Por José “Chamby” Campos
Dentro de dos días el mundo deportivo se concentrará en París para dar comienzo a las XXXIII Olimpiadas de verano. Para aquellos que no han repasado o se le han olvidado los números romanos estos juegos olímpicos son la versión número 33.
El sueño de Pierre de Coubertin se hizo realidad en 1896 con la primera edición de las “Nuevas Olimpiadas”; una continuación de las competencias atléticas que por más de 400 años “Antes de Cristo” tuvieron lugar en la antigua ciudad griega de Olimpia, de ahí proviene el nombre “Olimpiada”. Como respeto a la Hélade los primeros juegos fueron efectuados en Atenas ya que Olimpia había desaparecido y solo quedaban las ruinas.
El lema de “Citius, Altius, Fortius” que significa “Más rápido, más alto, más fuerte”. proveniente del latín, fue instituido en ese año y jamás ha sido cambiado o alterado.
Por tercera vez, la ciudad de las luces será la anfitriona de este festejo mundial, habiéndolo hecho anteriormente en 1900 y 1924; lo que hace que estas se estén llevando a cabo exactamente un siglo más tarde.
Francia en la actualidad atraviesa unos momentos bastantes difíciles debido a las recientes elecciones que han fracturado al país. Pero, aun así, tanto el Comité Olímpico Internacional, (COI), como el francés, se han dado a la tarea de presentar un espectáculo digno de unos Juegos Olímpicos. Por las próximas dos semanas el mundo a través de las pantallas de televisión podrá apreciar la belleza de la tierra de Monet, Víctor Hugo y María Callas. La Torre Eiffel, El Arco del Triunfo, El Palacio de Versailles, La Catedral de Notre Dame y muchas otras joyas artísticas estarán presentes en todo momento.
Se tomó muy en cuenta la seguridad de los participantes y después de debatir si la ceremonia de apertura debería efectuarse dentro de un estadio cerrado como se ha hecho en todas las anteriores, llegaron a la conclusión que por primera vez en la historia se realizaría en un escenario al aire libre; lo que dio lugar que se escogiera al majestuoso Río Sena.
Allí los atletas desfilarán en barcos, ofreciendo un panorama como nunca antes visto. Sin duda que será una gran experiencia para los espectadores presentes, al mismo tiempo que los millones de televidentes podrán deleitarse de la belleza de la ciudad vista desde el río.
El desfile de inauguración será este viernes e inmediatamente el sábado en la mañana darán inicio las competencias que continuarán hasta el domingo 11 de agosto. Sin embargo, por el largo itinerario de ciertos deportes, hoy mismo el fútbol masculino y el rugby de siete participantes abrirán las contiendas al igual que mañana lo harán el balonmano (handball) y el tiro con arco, siendo estos las cuatro modalidades que comenzarán antes de la apertura oficial.
Para apreciar el progreso de Los Juegos Olímpicos, demos un vistazo al año 1924. En ese clásico participaron 3,089 atletas representando 44 países. El número de deportes que se disputaron fueron 17 en un total de 126 eventos. En contraste este año la ciudad gala le dará la bienvenida a 206 países que enviarán a 10,500 deportistas para que compitan en 329 eventos pertenecientes a 32 deportes.
Como dato interesante de 1924, Francia convenció al COI para que también se llevaran a cabo competiciones de artes que al final se incluyeron. Fueron cinco y se dividieron en las siguientes categorías: Arquitectura, Escultura, Literatura, Música y Pintura.
En esos juegos se revelaron dos estrellas que años más tarde triunfarían por todo lo alto. Una de ellas fue el fútbol uruguayo, donde su selección conquistó la medalla de oro y esta luego más tarde se apoderaría de la primera Copa Mundial de Fútbol en 1930.
El otro fue el astro estadounidense Johnny Weissmuller, quien ganó tres medallas de oro en eventos individuales de natación más otra de bronce como miembro del equipo de polo acuático, algo extremadamente difícil de lograr. Años más tarde Weissmuller perdería su identidad como atleta y se convertiría en ídolo de millones de espectadores a través de las pantallas de cine como “Tarzán, el rey de la selva”.
Cuba después de no participar desde los segundos juegos que se llevaron a cabo en la ciudad de San Luis en EE.UU. envió una delegación de 9 atletas para que compitieran en esgrima y remos, esta última fue la primera vez que la isla se mediría en esta modalidad. La representación fue encabezada por el gran Ramón Fonst quien tuvo el honor de ser el abanderado de nuestra República. Junto a él se encontraban los esgrimistas Alfonso López, Eduardo Alonso, Ramiro Mañalich, Salvador Quesada y Osvaldo Miranda más los remeros Enrique Conill, Antonio Saavedra y Francisco Cisneros.
Desafortunadamente ninguna de las dos especialidades pudo obtener medallas.
Esperemos que, con la turbulencia existente en el mundo, estas olimpiadas nos traigan un buen espectáculo sin ningún tipo de controversias y sobre todo que al final reine la paz.
¡Vive La France y que comiencen los Juegos!
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