Cada día, abrimos las puertas de nuestro querido centro con el corazón lleno de entusiasmo y esperanza.
En un ambiente de mucha alegría, celebramos juntos la bienvenida a clases, recordando que cada inicio es una oportunidad para crecer, aprender y soñar en grande.
Para hacer el inicio aún más especial, compartimos con nuestros queridos padres un delicioso desayuno, preparado con mucho amor y gratitud.
Este encuentro no solo nutre el cuerpo, sino también el espíritu, fortaleciendo los lazos de unión entre la familia y la escuela.
En el centro LINCOLN-MARTÍ ubicado en la Calle 8 y Avenida 156 creemos que la educación florece cuando se cultiva en un ambiente de alegría, cercanía y colaboración. Por eso, cada sonrisa, cada palabra y cada gesto de cariño hacen de este regreso a clases una verdadera fiesta del saber.
¡Qué este nuevo año escolar esté lleno de aprendizaje, logros y momentos inolvidables para nuestros estudiantes y sus familias!
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