La creencia de que la noche es más peligrosa que el día lo descubrí desde los 10 años.

Mi padre me dijo: “Te quiero aquí antes de las 10 de la noche, nada bueno se puede hacer a las 12”.

Recia equivocación porque bajo los rayos del sol se pueden cometer un millón de pecados.

Los maridos celosos no permiten que sus mujeres salgan de noche. No saben que los moteles tienen todos los cuartos ocupados a las 12 del día hora del “lunch” en los trabajos.

Los padres extremadamente celosos no permiten que sus hijas salgan hasta tarde con sus novios. Supongo piensan que “de día” son impotentes.

¿Saben ustedes que el 90 por ciento de los robos suceden a plena luz del día? Y que los ladrones prefieren invadir las casas cuando están vacías mejor que de madrugada llenas de gente.

Hay muchísimos más accidentes de tráfico de día que de noche cuando las calles y carreteras están desiertas.

Muchísima gente cree erróneamente que los “Antros de perdición -donde se cometen actos dañinos- están cerrados de día. Cuando lo cierto es que andan “OPEN” las 24 horas del día.

Despectivamente los cubanos se referían al golpe de estado del 10 de Marzo del 52 como el “madrugonazo” ¿Creen que Prío no lo hubiera acatado si lo hubieran dado a las 11 del día?

Yo llego al extremo de imaginar que si les hubiera dicho a mis padres: “Quiero ir al Cabaret Trópicana” Me hubieran dicho: “Está bien, pero ve ahora temprano porque de madrugada bajo las estrellas te puede dar el sereno y regresas con el cuello virado”.