Lo esencial de Cepp Selgas

Written by Luis De La Paz

22 de diciembre de 2025

La retrospectiva de un artista plástico le permite al público evaluar el proceso ascendente del pintor. Si además, la exhibición reúne piezas de cuarenta años de trayectoria, como es el caso de Selgas Essential, la muestra de Cepp Selgas en el Museo Americano de la Diáspora Cubana, más que el trazo, los períodos, los contornos, los tonos en el color, hay algo más que se impone: la madurez del autor sin distanciarse de la continuidad narrativa de su propio lenguaje. La visión general de la exhibición enseña lo inevitable, el avance de la vida, con sus golpes y aciertos, bordando al hombre en su proceso de crecimiento personal y, como ha de ser también, en su arte. 

Cepp Selgas (Jesús Selgas Cepero), nació en Cienfuegos, en el centro de Cuba, en 1951. Estudió en la  Escuela Nacional de Arte (ENA), La Habana, Cuba, y en la Escuela Nacional de Diseño de la capital cubana. Sale de la Isla en 1980 durante el éxodo del Mariel, lo que lo sitúa dentro de la generación artística del Mariel, que mucho aportó a la vida cultural de los cubanos en Estados Unidos, fundamentalmente en la literatura y la plástica, aunque hay que añadir también en otros renglones artísticos, como el teatro, la música y la danza. 

Prácticamente desde su arribo a Estados Unidos, Selgas hizo de la ciudad de Nueva York su nueva y definitiva casa, salvo un breve período en Puerto Rico. En la Gran Manzana ha proyectado el grueso de su carrera. Allí también estudió fotografía en el Fashion Institute of Design, donde el ojo fotográfico es tan esencial como la mirada centrada en el lienzo. 

La muestra de Selgas en el Museo Americano de la Diáspora Cubana (de hecho debería llevar el nombre de Museo Cubano, como estaba originalmente establecido que fuera y no este largo, confuso y cuestionable apelativo),  ha estado al cuidado de Jesús Rosado, curador de la institución miamense y Gustavo Valdés, comisario y galerista radicado en Nueva York, enfocados en la promoción de los artistas cubanos del exilio. 

Una de las primeras piezas que impresiona en la muestra Selgas Essential, por estar incluso al inicio de la exhibición es Virgen de la Caridad con tres marielitos, trabajo de 1987, donde se mezclan varias técnicas sobre madera. Después resulta que en las primeras páginas del catálogo de la exhibición aparece explicada la obra por Gustavo Valdés. Dice que se trata del primer ícono religioso pintado por Selgas: “Fue inspirado por la muerte de la madre del artista en Cuba”. A su vez aclara quienes son los tres marielitos: Juan Boza, Ernesto Briel y el propio Selgas.  Ellos sustituyen a los Tres Juanes de la leyenda que cuenta que tres pescadores, uno negro y dos indígenas, encontraron flotando en las aguas de la Bahía de Nipe, a la que sería la Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre, cuya iconografía, muestra a la Virgen con manto y corona y a sus pies a tres pescadores en su bote. De hecho, los que suplantan artísticamente a los Tres Juanes son pintores cubanos exiliados, que desafiaron el Estrecho de la Florida para llegar a la libertad durante el éxodo del Mariel de 1980. 

La retrospectiva muestra varias piezas donde se aprecian lazos, figuras invertidas y cuadrículas que se proyectan en distintas direcciones, algo que podría sugerir los vínculos del artista con idas y regresos, de ahí quizás las disposiciones de las imágenes, como símbolos que sugieren nunca estar lejos de a dónde se pertenece, y a la vez intentar ser parte de algo más grande y cosmopolita, como puede ser Nueva York, pero sin distanciarse de la esencia primaria: la identidad de dónde se viene. Pienso en las obras en exhibición My Fortune Taller (acrílico y óleo sobre lino, 1995), Los lazos familiares (acrílico sobre papel, 1995) y Donde mi bote (acrílico sobre lienzo, 1995-96).  

Tal vez ese retorno a lo que se ha sido, se aprecia en varios óleos, lo que podría señalarse como dos mundos inseparables, el de arriba y el de abajo, pero también al este y al oeste. Las figuras en los óleos Ángel-Güije (1983), Escape from Red Paradise (1985), el lienzo The Promise (1998) o Mare Nostum (2004), este último un lienzo circular, sugiere desorientación y desesperación, pero a la vez la fijación de una meta, una reafirmación hacia una dirección, que no es otra para un cubano, que la libertad absoluta. 

El colorido en las piezas expuestas, va de un fuerte azul al color tierra, a sombras y trazos finos, que de pronto estallan en verde, un exquisito amarillento, como en el del cuadro Ella viene de una isla que quiso construir el paraíso, dedicado a la escritora Zoé Valdés (acrílico sobre papel, 2000) o un detalle demoledor en azul, que es todo el mar en Fugas y destino,  (acrílico de reciente hechura, 2025), donde una barquito naufraga, entre las faldas de una Menina. 

Selgas le hace homenaje con sus cuadros al escritor Guillermo Cabrera Infante con una serie, La Habana para una infanta difunta, que en la curaduría la precede una instalación que acoge una bandera cubana. 

Los cuadros de Cepp Selgas muestran un mundo propio, una manera personal de percibir el arte y eso es fundamental en un artista, que se vean sus piezas y que el observador identifique al pintor. El Selgas de las piezas religiosas transmite más de emotividad por las formas, que por lo meramente de fe, que pudiera expresar. Es una religiosidad manejada muy hacia adentro. Trazos,  luces que entran y salen de las obras, claroscuros, ardor y creatividad resumen un poco el marco pictórico del artista. 

El curador Jesús Rosado apunta en su texto del catálogo: “Sus temas surgen del recuento post-totalitario, revisitando pesares y soledades, pero sin patetismos”. Una definición que armoniza perfectamente con las piezas en exhibición, que carecen oportunamente de excesos. 

El propio pintor sentencia la raíz de su trabajo: “Creo que la obra de arte alcanza su objetivo medular cuando logra transformar al espectador en un participante activo de la experiencia expresiva”. 

Como visitante a la muestra Selgas Essential he sido impregnado por esa religiosidad contenida, de la marcada geometría en varias piezas, de las imágenes sugerentes y evocadoras, y de un universo que Selgas va trazando con su paleta y tiene muy bien definido: fe, nación e identidad, mientras propone desafíos y convoca. Su obra demuestra el triunfo del arte por sobre la censura y el acoso político, evidenciando una vez más que el arte necesita siempre de la libertad. 

La exhibición Selgas Essential se puede visitar en el  Museo Americano de la Diáspora Cubana, 1200 Coral Way, Miami, hasta el 28 de enero del 2026.

Temas similares…

0 comentarios

Enviar un comentario