La Paz, 26 feb (EFE).- El oficialismo de Bolivia señaló este miércoles que el presidente del país, Luis Arce, pondrá en manos de las organizaciones sociales afines a su Gobierno la posibilidad de ser candidato y buscar su reelección por el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) en las próximas elecciones del 17 de agosto.
«Nuestro presidente Lucho (Arce) ha sido siempre muy respetuoso de las decisiones de las organizaciones sociales y seguramente él va esperar esa decisión de dichas organizaciones y que esto (su candidatura) se pueda definir en el ampliado», mencionó a EFE la senadora oficialista Virginia Velasco.
Arce admitió en una reciente entrevista al canal de televisión boliviano DTV que «varios sectores» lo han proclamado candidato, por lo que si es necesario «dar el hombro al país» nuevamente lo va a hacer, aunque dejó claro que esa decisión no depende de él.
«Nos han honrado con esa distinción de precandidatos y nosotros no nos excusamos ni nos brindamos», apuntó el jefe de Estado, quien también señaló que las diferencias con el expresidente Evo Morales (2006-2019) se han ahondado, por lo que «no puede ser considerado nuestro compañero» ni ser identificado como «alguien de izquierda».
La semana pasada, Morales anunció que se presentará a la elecciones presidenciales con el partido Frente para la Victoria (FPV), tras ser apartado del liderazgo del MAS en noviembre pasado después de casi 30 años, luego de que el órgano judicial y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) reconocieran al dirigente Grover García, afín a Arce, como nuevo jefe del partido oficialista.
Arce «no va a ser presidente porque no tiene el respaldo de la gente, en todas las encuestas no obtiene más del 2 %», señaló por su parte a EFE el diputado del MAS Anghelo Céspedes, que forma parte del bloque ‘evista’ que respalda al exmandatario.
Algunos analistas indican que el mayor punto que tiene en contra la reelección de Arce es su gestión económica, marcada por la falta de dólares, la inflación y la irregular provisión de combustibles.
Algunos seguidores de Morales iniciaron el lunes, lo que llamaron, una «renuncia masiva» al MAS luego de que se conociera que el exgobernante presentará su candidatura a la Presidencia por el FPV.
Sin embargo, los parlamentarios ‘evistas’ anunciaron que no renunciarán al oficialismo, para evitar la pérdida de sus escaños legislativos.
Morales también envió su renuncia al MAS, pero la misma fue rechazada debido a que debe ser presentada personalmente por el político en una sede del TSE.
El expresidente no ha salido del Trópico de Cochabamba (centro), su principal bastión político y sindical, desde octubre pasado y está bajo custodia de sus afines, para evitar que se ejecute una orden de captura en su contra por un presunto caso de trata agravada de personas en el que es investigado.
Los sectores leales al exmandatario tienen programado para los próximos 29, 30 y 31 de marzo un encuentro en la localidad de Villa Tunari, población del Trópico de Cochabamba, para «relanzar» su agrupación política.
La división en el MAS comenzó tras la crisis política de 2019, cuando Morales alegó un «golpe de Estado» en su contra durante las elecciones de ese año y luego se exilió en México y Argentina.
Arce y Morales están distanciados desde finales de 2021 por diferencias en la administración del Ejecutivo y el control del partido oficialista.