Los niños necesitan seguir una rutina cotidiana para sentirse seguros y tranquilos en su ambiente. Esta rutina establece horarios y hábitos repetitivos que ayudan a construir un equilibrio emocional a su vez da un mecanismo importantísimo para su educación, personalidad, y autonomía.
Estos hábitos y rutinas son importantes desde que son bebés.
Podemos asegurar que los hábitos y rutinas les aportan mucha seguridad, ya que para ellos todos es nuevo y desconocido, en establecimiento de los hábitos y las rutinas les van a aportar muchísima paz y tranquilidad y esto debe comenzar desde que son bebés.
Debemos tener en cuenta que como es natural no conocen el orden de las cosas cuando nacen; por lo cual los adultos deben enseñarles a organizar su vida mediante horarios estables asociados a rutinas, a través de actividades que se hacen todos los días en el mismo momento y de la misma manera.
Esto los hará ser perseverantes y constantes además de mucha seguridad.
La misión que tienen los padres y cuidadores es establecer rutinas y hábitos en el día a día, debemos tener en cuenta que somos su espejo donde ellos se miran debemos ser su ejemplo y su apoyo.
Podemos decir que el hábito y las rutinas aportan un mecanismo importante en la constancia y regularidad por lo tanto son fundamentales tanto para la vida familiar como la escolar.
Debemos desde pequeños hacerles notar que sea una rutina establecida y sistemática, que hay que hacerla y probablemente en más de una ocasión. Como conclusión debemos decir que los hábitos y las rutinas aportan un mecanismo importante constancia y aprendizaje y que por tanto debemos ser fieles y constantes en ello si queremos que el infante, el niño se desarrolle de una manera elocuente, disciplinada, segura, que traerá grandes logros y progresos en su futuro.
Digna Romero
Homestead, Fl.
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