Cuba tuvo otro equipo campeón de béisbol

Written by Libre Online

5 de agosto de 2025

Por José “Chamby” Campos

Es interesante como cuando se menciona la pelota cubana de antaño (léase profesional) enseguida surgen los nombres de los cuatro equipos por excelencia; Almendares, Habana, Marianao y Cienfuegos. Acto seguido el pecho se nos engrandece cuando sale a relucir el inolvidable “Havana Sugar Kings”. Por último, si la conversación se torna sobre una novena invencible, nos llenamos de orgullo gracias a los “Havana Cubans” de Merito Acosta que por cinco años consecutivos dominaron la Liga Internacional de La Florida.

Sin embargo, existe una escuadra que ganó una Serie Mundial y a pesar de que muchos la conocen, no está grabada de la misma manera que las referidas anteriormente. Me refiero a Los New York Cubans que en 1947 ganaron La Serie Mundial de las Ligas Negras.

En una época marcada por la segregación y los prejuicios raciales, el circuito sepia consistía de dos ligas; La Liga Negra Nacional, NNL, y La Liga Americana Negra, NAL. Esta eran las únicas avenidas para que nuestros paisanos de color pudieran competir en EE.UU. 

Esta franquicia fue fundada en 1935 por Alex Pompez, empresario de la raza negra de origen cubano y gran conocedor del deporte. Entusiasta del entretenimiento que se dio a la tarea de formar un equipo donde la mayoría de sus jugadores eran cubanos. Sus esfuerzos ayudaron a expandir el conocimiento del talento que existía en La Mayor de Las Antillas. El afamado Polo Grounds en la ciudad de los rascacielos fue testigo de sus triunfos ya que era el terreno que usaban como casa.

La versión de 1947 hizo historia. El empresario montó un conjunto que consistió de los mejores jugadores cubanos del momento y los mezcló con estrellas de otras nacionalidades. Las riendas se las entregó al maestro José María Fernández, un manager bien respetado dentro de todas las ligas en la cual dirigió.

El estilo de juego de Fernández reflejaba el alma del béisbol cubano. Un juego rápido y vibrante con mucha inteligencia y picardía.

La constelación de estrellas no defraudó y desde el comienzo de la temporada regular hasta el final dominaron de manera absoluta. Con una marca de 43 victorias, 18 derrotas y un empate, superaron a su más cercano rival, Las Águilas de Newark por ocho juegos. Las aves contaban en su arsenal con Larry Doby y Monte Irvin. Estos dos jugadores eventualmente jugaron en Las Grandes Ligas siendo Doby el que rompió la barrera racial de La Liga Americana.

En la Serie Mundial se midieron a los representantes de la otra liga, Los Cleveland Buckeyes que terminaron con un récord de 49-18. Al igual que Los Cubans, estos se llevaron el banderín con 6 juegos y medio de ventaja sobre los emblemáticos Monarcas de Kansas City.

El Clásico duró seis partidos con los caribeños ganando cuatro veces frente a un revés más un empate y así coronándose campeones mundiales.

Los enfrentamientos se llevaron a cabo en seis diferentes localidades. En orden de juegos he aquí los estadios. Polo Grounds, Yankee Stadium, Cleveland Stadium, Shibe Park en Filadelfia, Comiskey Park en Chicago y terminaron en el League Park de Cleveland.

Esa novena contaba con 11 peloteros de los nuestros en un total de 20 participantes. La alineación de abridores noche tras noche consistía de al menos siete. Muchos se han atrevido a catalogar a este grupo como una de las mejores colecciones de jugadores cubanos en un equipo.

Lorenzo “Chiquitín” Cabrera en la primera, Fernando Díaz en la segunda, Orestes Miñoso en tercera y Silvio García eran el cuadro.

El tunero Cleveland “Chiflan” Clarke en el jardín izquierdo, Pedro “El Gamo” Pagés en el center y el toletero Claro Duany completaban el outfield.

En muchas ocasiones cuando Rafael Nobles era el receptor y el invencible Luis Tiant padre tomaba la lomita, en verdad Los New York Cubans le hacían el honor a su nombre. Tiant se llevó la corona de pitcheo con cifras de nueve juegos ganados y cero perdidos. 

En adición a los anteriormente mencionados también militaron los compatriotas Lino Donoso, lanzador zurdo, más el outfielder Mario Ariosa. El panameño Pat Scantlebury y el dominicano Horacio “El Conejo” Martínez redondearon el grupo caribeño.

Esta temporada fue crucial en la carrera del matancero Orestes Miñoso quien se cementó como una estrella en esa Serie Mundial bateando para .423 y tuvo el honor de ser el primer pelotero negro no nacido en EE.UU. en jugar en las mayores. También existieron rumores de que en un momento Silvio García fue considerado para romper el hielo racial.

Los New York Cubans un campeón olvidado, pero al igual que los otros también son un orgullo de nuestra pelota cubana.

Temas similares…

Un paso más y llegará

Un paso más y llegará

Por José “Chamby” Campos Si la frase le suena familiar es porque se parece a la original. En la década de los 50...

0 comentarios

Enviar un comentario