Las viejas costumbres dicen que para tener un año próspero debemos seguir algunas tradiciones típicas del lugar donde nos encontremos cuando el reloj marque las 12:00 de la noche, por ejemplo: para que no llores debes tomar agua, para el amor y el dinero debes colocarte ropa interior amarilla o roja, debes contar dinero para que no te falte todo el año, debes salir de tu casa con una maleta si deseas viajar. Para alejar las enfermedades debes usar ropa blanca y comer las famosas doce uvas para que te vaya bien cada mes.
El paso a un Año Nuevo es el momento en que florecen en todas las culturas las supersticiones y los ritos para atraer la suerte y conjurar su destino. Es el mito del eterno retorno de la esperanza en un nuevo comienzo. Las personas piensan que haciendo todas estas cosas su vida cambiará y mejorará.
Uno puede poner su confianza en todas éstas ceremonias, sin embargo, estas creencias, supersticiones, fueron creadas por el ser humano y no tienen absolutamente nada que ver con la realidad, porque si estas acostumbrado a realizar algunas de estas práctica y te fue bien, puede ocurrir que un año sucedan situaciones confusas y graves que no esperabas, entonces qué pasará con tu amuleto, al que tanto estabas aferrado?… la mayor parte de la humanidad pone su confianza en lugares equivocados.
Este nuevo año no lo empieces confiando en la suerte, en un amuleto, o creencias humanas… sino que agradece a Dios por las bendiciones recibidas, a pesar de las diferentes y duras pruebas que hayas atravesado, estas te servirán para comenzar un nuevo año con más ánimo y fortaleza.
Faltan pocas horas para que entremos en un nuevo año. Todos deseamos que nos vaya bien, que podamos alcanzar nuestras metas y que la felicidad sea constante a lo largo de todos los días.
Y todo esto es porque vivimos en un mundo donde no estamos exentos de que nos pasen cosas buenas o malas. A esto le llamamos vida, y en la vida debemos pasar por diferentes pruebas, las que Dios ha decidido poner en nuestro camino.
Muchas veces para llamarnos la atención porque Él está a nuestro lado esperando tener una relación personal con cada uno de nosotros y decirnos que está dispuesto a ser parte de nuestra vida y así de esta forma poder ayudarnos a sobrellevar esa pesada mochila de problemas que llevamos sobre nuestros hombros.
En otros casos le llamamos pruebas, las que nos ayudarán a fortalecer nuestra fe, porque -aunque no queramos- por nuestro orgullo vamos a creer que podremos solucionar tal o cual situación sin la ayuda de nadie. Tal vez sí, pero en innumerables situaciones necesitamos el apoyo de alguien muy especial y ese alguien se llama Dios.
Es mi deseo que comiences el 2024, junto a tu familia dando gracias a Dios por todos esos proyectos y anhelos, que si están dentro de Su voluntad, ten por seguro que se harán realidad.
¡Feliz año Nuevo!
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