Como un “balde de agua fría” recibió el exilio venezolano el robo de las elecciones por parte de la dictadura de Nicolás Maduro luego de que el mundo quedara estupefacto con el anuncio a la medianoche del domingo de que el dictador se proclamó “vencedor” con un 51.2 % de la votación total.

Muchos venezolanos estallaron en llanto durante la gigantesca manifestación que se realizó en predios del parque José Martí donde los asistentes tenían plenamente confianza en que la ganadora iba a ser María Corina Machado y Edmundo González a quienes las encuestas les daban el triunfo.

Desilusionados los exiliados bajaron los altavoces y las banderas ya que la mayoría tenía proyectado regresar a Venezuela a reencontrarse con sus familias y continuar su vida de rutina como la tenían antes de que el dictador Chávez y seguidamente Maduro se apoderaran del país.

Enseguida comenzaron a oírse las voces en este recinto de “Maduro es un hampón…se robó las elecciones” tras anunciarse que el exilio hará un plantón en Miami para exigirle a la administración Biden que haga valer el triunfo de González a quien las encuestas le daban el 65% de la victoria en las urnas.