MI LENGUAJE CUBANO en 1950

Written by Esteban Fernández

17 de octubre de 2023

Mi forma de hablar, de escribir, de expresarme, es exclusiva de una generación de cubanos.

Ustedes han visto la enorme cantidad de expresiones cubanas, de dicharachos, de escritos costumbristas como “insultos cubanos”, “malas palabras cubanas”, “farándula cubana”, sin intercalar una sola palabra “foránea”.

Lo mío todo es aprendido en las escuelas y calles güineras durante los años 50 … Sin injerencias.

Viví 57 años en California rodeado de hispanos -sobre todo de mexicanos- y de ellos no adquirí ni incluí en mi léxico un solo vocablo proveniente de otros lares..

Miles de veces escuché en mi entorno palabras como “órale, mande, güey, tigre, ay bendito, chimba, llamarle a un niño “cipote” y a un negro “mayate”, no las he repetido nunca. Ni de coña. Vaya, ni el bonito “Pura vida” costarricense.

La televisión hispana es un manantial inagotable de jerga ajena y jamás he contagiado mi argot con ellas.

Por años vi el programa venezolano “Bienvenido”, me encantaba, aprendí muchísimas palabras de ese  país, pero nunca las he usado. Jamás al dinero le he dicho “bolívares”.

He convivido con montones de argentinos, he tenido buenos amigos gauchos, pero jamás se me ha escapado un “Oye che, ven acá” ni he probado un solo sorbo de mate.

Son ellos lo que han terminado haciendo suyos mi “Coño, no jodas más, chico”.

Y la Cuba de 1959 para acá ha producido miles de palabras y expresiones nuevas, ni una solita se me ha pegado, y ni de jarana he saludado a nadie con un “¿Qué bolá asere?”

Y después de 61 años en USA a regañadientes solo se me escapan cinco palabras: “OK, allright, income tax y shit”…

Temas similares…

0 comentarios

Enviar un comentario

This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.