El trabajo de los investigadores ha dado sus frutos y en 2025 se han alcanzado algunos logros importantes en el ámbito de la salud. La prevención del VIH y los hallazgos en la regeneración de tejidos se cuentan entre las grandes conquistas científicas del año.
Por Purificación León
Este 2025 que ahora termina ha sido un año provechoso en lo relativo a la investigación médica. Se han conseguido algunas terapias muy útiles y se han puesto las bases para alcanzar nuevas metas en el futuro. Hemos seleccionado algunos de los avances médicos más destacados del año, aunque no son los únicos.
Tratamiento sin
hormonas para la
menopausia
La menopausia ocurre cuando los óvulos se agotan y los ovarios dejan de funcionar. Esto hace que haya una disminución muy significativa de los estrógenos pues se trata de hormonas producidas principalmente por los ovarios. El descenso del nivel de estrógenos en sangre es el responsable de la aparición de los síntomas de la menopausia, como los sofocos. Para combatirlos, los médicos suelen prescribir terapia hormonal sustitutiva. Sin embargo, este tratamiento está contraindicado para mujeres con ciertas patologías y para aquellas que han tenido cáncer de mama o de endometrio.
Elinzanetant es un medicamento no hormonal que funciona bloqueando los químicos cerebrales responsables de los sofocos y sudores. Este fármaco, de los laboratorios Bayer, se comercializa bajo la marca Lynkuet. Fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) el pasado octubre y por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) hace apenas unos días.
Epinefrina en aerosol
La epinefrina o adrenalina es una hormona y neurotransmisor esencial para nuestro organismo. Tiene un papel fundamental en situaciones de emergencia, pues activa respuestas fisiológicas que permiten al cuerpo reaccionar rápidamente. En el ámbito médico, tiene varios usos. Uno de ellos es tratar las reacciones alérgicas graves. En estos casos, se debe administrar el fármaco lo antes posible y, hasta el momento, se hacía mediante una inyección. De hecho, las personas con antecedentes de reacciones alérgicas graves, suelen llevar consigo epinefrina autoinyectable.
El pasado agosto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el uso de Neffy, un aerosol nasal de epinefrina para el tratamiento de emergencia de reacciones alérgicas, incluida la anafilaxia, en adultos y niños a partir de 30 kilos.
“La aprobación proporciona el primer producto de epinefrina que no se administra mediante inyección para el tratamiento de la anafilaxia. La anafilaxia es potencialmente mortal y algunas personas, en particular los niños, pueden retrasar o evitar el tratamiento debido al miedo a las inyecciones”, señala la doctora Kelly Stone, directora asociada de la División de Neumología, Alergia y Cuidados Intensivos del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.
Prevención del VIH
Con sólo dos inyecciones al año, lenacapavir es capaz de prevenir de manera muy eficaz la infección por VIH. En un primer momento, se empleaba para tratar a personas con VIH que habían desarrollado resistencia a otros antirretrovirales. Pero hace sólo unos meses, la Agencia Europea del Medicamento y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobaron el uso preventivo de este fármaco.
Está recomendado para personas que tienen mayor riesgo de infectarse con el virus, como los trabajadores sexuales o quienes tienen una pareja seropositiva. Ya había terapia preventiva para el VIH desde hace unos años, pero requiere tomar una pastilla diaria. Recibir una inyección cada seis meses ofrece importantes ventajas, sobre todo en lo relativo a la adherencia al tratamiento y a la discreción.
“Aunque aún no disponemos de una vacuna contra el VIH, lenacapavir es una muy buena opción. Se trata de un atirretrovírico de acción prolongada que, según los ensayos, previene la infección en casi todas las personas de riesgo”, manifiesta el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Regeneración de tejidos
En 2025, las investigaciones sobre el ajolote han logrado descifrar los mecanismos mediante los que este anfibio es capaz de regenerar extremidades y partes de su cuerpo perdidas, lo que permite albergar grandes esperanzas para la medicina regenerativa del futuro.
Dos universidades estadounidenses, Harvard y Northeastern, han realizado estudios sobre este animal y han descubierto distintos mecanismos que contribuyen a la regeneración. El estudio de la Universidad de Northeastern ha centrado su atención en el ácido retinoico y ha descubierto que actúa como un “GPS molecular” que orienta a las células para reconstruir la estructura correcta del miembro perdido. Es decir, el ácido retinoico indica a las células la posición exacta que deben ocupar y el tipo de tejido que deben formar.
El ácido retinoico también está presente en el cuerpo humano, pero en nuestro organismo, su acción es mucho más limitada. No obstante, estos hallazgos podrían abrir la puerta a nuevas terapias regenerativas muy esperanzadoras.
Inteligencia artificial
Los avances en inteligencia artificial también son notables pues la IA ya es capaz de realizar muchas tareas en el ámbito sanitario. Así, puede analizar imágenes médicas como radiografías y resonancias para detectar cáncer, retinopatía diabética y alzhéimer con alta precisión. También identifica signos predictivos de enfermedades crónicas analizando datos genéticos y clínicos.
La IA destaca en el ámbito de la medicina personalizada, pues puede adaptar tratamientos al perfil genético y al historial de cada paciente, además de predecir la progresión de enfermedades y la respuesta a terapias. Asimismo, automatiza algunas tareas administrativas, lo que permite a los profesionales de la salud dedicar más tiempo a atender a los pacientes. Se estima que, en los próximos años, la inteligencia artificial seguirá desarrollando su gran potencial como soporte del criterio médico en muchas áreas de la salud.







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