DE LA REDACCIÓN DE LIBRE Y FUENTES ANEXAS
Este 11 de septiembre pesa en nuestros recuerdos la imagen siniestra de aquel 09/11/01 que nos trae la serie de cuatro atentados terroristas suicidas cometidos en la mañana del martes 11 de septiembre de 2001, por 19 miembros de la red yihadista Al-Qaeda, mediante el secuestro de aviones comerciales para ser impactados contra diversos objetivos suicidas, causando la muerte de 3,016 personas y dejando a más de 6,000 heridos.
A su vez se registró la destrucción de todo el complejo de edificios del World Trade Center, incluidas las Torres Gemelas en Nueva York, causando graves daños además al edificio del Pentágono, sede del Departamento de Defensa de esta nación, episodio que precedió a la guerra de Afganistán y a la adopción por parte del gobierno estadounidense y sus aliados de la política denominada “Guerra contra el Terrorismo”.
A nuestra mente aquella mañana del 11 de septiembre, en la redacción de LIBRE, con interrupciones cibernéticas; vimos cuando el presidente George W. Bush se enteró del ataque al World Trade Center a las 9:07 a.m. mientras leía a 18 estudiantes de segundo grado en una escuela primaria de Sarasota para destacar un nuevo programa de lectura.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Andrew Card, le susurró al oído, informándole de los ataques, y el rostro del presidente cambió a uno sombrío, pero continuó con el programa en el aula de la maestra Sandra Kay Daniels.
Cuando se le preguntó qué sabía sobre los aviones, Bush respondió: “Hablaré de eso más tarde”.
Mientras tanto, en el centro de medios de la escuela primaria Emma Booker, los reporteros se enteraron del ataque y asumieron primero que el hecho había sido un accidente. Alguien encendió una televisión, con escenas dramáticas de devastación, y la historia completa comenzó a surgir.
Acto indescriptible que mientras más pasa el tiempo, mayor es la condena.
La misma fecha nos remonta a un 11 de septiembre de 1973, ante la gravísima crisis social y moral por la que atravesaba Chile y la incapacidad del Gobierno para controlar el caos y el constante incremento de grupos paramilitares entrenados por los partidos de la Unidad Popular, la Junta Militar de Chile exigió al presidente socialista comunista Salvador Allende, gobierno izquierdista que entregara su cargo a las Fuerzas Armadas, las que asumieron el poder público en Chile.
Para revivirlo, el mensaje que incluimos en esta edición de LIBRE del expresidente brasileño Jair Bolsonaro en el año 2019, dijo a la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, alta comisionada para los derechos humanos de la ONU: “Señora Michelle Bachelet: si no fuera por el personal de (Augusto) Pinochet, que derrotó a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre, hoy Chile sería una Cuba”.
Y en el recorrido histórico, un 11 de septiembre de 1888, fallece el presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento, quien contaba con excelentes credenciales como educador, político, escritor, periodista, militar y estadista, gran amigo de Cuba y promotor de las libertades en América.
En nuestra contraportada el rechazo a la masacre del 09/11 en Nueva York, sin olvidar a Venezuela, Nicaragua, Bolivia y al sufrido pueblo cubano, víctima del horror de estos 66 años de persecución, tortura, opresión y paredón, que alza una consigna que no puede apagarse: ¡Prohibido olvidar!.
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