Dos niños patinaban en un lago helado cuando de pronto el hielo se abrió y uno de los niños cayó al agua.
La corriente le arrastró un poco más adelante y el niño no podía salir. Estaba atrapado bajo la capa de hielo.
Su compañero comenzó a gritar pidiendo auxilio pero no había nadie cerca. Se dio cuenta de que lo único que podía salvar a su amigo era abrir un agujero en el hielo. Así que buscó una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas. Una y otra vez, sin parar. Hasta que de pronto el hielo se rompió y pudo ofrecer su mano para que el otro niño se agarrara. Así, de esta forma, pudo salvar a su amigo.
Cuando llegaron al pueblo y contaron a todos lo que acababa de suceder, ninguno podía creer su historia.
– ¿Cómo un niño tan pequeño como tú ha podido romper una capa de hielo tan gruesa? ¡Eso es imposible!
– Eso, eso- decía otro- ¿cómo pudiste hacerlo?
Entonces, un anciano se acercó y dijo:
– Yo sí sé cómo pudo hacerlo.
Todos le miraron con atención. Entonces, el anciano añadió:
– Porque no había nadie cerca para decirle que no podía hacerlo.
Reflexiones sobre
este cuento
Todos podemos lograr nuestros sueños con mucho esfuerzo y perseverancia. De acuerdo, no siempre se consigue, pero con ilusión y empeño, tendrás muchas posibilidades de lograrlo. Pero tan importante es creer en ti mismo como aprender a no escuchar los mensajes que te puedan desmotivar:
• Si crees que puedes hacerlo, puedes hacerlo: Para conseguir un reto lo principal es confiar en ti mismo, ser capaz de creer a ciencia cierta que vas a lograrlo. Ese poder te dará fuerzas para perseverar y sobreponerte a los obstáculos que encuentres. El camino hacia la consecución de los sueños no suele ser fácil. Tendrás dificultades, pero con ilusión, todo es posible.
• No dejes que nadie te haga perder la ilusión: Para conseguir un objetivo, debemos creer que lo conseguiremos. Podríamos usar el conocido lema de un equipo de fútbol español que dice así: ‘nunca dejes de creer’.
• Pero además necesitamos otra cosa igual o más importante: no hacer caso a aquellos que intentan que perdamos la ilusión. Habrá personas que digan: ‘eso es imposible’, ‘ni lo intentes’, ‘puede que lo logres, pero hazte a la idea de que no…’ Todos esos mensajes minan la autoestima y los sueños, desinflan las ilusiones. Y no puedes permitírtelo.
Debemos aprender a permanecer firmes en nuestro empeño si de verdad estamos seguros de que podemos lograr ese sueño.
• La importancia de la motivación: En el niño que pudo hacerlo, el niño que consiguió salvar a su amigo en esta historia lo consiguió porque no escuchó ningún mensaje desmotivador, nadie que le dijera que no podía conseguirlo.
Por lo tanto, él estaba convencido de que lo lograría. Ese es el espíritu que debemos tener con nuestros sueños. Ilusión y esfuerzo. Esfuerzo y perseverancia. No conseguiremos todo lo que nos propongamos, pero nunca podremos lamentarnos de no haberlo intentado con todas nuestras fuerzas.
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