Mi único y mayor sueño es ver a mi patria algún día libre, dijo llena de emoción y patriotismo María Elena Alpízar, quien fue la creadora del nombre de las Damas de Blanco, la mayor organización de mujeres que libra una férrea y encarnada lucha contra el régimen comunista de Cuba.
“Todos los días le rezo a mi Dios para que antes de morirme me permita hacerlo, pero en mi tierra amada por la cual he luchado a brazo partido toda mi vida y espero que así sea”, recalcó con esperanza y alegría María Elena Alpízar Ariosa, quien recordó que un 30 de marzo nació esta prestigiosa organización de mujeres.
En el aniversario de la institución cubana, que todos los domingos marcha protestando por la falta de libertad y democracia en la isla, la exiliada isleña repite una y otra vez que algún día llegará la libertad en la isla tras más de 66 años de tiranía comunista.
La líder resaltó que su vida y su sueño siempre están en Cuba, pese a que vive en Miami, pero desde aquí coordina a diario con todas las miembros de esa organización sobre las campañas y protestas en las calles de La Habana contra la tiranía comunista.
“Recuerdo muy bien que un 30 de marzo logramos reunir a familiares y amigos para dar inicio a esta organización en la que algunas mujeres valientes han sufrido la persecución y la tortura del régimen simplemente por clamar libertad”, afirmó.
“Esta ha sido una de las mayores organizaciones que ha aportado un granito de arena para abrir poco a poco los caminos de la libertad en Cuba, con la consabida cuota, de tener que sufrir las golpizas y los vejámenes de los esbirros comunistas durante las protestas callejeras”, destacó.
“Muchas mujeres están en las cárceles de Cuba por participar en todas estas protestas pero todo esto ha sido la continuidad de una lucha que no está quieta y que, por el contrario, permanece viva y dispuesta a seguir enfrentándose contra ese régimen despiadado hasta que llegue la libertad”, sostuvo.
“Yo estoy luchando desde 1960 y las Damas de Blanco son la continuidad y en los últimos tiempos se ha marcado un hito histórico de esta época en que valientes mujeres como Noelia Pedraza Jiménez han sufrido las peores torturas siendo arrastradas por la policía política durante las protestas”, resaltó.
“Lo mismo Berta Soler, quien junto con su esposo, se han enfrentado a todos esos violadores de los derechos humanos, hasta el punto que son perseguidos constantemente en sus residencias y en las de sus familiares porque les quieren impedir que vayan a las protestas de los domingos”, reveló.
“La Damas de Blanco no suenan porque lo que está sonando son los golpes brutales que reciben cuando salen todos los domingos a la iglesia de Santa Rita de Casia en La Habana para exigir una pronta y justa libertad para la isla”, afirmó.
“Ha sido tan grande el poder de las Damas de Blanco que han recibido muchos premios, como el de La libertad y el Sájarov, al igual que el bautizo de una calle en Miami, por su ardua lucha valiente e increíble para enfrentar a los dictadores”, indicó.
“En todo esto además han sido increíbles los amigos de las Damas de Blanco, que, sin ningún temor, siguen saliendo todos los domingos a esas protestas, donde aparecen con garrotes como armas los miembros de la seguridad del estado para reprimirlos”, dijo.
“Fue una época muy dura para Cuba porque esos opositores comenzaron a ser llevados, sin justa causa, a todas las cárceles de la isla cuando se desató la llamada Primavera Negra, que marcó la historia más triste para Cuba en estos últimos años”, precisó María Elena Alpízar.
“Cada día que iba a la iglesia del Carmen realizaba mis domingos de rezos y luchas con gran cantidad de mujeres vestidas de blanco que me desataron una tremenda emoción que culminó con el bautizo de las Damas de Blanco en homenaje a estas valientes mujeres que merecen todos los honores”, insistió.
“Es el linaje patriótico de un puñado de mujeres que, pese a las amenazas del régimen, siguen saliendo todos los domingos para asentar que no han perdido su fervor patriótico por seguir adelante en la conquista de la libertad para Cuba”, agregó.
“Mi mayor sueño será ver un día no muy lejano a mi patria libre pese a que tengo 83 años pero no he perdido ese sentimiento de permanecer en la lucha con todas las fuerzas de mi corazón teniendo mi rosario en las manos orando y pidiendo morir pero en mi patria libre”, concluyó.
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