La novela breve en LIBRE. Presentado por su autor J. A. Albertini
Estimado Demetrio:
“En olor de lluvia”, novela ficción realidad o realidad ficción, que me complace poner en tus manos, a pesar de no ser extensa, me llevó bastante tiempo escribirla. El tema toca mí amada ciudad de Santa Clara, que en la trama convierto en una especie de ciudad estado, pero que en resumen es Cuba y la barbarie sistemática del castro-comunismo que toda la Isla vivió y desgraciadamente prosigue viviendo y padeciendo.
Aunque te adjunto información verídica sobre el hecho en que me inspiré, añado que el 12 de mayo, día de las madres, de 1957, contando 13 años de edad, con mis hermanos Nancy de 15 y Luis Salvador de 12 (ya fallecido) acompañamos a mi difunta madre, católica activa de la ciudad, a la inauguración del monumento a La Inmaculada Concepción de La Virgen María (en el presente conocida como La Virgen de la Charca) que, por entonces se colocó en lo que era la entrada de Santa Clara, frente al desaparecido aeropuerto y mirando hacia occidente.
En el año 1962, siendo el funesto Che Guevara ministro de industrias, en los terrenos que fueron del aeropuerto, comenzó a construir, a bombo y platillos, la llamada Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (INPUD). Fueron los tiempos en que las guerrillas del Escambray, un clandestinaje sumamente activo (sumando la gesta de Playa Girón, que por entonces era parte de Las Villas) tenían en jaque al régimen. Si buscas estadísticas de aquellos tiempos en Las Villas fue donde más muertos en combates, fusilados y desaparecidos hubo. Asimismo, a menor escala comenzó el desplazamiento y reconcentración de familias campesinas para zonas de La Habana. Situación que alcanzó su punto supremo, una década más tarde, con los llamados pueblos cautivos de Pinar del Río.
Sigo contando que una noche la Virgen desapareció de su sitio. La represión era tan brutal que la iglesia y feligreses, atemorizados, guardaron silencio.
Uno de los primeros, años más tarde, en señalar al culpable directo fue el escritor villaclareño, nativo de la ciudad de Sagua la Grande, Enrique Labrador Ruíz.
No te canso más. La historia y la ficción hablan; se confunden y crean realidades paralelas.
José A. Albertini
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