Directivos de la organización “Médicos Solidaridad Sin Fronteras” aplaudieron y reprocharon a la vez que se acabe la esclavitud y la explotación de los médicos cubanos que el régimen comunista envía como supuestas misiones a varios países quedándose al final con todas las ganancias de estos servicios.
El presidente de esta organización médica, el doctor César Alfonso, dijo que “Estados Unidos se había demorado en pronunciarse sobre este controversial tema luego de que pasó una ley en el Congreso norteamericano imponiendo sanciones a los países que colaboren contratando a los galenos cubanos.
Precisamente el legislador federal Mario Díaz Balart anunció que la ley propuesta por sus colegas Carlos Giménez y María Elvira Salazar destaca que las sanciones se impondrán a naciones que se valgan del profesionalismo de estos médicos para superar deficiencias médicas en sus centros hospitalarios.
“Estamos investigando y cuando termine todo esto sabremos cuáles son los países que actualmente mantienen contratos con el régimen comunista para la contratación de estos médicos que son explotados profesionalmente por la dictadura castrista”, afirmó Díaz Balart.
Alfonso dijo que todo esto a la larga se constituyó en un tema de auténtica esclavitud ya que los médicos cubanos, fuera del miserable sueldo que les paga el régimen, tienen también que trabajar hasta altas horas en esos centros clínicos para que suministren sus servicios de día y de noche.
“Lo peor es que los galenos cubanos, casi nunca, saben a ciencia cierta cuánto le pagaron a la tiranía por sus servicios profesionales hospitalarios en horarios extendidos de día y de noche soportando mala alimentación y pésimo hospedaje”, relató Alfonso.
“Nuestra organización ha conocido casos de matrimonios de médicos que por largos años han sido enviados a hospitales que están en pésimas condiciones locativas teniendo que trabajar horas extras tras el suministro de usar pésimos uniformes para desempeñar su delicada labor médica”, relató.
“En muchas ocasiones se trata de hospitales y clínicas que además no cuentan con los suficientes equipos y material médico para desempeñar la labor profesional muchas veces también apartados muy lejos de las locaciones urbanas”, denunció Alfonso.
“Tenemos igualmente denuncias que nos han hecho llegar a nuestra organización los médicos cubanos en las cuales ponen al descubierto otro infame plan como el de que son llevados a otros países como “esclavos”, denunció Alfonso.
“Además los médicos que deciden no regresar a Cuba tras concluir su misión son considerados desertores y se les aplica la ‘ley de 8 años’, que consiste en extraditarlos, encarcelarlos y separarlos de sus familias”, aseguró el directivo médico.
“Los Médicos cubanos han denunciado también que las brigadas de salud que organiza Cuba para exportar personal a otros países y ofrecer ayuda humanitaria en realidad equivalen a “esclavitud moderna”, pues son amenazados con separarlos de sus familias, dejarlos sin ingresos o meterlos a prisión si no regresan a Cuba”, aclaró Alfonso.
“Por ejemplo tenemos la denuncia de Alma Leyva Domínguez, presidenta del Gremio Médico Cubano Libre, quien narró su experiencia cuando fue convocada para prestar sus servicios en Brasil, de 2017 a 2018”, añadió Alfonso.
“La médico –según ella– cuando el gobierno de Brasil denunció las irregularidades que sufrían los médicos cubanos, el régimen dio la orden de que regresaran al país; sin embargo, un grupo de ellos, incluida esta docente, decidieron quedarse para eludir las represalias de la tiranía”.
“El gobierno cubano no tiene corazón, no es un gobierno humanitario, porque de un día para otro dejó a Brasil sin médicos”, sostuvo Leyva Domínguez, quien decidió junto con su familia residenciarse en esta nación suramericana”, relató Alfonso.
“Esta médica también nos dijo que a los “desertores” los hacen ver como lo peor y por ello siempre la represalia es contra las familias. Por ejemplo, contó que a su hija la molestaban en la escuela, a su hijo lo despidieron del trabajo y su madre sufrió un ataque de hipertensión por el acoso del régimen, pues soldados iban constantemente a su domicilio”, narró Alfonso.
“Finalmente esta docente nos relató que el régimen de Cuba le notificó a ella que si no regresaba al país la separarían de su familia. Esto obligó a que tanto sus hijos como su madre viajaran a Brasil, de manera irregular, para reunirse con ella”, sostuvo luego Alfonso.
“Hay otro caso. El médico Emilio Arteaga, quien estuvo de misión en África, dijo que el trato de la dictadura a los médicos es como si fuesen soldados, pues siempre los concentran en una especie de campamento, a donde van a trabajar”, enfatizó.
“No les permiten hablar ni comunicarse por escrito con sus familias. Los dejan aislados de todo el mundo para que no hagan las denuncias del caso”, insistió Alfonso, quien dijo que fuera de que son tratados como esclavos, a la larga, también son separados de sus familias”.
“Las presiones psicológicas, los chantajes emocionales, la imposibilidad de relacionarte con otras personas que no sean miembros de la colaboración médica, especialmente con el personal cubano que radica ahí en esos respectivos países, son atroces “, enfatizó.
“Otro caso es el del médico Omar Tamayo, quien estuvo en una misión en Haití, el cual denunció que los médicos que son aceptados en misiones se van sin sus títulos profesionales para garantizar que regresen a la isla. Además, el salario que les pagan no alcanza para vivir en los países donde prestan sus servicios con dignidad”, denunció también Alfonso.
“Aunque estuvo a punto de no regresar, finalmente terminó su misión por miedo a represalias y, posteriormente, escapó con su familia. Muchos otros médicos han hecho lo mismo”, sintetizó Alfonso acerca de este delicado tema que por lo regular siempre esconde la tiranía.
Y concluyó Alfonso: “Está probado que más del 80% del dinero que Cuba cobra por las brigadas va a parar al régimen y no al bolsillo de los médicos cubanos, que viven en condiciones de esclavitud moderna y todo tipo de violaciones de sus derechos humanos”.
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