La artista digital, Houda Bakkali ha presentado en el Círculo Artístico de Barcelona su nuevo trabajo, una muestra que ha sido la primera en fusionar los lienzos tradicionales con su realidad aumentada y con la figura de la mujer como protagonista absoluta, en este reconocido espacio cultural. Y para dar visibilidad al arte digital y a la realidad aumentada de  Bakkali hemos hablado con su creadora  que nos ha explicado su original método creativo: “con la realidad aumentada las obras pueden estar en cualquier punto del planeta y mimetizarse con otras culturas. Y eso para mi es maravilloso: el binomio arte y nuevas tecnologías democratiza el arte”.

 Por Amalia González Manjavacas 

El Círculo Artístico de Barcelona una institución con más de 140 años de historia y por la que han pasado artistas internacionales, cuenta estos días con la artista Houda Bakkali ( Tánger, Marruecos 1981) que vive a caballo entre Madrid, Barcelona y París, una artista de las pioneras en arte digital y nuevas tecnologías, con una sólida trayectoria profesional dentro y fuera de España. 

Ahora, -cuenta Bakkali – tras dos grandes muestras en Mónaco y otra en la Alianza francesa de Madrid, “he introducido mi obra dentro de una de las instituciones artísticas más puristas y reconocidas de Barcelona, el Círculo artístico. Un honor para mí”.                                  

Un trabajo que se suma a sus recientes proyectos en el Aeropuerto Internacional de Málaga, donde por vez primera se expusieron lienzos con versiones virtuales, audiovisuales e interactivas. Después pudimos ver su trabajo en el Parador de Cangas de Onís, recorrimos la Soria de Machado en un revelador proyecto de arte digital y ya avanza su siguiente proyecto artístico de temática femenina, Dulcinea y Don Quijote que -según nos asegura Bakkali- volverá a sorprendernos con otra original inmersión virtual donde he apostando por la combinación entre la obra tradicional y la digital. 

“La dualidad del arte” es tu nuevo proyecto artístico 

  Es un trabajo que representa la contraposición entre lo monocromático y la explosión de color. Obras que se pueden contraponer o retroalimentar. Dos emociones diferentes, dos maneras de ver y entender la vida que coexisten. Representan la pasión por la vida. Mucho color. Naturaleza. Mar. La mirada femenina. La serenidad. Desear, Soñar. Es un trabajo que fusiona lienzos con realidad aumentada y que ha empezado a cobrar vida aquí, en el Real Círculo Artístico de Barcelona.

Tu realidad aumentada llega al Real Círculo Artístico de Barcelona donde también has impartido una charla “Arte más allá del arte” ¿cuéntanos?

Bueno el arte digital puede ser un excelente facilitador de información. La versatilidad que nos permite lo convierte en un medio para formar, informar y entretener. Hablamos de lienzos que cobran vida a través de diferentes herramientas, medios, o plataformas. El lienzo empieza a hablar, a contar historias, a explicar conceptos. Se abre. Crece. Implica al público que deja de ser un simple espectador para formar parte activa de la obra. 

¿Más oportunidades para los artistas?

Sin duda. Abre nuevas posibilidades a los creativos. Abre el espectro a nuevas disciplinas, a nuevos escenarios. Es decir, no sólo las nuevas tecnologías permiten que el lienzo cuente un mensaje o invite a realizar una acción. También permite una trazabilidad sobre esa acción, hacer un seguimiento del impacto que ha tenido en el público. Todo ello, a través del poder de la creatividad, y la multiplicidad de opciones que permite el arte digital: formatos, medios… Y, sobre todo, permite crear con dinamismo o inmediatez. 

Pero esto suena a marketing, ¿no?

El arte lo abarca todo. Es producto, es negocio, como vemos hoy en día. Una de las grandes ventajas de los entornos digitales es que permiten abrir ese mercado a nuevas posibilidades no sólo tecnológicas, si no también comunicativas y de mercadotecnia. El marketing cobra protagonismo no sólo alrededor de la obra si no dentro de ella, adquiriendo otros valores y nuevos objetivos.

¿El lienzo se queda corto entonces?

Cuando hablamos de arte digital, el lienzo deja de tener límites. A parte del potencial creativo que esta idea supone, porque hace que nuestras obras crezcan con el tiempo, incluyan nuevas perspectivas y nuevos escenarios. También rompe los límites espaciales, temporales y generacionales. Es uno de los aspectos que más me apasiona del arte digital, saber que mi obra no va a estar limitada y encerrada en un lienzo si no que podrá estar a cualquier lugar, en cualquier momento y podrá cambiar siempre que quiera. El lienzo es sólo mi punto de partida. A veces miro una obra y me digo, pues quizás eso ahí habría quedado mejor que allá, o esa historia podría haber sido distinta o esta persona debe ser parte de esta obra, y entonces voy y lo cambio, y todo se rehace. Cambia. La parte más mágica que me encanta. Nosotros crecemos en todos los sentidos, nuestras obras también.

   Con obras repartidas por todo el mundo y con importantes premios a tus espaldas, “Trasgression” es tu trabajo más premiado ¿dónde los guardarías?

En ningún sitio. Yo quiero que mi obra la vea todo el mundo. He hecho dos exposiciones individuales en dos aeropuertos internacionales porque me gusta que la gente puede verlo, oírlo y tocarlo. Con la realidad aumentada las obras pueden estar en cualquier punto del planeta y mimetizarse con otras culturas. Eso es maravilloso, universaliza el arte. Para mi, no hay simbolismo mayor que el disfrute de la obra por todos. 

¿Se entiende el arte que haces?

Para mí es importantísima la labor divulgativa. Explicar de manera sencilla los procesos creativos, simplificar el discurso y compartir nuevos conceptos forma parte también de mi trabajo. Yo quiero crear algo cercano y accesible. Eso me ayuda a conectar mucho con la gente y a romper los estereotipos sobre el arte digital. Mi ventaja es que yo también trabajo sobre lienzo y me mancho las manos con el acrílico y el óleo. Mis cuadros son tradicionales, pero tienen una segunda parte que es la divertida, la que genera curiosidad e invita a una continuidad. Es la parte que rompe la barrera entre la obra y el público, que empieza a interactuar, a disfrutar de otras posibilidades que se suman a las del lienzo. 

El arte digital va entrando en las instituciones tradicionales, ¿crees que se han roto ya los prejuicios antiguos?

El arte digital es muy amplio. Desde la llegada de los NFTs es común que se relacione con estos activos y también con las generaciones jóvenes. Pero el concepto de arte digital ni es nuevo ni se limita al criptoarte, abarca un espectro amplísimo de formas y fondos. Hoy existe una mayor adopción por parte de las instituciones más tradicionales precisamente por su potencial lúdico y de marketing. Es una herramienta de captación. Por ejemplo, vemos como cada vez hay más exposiciones inmersivas. Invitan de una manera divertida y didáctica a descubrir la vida, la obra y los espacios de los artistas. En este sentido el binomio arte y nuevas tecnologías democratiza el arte. 

¿Y está de moda?

No. El arte digital está vivo y está para quedarse, para sumar innovación, riqueza, diversión, para compartir nuevos conceptos y nuevas maneras de hacer y entender el arte. Además, las nuevas tecnologías complementan el arte tradicional y lo abren a nuevos mundos que aún no conocemos. Lo bueno de las modas es que pasan de moda y vuelve la moda anterior u otra distinta. En cambio el arte es atemporal y para siempre. Es universal, como la alegría.

Tu obra irradia felicidad y optimismo ¿es ese el mensaje que quieres dar? 

Yo creo que la felicidad y el optimismo son necesarios siempre, como el arte. La actitud positiva ante la vida es fundamental para todo. Hay que agitar el mundo a través del poder del cariño y la alegría. La vida es imprevisible. Por eso cuando viene a contracorriente hay que atacar con grandes dosis de esperanza y mucha actitud positiva. 

Y presentar tu obra en el mismo escenario que pisó Picasso

Es un impulso importante, no sólo por lo que representa una institución tan prestigiosa como el Real Círculo Artístico de Barcelona, si no, por el cariño que me ha demostrado todo el equipo. El “qué” es importante, pero el “cómo” aún más para mi. También el hecho de llevar un concepto tan innovador como la realidad aumentada sobre lienzos físicos que ha generado mucho entusiasmo y curiosidad.

Define o dime que significa para ti Houda el Arte

 Para mi el arte es hacer cosas, crear, hacer que surja y que transmita, independiente de las herramientas que usemos. El arte digital por esa versatilidad y ese poder de reinventarse es donde más cómoda me siento, pero sin renunciar a los lienzos, los acrílicos y al óleo. Todo suma y hace que la obra sea mucho más completa y más compleja. Un reto continuo, ya que el arte digital exige también un reciclaje y un aprendizaje continuo. El arte es un oficio y una vocación, un trabajo de fondo. Yo he tenido la gran suerte de poder elegir y elegí el camino más complicado, el que exige más sacrificio en muchos sentidos, pero la vida por circunstancias casi casuales me fue derivando a punto ya sin retorno, y es en el que me siento más feliz.

¿Crees que el arte se defiende solo?

Debería defenderse solo. Pero hay otros factores que nos obligan a jugar en otros terrenos. El mundo del arte es muy complejo. Hay que trabajar mucho, tener mucha disciplina, no desconcentrarse, querer mucho, dejarse querer también, tener las espaldas muy anchas y un largo etcétera, como la suerte o estar bien rodeado….  Es como el deporte, puede haber muchas maneras de llegar a la meta pero lo realmente complicado es mantener el ritmo con el paso del tiempo. Ser fiel. Y convencer, no solo con la obra, la técnica o la innovación, sino con el estilo, el alma (risas) que es en definitiva lo que nos diferencia de otros y lo que hace que nos recuerden. Eso exige cercanía, tiempo, creatividad, conversación. Es una carrera de fondo y de formas.