Por José “Chamby” Campos
Otro capítulo más donde Los Marlins de Miami se acentúan como la peor franquicia deportiva local.
El pasado viernes antes del comienzo de la serie frente a Los Atléticos de Oakland, la gerencia de los peces canjeó a su mejor pelotero por cuatro prospectos de ligas menores.
Luis Arráez, único atleta en ganar el campeonato de bateo en ambas ligas en años consecutivos, fue enviado a San Diego dejando otra vez más, una estela de dudas y desencanto con la organización.
A solo un mes de haber comenzado la temporada tal parece que la venta de liquidación está en plena acción. Ningún jugador está exento de lo recién ocurrido. Si bien era esperado que vinieran cambios, nadie pudo imaginarse que llegarían tan temprano ni que hicieran distinción en quien se iría. Con esta decisión Los Marlins básicamente han “tirado la toalla”.
¿Quiénes serán los próximos? Jesús Luzardo, Jake Burger y Josh Bell son piezas atractivas para muchos otros equipos.
Su gerente general, Peter Bendix, en declaraciones hechas después que el intercambio se consumara, admitió que básicamente estaban sacando la bandera blanca. Su comentario de que “Es poco
probable que lleguemos a los playoffs” lo dice todo.
Esta franquicia vive en una constante negación de culpabilidad, súplicas de paciencia a sus seguidores por parte de su administración y falta de presentación de un buen espectáculo. Estos tres elementos nos llevan a las siguientes preguntas que muchos se hacen.
¿Cuál es la razón que la afición tiene que seguir esperando?
¿Hasta cuándo los fanáticos van a tener que asistir a un estadio que continúa presentando un bochornoso producto?
Este despacho de Arráez y de los que se avecinan, sin duda señalan un desmantelamiento del actual personal para imponer el nuevo régimen de Bendix.
Esta es la tercera ocasión que después de haber tenido una temporada fructífera, la gerencia se deshace de las piezas claves de ese triunfo. La situación de ahora es peor, porque en las dos anteriores por lo menos eran campeones mundiales.
He aquí cómo esta empresa compara con las otras franquicias locales.
Bajo el liderazgo de Pat Riley los Miami Heat siempre han firmado jugadores de primera clase y sus actuaciones todos los años son dignas de presenciar.
Los Miami Dolphins a pesar de no haber triunfado como los aficionados hubiéramos querido, sus presentaciones son dignas de seguir y su administración es de primera clase.
El Inter Miami con su gerencia compuesta por el legendario David Beckham y los hermanos Mas Santos, han demostrado que sus intenciones son las de crear un equipo de máximo rendimiento y levantar un deporte que hasta hace unos años atrás era foráneo en esta ciudad.
Es tiempo que le dejemos saber a estos dueños que esta ciudad está cansada de que se les tome el pelo. Al igual que los políticos nuestros deben de llamarlos a contar y cuando estos mercaderes vengan a pedir ayuda tienen que exigirles.
Los últimos dos eventos exitosos que se han llevado a cabo en el estadio de “La Pequeña Habana”, rehúso llamarlo “Marlins Park” y tengo derecho porque parte de mis impuestos van a saldar la deuda de su construcción; demuestran que el público miamense responde a una función que tenga valor.
El Clásico Mundial de Béisbol y La Serie del Caribe son pruebas suficientes.
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