osvaldo Batista
Granada Hills, Ca.
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