Matanzas, octubre 30, 1930 – Texas, agosto 5, 2023
El pasado día 5 de agosto falleció en Texas el prestigioso médico cubano Ramón L. Font Menéndez. Nacido en la ciudad de Matanzas se graduó en la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana. Brillante como alumno fue el cuarto expediente de su promoción en 1956. La vocación científica que rigió toda su existencia le venía probablemente de su padre, fundador en 1921 de un laboratorio de análisis clínicos en la capital yumurina a pocos metros del Parque de la Libertad. Fue allí que, siendo preadolescente y bajo cobija paterna, Ramón se apasionó con las probetas y los microscopios, germinando en él un interés por las enfermedades y su despistaje que lo acompañaría por el resto de sus días.
Poco tiempo después de haber concluido el doctorado, su existencia fue trastornada al producirse en 1959 la nefasta Revolución. Con su esposa Hilda y dos hijas pequeñas, Piro -que así lo sobrenombraron siempre familiares y amigos- se expatrió hacia los Estados Unidos en junio de 1961.
En América se consagró a la anatomía patológica ocular. Trabajó muchos años para el hospital militar Walter Reed, nave almirante de los servicios médicos del ejército estadounidense. Años después se trasladó al Cullen Eye Institute de Houston. En ambas instituciones ejerció su especialidad, operando; dirigiendo equipos de jóvenes cirujanos que formó; y desarrollando paralelamente una admirable actividad docente en el Baylor College of Medecine. Fue miembro de decenas de organismos consagrados en EE.UU. y en el mundo al tratamiento de las patologías que afectan a los ojos. Font deja tras sí una estela muy significativa de reconocimientos, premios, publicaciones y aportes científicos que por numerosos es imposible resumir aquí. Piro tiene asegurado, por méritos y derecho propios, un puesto en la extensa lista de médicos eminentes nacidos en Cuba a lo largo de la historia patria.
Lo sobreviven la también matancera Hilda Pérez, su esposa durante 65 años, sus hijos María, Hilda y Ramón hijo, así como seis nietos y un biznieto que lo adoraban.
Descanse en paz el Doctor Ramón L. Font Menéndez, un cubano cuya inmensa valía fue reconocida internacionalmente y que como tantísimos otros compatriotas se vio obligado a expatriarse, vivir y morir lejos de la tierra que lo vio nacer.
Informó Gustavo Sánchez Perdomo
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