Dr. Luis Conte Agüero
Demetrio:
¡Asombro! Recientemente compré un viejo libro mío, “Primeras memorias Cuba y América”, que había dedicado así: A de la Osa, nombre de constelación estelar, como sus sueños de luz cubana marzo 21 de 2006.
Me emocionó comprar el libro viejo, pues en 2014 publiqué “Mis memorias, Cuba y América”, olvidando el anterior volumen.
En mi sucesión de asombros ignoro el número de mis libros y agradezco a Dios mis 99 años en marcha, cumpliendo deberes todavía. ¡Hasta he crecido físicamente, como regresando a mis 6 pies y a mi canto de barítono y tenor!
Sí, canciones dedicadas al amor.
Son caricia vital para mi vida
Existencia cabal que determina
Decisión de seguir en el combate
Jamás me cansaré de esta batalla
Que estalla, convocante en la trinchera
Izando la bandera que servir
Total mandamiento al corazón
Que late voluntad de combatir
Hasta garantizar la trayectoria
Con mandamiento de esta causa magna
Corona principal de la jornada
Que ice las banderas de victoria:
Epílogo feliz de la porfía
Por tu sueño y tu causa ¡qué es la mía!
Que es la nuestra y la de tantos, dignos, insistentes en causas nobles que salven mañanas en un futuro que luce difícil para el imperio del bien y triste esta expresión de desencanto, pero urge reconocer el reto moral de los tiempos y la necesidad de cerrar filas del bien para enfrentarlos.
En los actuales Estados Unidos es fácil advertir la crisis ética como si la conducta moral no fuera indispensable a la vida de todos. ¡Hasta matar es para muchos un juego, en pandilla o absolutamente solos!
Claro que nada justifica el crimen, pero ya se practica por el placer de matar y que la prensa lo divulgue. ¡Tanta estupidez ni siquiera se explica, ni en las pandillas ni en la más obstinada soledad!
Y nuestros Estados Unidos ¡por sus medios publicitarios son el escenario depravado y loco! Sería mucho pedir la ausencia total de salvajadas así, en toda la media… pero, por favor, ¡en nombre de Dios!
Juntos para comprenderse y unirse en victoria.
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