El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, advirtió una vez más que el país no suavizará su política de “mano dura” contra narcotraficantes y dictadores, tras una reciente operación militar norteamericana en aguas del Caribe contra los carteles de la droga.
Rubio visitó la sede del Comando Sur en Doral, Florida, donde se reunió con el almirante Alvin Holsey, jefe del Commander of US Southern Command (SouthCom), para conocer detalles de dicha operación militar, también dirigida contra el crimen organizado.
Marco Rubio aclaró que decidió acudir a esta base militar porque es una de las once unidades del Departamento de Defensa de Estados Unidos responsables de la planificación y ejecución de operaciones castrenses en regiones específicas del mundo.
Cabe recordar que Rubio también realizó visitas oficiales a México y Ecuador, en busca de alianzas para reforzar la agenda de seguridad y migración de Estados Unidos, en un momento de tensión en el Caribe debido a la influencia de carteles de la droga y grupos criminales.
“Visité México y me reuní con la presidenta Claudia Sheinbaum para fortalecer la agenda de seguridad y migración de Estados Unidos, ya que la mayoría de inmigrantes indocumentados utilizan la frontera con este país como vía de ingreso a Norteamérica”, explicó Rubio.
Un portavoz del Comando Sur destacó: “Tuvimos el honor de recibir la semana pasada al senador Marco Rubio, quien se reunió con el almirante Alvin Holsey y con los líderes del comando para tratar temas de seguridad en Latinoamérica y el Caribe”.
Holsey recalcó que “el Comando Sur se encarga de coordinar las actividades militares de Estados Unidos en América Central, Sudamérica y el Caribe, a excepción de México, con el objetivo de promover la seguridad y la cooperación con fuerzas armadas aliadas en la región”.
El almirante precisó que sus principales tareas incluyen asistencia humanitaria, operaciones antinarcóticos, respuesta ante desastres naturales y ejercicios militares conjuntos. “En este caso, la misión responde también a un mandato del presidente Trump para frenar el tráfico de drogas que amenaza la seguridad norteamericana”, añadió.
La visita de Rubio coincidió con el fortalecimiento de las operaciones de Washington contra organizaciones criminales transnacionales. Estados Unidos identifica como amenazas a los carteles mexicanos y a grupos como el Tren de Aragua y el Cartel de los Soles, de origen venezolano.
“El presidente Trump ha sido muy claro en ajustar todas sus políticas de seguridad contra los carteles y estructuras criminales como el Tren de Aragua, para impedir que lleguen a territorio norteamericano como una amenaza de alta peligrosidad”, señaló Rubio.
El Secretario de Estado advirtió que “este esfuerzo se desarrolla en un contexto de gran tensión con Venezuela, por el despliegue militar estadounidense en el Caribe destinado a combatir el narcotráfico, que ya dio sus primeros resultados con la destrucción de una lancha cargada de drogas y ocupada por criminales”.
Rubio subrayó que esta gira también estuvo enfocada en avanzar en áreas claves de la política exterior de la administración de Donald Trump, como la lucha contra el narcotráfico, la migración ilegal, la reducción del déficit comercial y el contrapeso a la influencia de China en Latinoamérica.
“Estados Unidos no escatimará esfuerzos en usar todo su poderío y despliegue militar para evitar que el comunismo, junto con los carteles y los criminales, sigan siendo una amenaza no solo para Norteamérica, sino también para los países libres de América”, enfatizó.
Agregó que “estos diálogos buscan fortalecer la solidaridad con varios países del hemisferio para preservar la seguridad y evitar que tanto el comunismo como el narcotráfico atenten contra la democracia en Latinoamérica”.
La visita de Rubio se produjo días después de que Estados Unidos desplegara ocho buques de guerra en aguas del Caribe y el Pacífico como parte de una “operación antinarcóticos reforzada”, considerada un mensaje directo al gobierno de Nicolás Maduro.
Fuentes militares informaron que la flotilla incluye destructores, un buque anfibio con 2.500 marines, un crucero, unidades de desembarco, helicópteros y agentes especializados en interdicción de drogas.
En dichas reuniones se dejó en claro que el mandatario venezolano Nicolás Maduro es considerado “un jefe fugitivo del narcoterrorismo”, ya que no es el presidente legítimo de Venezuela.
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