A pesar de las golpizas y los arrestos las protestas del 11 de julio del 2021 marcaron un lanzamiento definitivo y clave del pueblo contra el régimen comunista que aun así insiste en mantenerse en el poder a cualquier precio.
Por primera vez en muchos años el pueblo se lanzó a las calles, inclusive la misma juventud, para exigir respeto a sus derechos y un cambio de vida político en la isla de inmediato.
Y también por primera vez el mundo presenció aterrado, a través de videos y fotografías enviadas por internet a través de los periodistas independientes, cómo los esbirros del régimen golpeaban salvajemente a los opositores que clamaban sin armas, libertad.
“Desde ese mismo momento el régimen supo que el pueblo estaba dispuesto a todo para exigir un cambio de gobierno democrático donde el pueblo tenga esperanzas de poder salir adelante sin intimidaciones, presiones políticas o “lavados de cerebro”.
Hoy en día países como Estados Unidos exigen al poder comunista de Raúl y sus secuaces, la libertad inmediata de los arrestados, quienes fueron llevados a juicios acomodados y lo peor, sin ninguna prueba en su contra, como quisieron hacerlo parecer ante el mundo el buró comunista.
“Ese sistema comunista se puede derrumbar utilizando las mismas armas de ellos”, dijo en tono categórico Beatrice Rangel, quien fue una de las conferencistas en un foro convocado para oír a los opositores y líderes en el exilio hablar sobre el resultado de esas protestas.
“Un alzamiento clave del pueblo contra la dictadura comunista”, estimó por su parte el periodista nicaragüense y líder del exilio de ese país en Miami, Luis Galeano, quien denunció que todos estos sistemas comunistas han actuado con las mismas políticas en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Beatrice Rangel, igualmente, relató que “hay que actuar con mano dura contra esos sistemas violentos comunistas”, que han llevado a la desgracia a naciones como Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde hoy se palpa totalmente el grado de destrucción material y humana.
“Hace cuatro años la sociedad civil de Cuba expresó de manera clara y contundente su hastío contra un régimen piraña que ha conculcado no sólo la libertad sino hasta el último resquicio de la dignidad humana”, afirmó Beatrice.
“Porque, a lo largo de más de 66 años, ha logrado mantenerse en el poder, sin que haya mediado esfuerzo serio alguno para resquebrajar sus cimientos. Y lo peor dentro de Cuba siempre ha habido una excusa del bloqueo para explicar la postración económica provocada por el régimen”, insistió.
“Hoy la sociedad civil de Cuba y la de Venezuela confrontan igual situación. Dos regímenes totalitarios cuyos líderes no tienen otro destino que la cárcel y por ende se aferran al poder y siguen subyugando a un pueblo indefenso que no tiene armas para enfrentarlos sino únicamente su voz de protesta”, sintetizó.
“Y la mayoría de las veces dejan de ser gobierno para convertirse en lo que realmente son: una banda de criminales que han confiscado la soberanía del pueblo”, concluyó luego de lamentarse de que esas situaciones no han cambiado en nada en los últimos años.
El periodista Luis Galeano, junto con los otros conferencistas, coincidieron en que la lucha por la libertad de los pueblos de América Latina está más viva que nunca. Pero hace falta un apoyo más decisivo y total del mundo libre para acabar con esos dictadores”.
Relató asimismo que más de 300 periodistas han sido arrestados o asesinados o amenazados por el régimen de Ortega que no solo ataca a estos grupos de comunicadores sino también a altos jerarcas de la iglesia católica de Nicaragua.
El padre Juan Lázaro Vélez, por su parte, también se lamentó de todos los atropellos y persecuciones que han sufrido los altos jerarcas de las iglesias católicas de Venezuela, Cuba y Nicaragua, cuando han decidido apoyar a los opositores que claman libertad y democracia de forma pacífica.
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