NOCHEBUENA  Y NAVIDAD

Written by Libre Online

22 de diciembre de 2025

En nuestra portada, una típica estampa de Nochebuena, porque “hoy es Nochebuena y mañana, Navidad”.

Mientras la familia espera dentro del bohío a que el lechón esté asado para comenzar la cena de Nochebuena, los “asadores” dejan pasar el tiempo conversando alegremente y ya han iniciado la fiesta con algún que otro “traguito”.

En Cuba, cuando era libre y soberana y no había sido ultrajada por la bota del castrocomunismo, desde San Antonio hasta Maisí, en cualquier punto de la Isla —campo, pueblo o ciudad—, al llegar la ansiada fecha del 24 de diciembre el ambiente se impregnaba del inconfundible aroma del lechón asado, imprescindible en cualquier hogar cubano en un día tan señalado.

Más allá del profundo significado religioso de la ocasión, al conmemorar la víspera del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, el Niño Dios, existía también un fuerte motivo sentimental: era un día de reencuentro familiar que mitigaba la añoranza provocada por uno o varios años de ausencia de seres queridos. Los corazones se iluminaban, irradiando generosamente el espíritu de hermandad y solidaridad de nuestro pueblo.

Al terminar la cena, en muchos hogares campesinos, la presencia del laúd, la bandurría y el güiro daba inicio a alegres canturías, en las que se reunían los vecinos para escuchar famosas controversias guajiras que, en ocasiones, se prolongaban hasta el amanecer. En otros hogares, la música daba paso a un “guateque” que también se extendía hasta el nuevo día. En pueblos y ciudades, las veladas familiares solían culminar igualmente con música y baile.

Muchas familias, haciendo patente su fe religiosa y el verdadero significado de la Nochebuena, asistían a la tradicional Misa del Gallo, celebrada a la medianoche en las iglesias católicas. Otras acudían a cultos religiosos donde, entre himnos y alabanzas, se recibía el Día de Navidad, el 25 de diciembre, fecha en que vino al mundo el Niño Jesús.

A la Nochebuena le seguía el Día de Navidad, otro motivo de gran celebración. Sin embargo, para los niños en Cuba no era como en Estados Unidos, donde Santa Claus o Papá Noel traen los ansiados regalos. 

En Cuba, los obsequios llegaban de la mano de los Tres Reyes Magos:  Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes no hacían su aparición hasta el 6 de enero del año siguiente.

¿Cuándo se celebró la 

primera Navidad?

La Navidad es una festividad que se remonta a la antigüedad, a los últimos siglos del Imperio Romano. Antes de que el 25 de diciembre fuera adoptado por los cristianos como la fecha para celebrar el nacimiento de Jesús de Nazaret, los romanos conmemoraban esa noche la festividad del Sol Invictus, el Sol Invencible, asociada al solsticio de invierno. Era una celebración que se extendía durante varios días y que alcanzaba su punto culminante el 25 de diciembre, considerado el evento social más importante del año en Roma. El jolgorio llenaba las calles y, quienes podían permitírselo, organizaban abundantes cenas, bailes y todo tipo de entretenimientos en sus hogares.

Se considera que el primer banquete de Navidad se celebró en el año 379, en Constantinopla. A partir de entonces, la festividad comenzó a extenderse por el resto del Imperio Romano. Un siglo después ya había llegado a Egipto y, con el tiempo, se fue fusionando con otras celebraciones paganas, hasta consolidarse como un período festivo que abarcaba del 25 de diciembre al 6 de enero. Como puede apreciarse, no se trató de un acto espontáneo, sino de un proceso gradual de adaptación y transformación.

En las últimas décadas del Imperio Romano, ya convertido al cristianismo, la mayoría del pueblo —incluido el César— profesaba esta fe, lo que explica el notable auge y expansión de la celebración en un territorio de dimensiones colosales.

Conocer los orígenes de la Navidad permite celebrar esta festividad en su justo contexto histórico y cultural. La historia la construyen las personas; no surge de la nada, sino que atraviesa procesos, cambios y adaptaciones. Mantener una tradición viva durante tantos siglos es motivo de orgullo y, por supuesto, de disfrute.

Uno de los villancicos más alegóricos de esta fecha es “Noche de Paz”:

Noche de paz, noche de amor,

Todo duerme alrededor;

Entre los astros que esparcen su luz,

Bella, anunciando al niño Jesús.

Brilla la estrella de paz,

Brilla la estrella de amor.

Noche de paz, noche de luz,

Ha nacido Jesús;

Pastorcillos que oíd anunciar,

No temáis cuando entréis a adorar,

Que ha nacido el amor,

Que ha nacido el amor.

Desde el pesebre del niño Jesús,

La Tierra entera se llena de luz,

Porque ha nacido Jesús,

Entre canciones de amor.

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