Por Roberto Luque Escalona

*La decadencia de Francia se ha puesto en evidencia con la Olimpiada. Mala comida, pésimos alojamientos. En fin, lo nunca visto. La imagen de un participante durmiendo a la intemperie lo dice todo, y si algo faltaba, ahí están las medallas deteriorándose a los pocos días de entregadas a los ganadores. Una nación es algo más que un nombre y una historia. Una nación es, ante todo, la gente que vive en su territorio. Francia se ha llenado de argelinos y subsaharianos. De ahí su actual apariencia de país del Tercer Mundo.

*Hay pueblos que parecen condenados a la miseria, y cuando sus habitantes emigran a un país desarrollado y próspero, llevan la miseria consigo. Nosotros los cubanos contribuimos a la prosperidad. La acrecentamos. “Nosotros los cubanos no somos nada chauvinistas. Al ser tan superiores, sólo somos realistas”. Marisela Verena lo habrá dicho en broma, pero es cierto. A donde hemos ido, nada hemos destruido, nada hemos degradado. En Cuba nació uno de los más destructivo de los gobernantes, pero sólo allí ejerció su maligno desempeño. 

*Hay indicios de que la China de los Ojos Tristes ya no vive en Santiago de Cuba, que se ha mudado con botellas y todo para algún lugar del norte de Oriente. Me pregunto si será Mayarí Arriba, el lugar donde está el mausoleo que guarda los restos de Vilma Espín, de otros próceres castristas y del bailarín de flamenco Antonio Gades.

 Por cierto, comunista más fanático que este bailarín no lo ha parido madre. Una vez se dirigió a la dirección de la UNESCO pidiendo que la persona de Fidel Castro fuese declarada Patrimonio de la Humanidad. O sea, que si alguna vez hubiese estado usted cerca de Fidel Castro y lo hubiese obsequiado con lo que en Holguín llamamos “una patá en el inán”,  el asunto hubiese terminado en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

*La actuación de los castro-deportistas en los Juegos Olímpicos sólo se puede calificar de catastrófica. “La Potencia Deportiva Mundial”, como llamaban los capitostes del régimen de la Isla terminó con nueve medallas, cinco de ellas del equipo de lucha. La China de los Ojos Tristes debe de estar que ni el escocés lo consuela y apacigua.

*Si todos los actos de la campaña electoral de Kamala Harris van a ser como el que la inició en Detroit, los que estaban preocupados porque Kamala llegara a la Casa Blanca deben tranquilizarse. Aquello fue un desmadre general y completo. Ni ella ni nadie puede ganar una elección con semejantes seguidores llevando la voz cantante. Al menos, no en un país como este. Porque no es sólo ella. Son quienes la siguen o quienes la empujan. La peor ralea que es posible encontrar entre los Grandes Lagos y el Río Grande. Calcañar de indígena y arena de callejón.

*En el Medio Oriente, una vez más, está a punto de armarse la de Dios es Cristo por la muerte en Irán de un jefe terrorista árabe. Al parecer, los ayatolas están convencidos de que sus huéspedes tienen derecho a la impunidad y cuando a alguno de ellos le pasan la cuenta por un crimen, lo toman como una ofensa personal. Eso no tiene remedio, que tal actitud es natural en gente primitiva, y para gente primitiva, los musulmanes, creyentes en “la Teología absurda de un beduino inmoral”, sabia definición del islam en las sabias palabras de Mustafá Kemal Ataturk, el gran héroe militar y político de los turcos.

*Joe Biden ha sido el peor presidente de la ya larga historia de los Estados Unidos de América. Pero eso no es suficiente para los que quieren destruir este país. Ahora su esperanza está puesta en Kamala Harris, la primera mujer y la primera afroamericana. En fin, más o menos. De acuerdo a los absurdos cánones raciales de los anglosajones, todo el que tenga sangre afroamericana, afroamericano es. Para mayor tristeza, Kamala tiene un historial algo así como complicado, por no decir algo peor, que lo perdonable en John Kennedy y Bill Clinton, no lo es si los hechos los realiza una mujer. Y nada de protestas ni puñeterías conmigo. Yo no hice el mundo ni las sociedades que lo forman o deforman, y no es mi culpa si las mujeres deben pagar por lo que en el hombre es gratis o incluso lucrativo.

*Un problema que siempre he debido afrontar en mi trabajo como articulista es mi inclinación a interesarme en asuntos que a los lectores no les interesan. Por ejemplo, el hecho de que los animales de la fauna africana que matan más personas sean herbívoros. No, no son los leones ni los leopardos, que pueden utilizarnos como alimento, sino tres herbívoros: el elefante, el rinoceronte y el búfalo, bestias execrables que matan por matar. Simplemente despanzurran al pobre tribeño que encuentran su camino y siguen de largo.

*Por cierto una de las peores exhibiciones de hipocresía colectiva fueron los furiosos lamentos por la muerte de un viejo elefante, la cual le costó un aluvión de críticas a su matador, el Rey Juan Carlos. Yo, que como ser humano que soy, estoy más cerca de los reyes que de los elefantes, ripié a los detractores del Rey.

*Para animales, las vacas, las ovejas, los cerdos, los caballos y las gallinas, con sus respectivas parejas, por su utilidad. El tigre, el leopardo y el jaguar por su belleza. El león por su majestuosidad. Por cierto, si alguna vez anda usted por una selva africana y se encuentra con un león, el llamado “Rey de la Selva”, no deje de avisarme. El león es un animal de sabana y nada se le ha perdido en selva alguna…, a no ser en la de Tarzán.

*Murió Alain Delon, uno de los actores favoritos de mi generación. Teníamos la misma edad.

*Yo apenas soy la mitad de lo que fui. Llenar dos páginas de LIBRE, algo que era natural para mí, se ha convertido en un reto.

*Kamala Harris, una vicepresidente poco menos que fantasmal, se ha visto de golpe y porrazo convertida en la rival nada menos que de Donald Trump en la contienda presidencial. Aunque no deja de ser un logro y hasta un honor, no creo que la haya hecho feliz. Yo, en su lugar, no lo estaría. Aunque cada persona es un mundo, dijo no sé quién.

*Extraño fenómeno deportivo: ¿Por qué en Jamaica, una isla insignificante, han nacido tantos corredores campeones olímpicos? Alguien lo atribuyó a la abundante cría de gallinas, no en jaulas, sino en libertad, lo cual constituye una provocación para los niños jamaiquinos o jamaicanos, que se pasan la vida persiguiéndolas, pero no me parece una razón suficiente.