Texto: NIVIO LÓPEZ PELLÓN – Fotos: AMADOR VALES (1955)
Desde un punto de vista geológico contamos con un mapa hidrológico que señala los mantos de agua pero carecemos de estudios precisos sobre profundidades y calidades de cada palmo de tierra con excepción de la provincia de La Habana ha existido en agricultura una Comisión o Dirección de Riego pero ha estado a capricho de los distintos gobiernos suprimiéndolas unas veces restaurando la otras.
Se empezó el aforo de algunos ríos en otros tiempos pero no se siguió; hay una alarmante despoblación forestal que impide el aprovechamiento del escurrimiento del agua pluvial en el subsuelo faltan cosas tan elementales como un censo de pozos para poder dictar resoluciones atinadas.
Son contados los embalses y las presas que se han hecho para retener el agua de los ríos en tiempos de sequía y en medio de toda esta desorganización del agua de sus ríos, nos hemos lanzado a multiplicar pozos y bombear agua sin medida para las nuevas regiones, para los nuevos renglones de la economía agraria produciéndose ya efectos como el siguiente: lugares hay en el sur de Pinar del Río donde la salinidad ha llegado hasta más de 2000 partes por millón (sepa el lector que el agua hasta 200 partes por millón es potable y que el arroz resiste hasta 700 partes por
millón calcule, pues, la diferencia)
En muchos países se logra un buen caudal de agua en los ríos en tiempo de sequía bien por el deshielo de la nieve de las montañas bien por la cantidad de sus bosques que impiden la pérdida del agua pluvial sobre la superficie
terrestre; en Cuba carecemos de estas dos cosas, y debemos por lo tanto, además de una política de siembra de árboles en las márgenes y cuencas de los ríos, proceder a la construcción de embalses si no de almacenamiento, imposibles en unos casos y costosos en otros, al menos de derivación, esto es, presas en terrenos permeables para obligar a las aguas a escurrirse por el subsuelo, nutriendo ríos y pozos.
NOTAS PARA UNA
ECONOMÍA CUBANA
La única zona de riego que se explota en Cuba con carácter comunal es la desarrollada en el valle de San Julián de los Güines, en la provincia de La Habana. Esta explotación comunal viene desde el siglo 18. Se riegan más de 700 caballerías. (Data del año 1708).
El lugar donde más llueve en Cuba es en Baracoa, que llega como promedio hasta 70 pulgadas al año, y el lugar donde menos, al oeste de Gibara, que no pasa de 25 pulgadas. EI promedio general de Cuba es de 50 a 54 pulgadas anuales.
La Ley de Agua vigente en Cuba, data del año 1879. Nuestra actual economía arrocera y la pretendida diversificación agrícola requieren modificaciones y adiciones a la referida Ley.
No hay ningún Registro o Censo de Pozos en Cuba, y es necesario tenerlo para que no se abran pozos sin necesidad y para que no se extraiga de los mismos más cantidad de agua de la debida, pues corre peligro de salinidad una zona cultivada.
La preocupación de nuestros gobiernos por la riqueza de nuestras aguas en beneficio de la economía agraria, ha sido un continuo zig-zag: se han discontinuado varias veces empeños bien orientados en un principio, y por lo general no se ha pasado de los proyectos a la realidad.
Hay una veintena de ríos estudiados, y un mapa hidrológico perfecto de La Habana. Hay una presa, de 16 Kilómetros, en el río Buey, falta aun de las compuertas.
La mayor parte de los pocos embalses que existen en Cuba, han sido hechos con fines de construcción de acueductos (Charco Mono, Cacoyugüín, Camagüey, Santa Clara, etc.). Hay también algunos embalses para energía Hidroeléctrica en Guaso, Arimao, Mataguá (Cienfuegos), Sagua. Baracoa, S. Vicente (Pinar del Rio), Río Hondo, etc.
Para riego de la caña se han abierto pozos en los centrales Morón, Violeta. Baraguá, Cunagua, Stewart, Jaronú, Patria, Adelaida, etcétera.
Junto al central Estrella hay un gran embalse, que parece un lago. El primer riego de la caña, en escala comercial, fue hecho en el central Constancia.
En La Habana, en el central Gómez Mena, hay riego de más de 15 colonias en forma de cooperativa. Esto es a grandes trazos, lo poco que de embalses y pozos se ha registrado en la iniciativa cubana.
Al venir ahora en nuestros tiempos la «fiebre” de la siembra de arroz, los pozos se han multiplicado por centenares en las zonas arroceras, y se ha extraído más agua de la debida. Tenemos pues una economía agrícola cubana que en tiempo de sequía carece de agua por falta de presas, embalses y por la misma despoblación forestal, y que hoy, al diversificar sus cultivos y carecer de una legislación y regulación de pozos, siente ya los efectos de la salinidad.
Por primera vez se contempla un plan de reforestación de unos cien kilómetros cuadrados, a cubrir en dos periodos de diez años, para el mejor establecimiento de la central hidroeléctrica de los ríos Hanabanilla, Negro y Guanayara, ordenándose por el BANFAIC la siembra de 12 millones de árboles, dándose así valor al árbol con vistas a la conservación de las aguas en los subsuelos.
APROVECHAMIENTO DE
NUESTROS PRINCIPALES RÍOS
Cuyaguateje: aprovechable en verano, 8.40 metros cúbicos por segundo; en invierno, 06. Tipo de aprovechamiento: por presa.
Río Hondo: aprovechable en verano, 13.5; en invierno, 1-5. Tipo de aprovechamiento: por almacenaje y por presa.
San Diego: 3.6 metros cúbicos por segundo en verano, y 1.1 en invierno. Puede aprovecharse por presa.
Los Palacios: en verano 3.45 metros; en invierno: 2,38. Por presa y por almacenaje puede aprovecharse.
Bacunagua: 3.0 2 en verano, y 0.32 en invierno. Se aprovecha con presa.
San Cristóbal: 2.77 en verano y 0.32 en invierno. Se puede aprovechar por presa.
Sagua la Grande: es aprovechable en verano en 36 metros cúbicos por segundo, y en invierno, en 5-05. Puede hacerse almacenaje de aguas.
Sagua la Chica: 10.6 metros cúbicos por segundo en verano, y 2.78 en invierno. Sólo puede aprovecharse con presa.
Caunao: en verano 2 metros, en invierno 0.20. Sólo es aprovechable por presa.
Zaza: de 16 metros cúbicos en verano y de 2.63 en invierno. Además de presa, puede aprovecharse con almacenaje.
Jatibonico del Norte y Jatibonico del Sur: en verano, 4.65 metros cúbicos y 9.10, respectivamente; en invierno: 0.77 y 1.49. En el primero de ellos se puede hacer almacenaje, en el segundo, no.
Arimao: mientras en verano tiene 10 metros cúbicos por segundo, en invierno tiene 1-1. No puede llevar almacenaje, presa sí.
Máximo: mientras en verano lleva 5-22 metros cúbicos de agua por segundo, en invierno no pasa de 0.89. No puede llevar almacenaje, presa sí.
Yara: 4.15 en verano, 0.89 en invierno. Se puede hacer embalse de almacenaje.
Buey: 8.3 en verano y 1.85 en invierno. Sólo es aprovechable por presa.
Bayamo: 3.9 en verano y 2 en invierno. Puede tener embalse de almacenaje.
Contramaestre: mientras en verano tiene 9.3, en invierno: 4.9. Puede llevar un embalse de almacenaje.
Cauto: 37.7 metros cúbicos por segundo en verano, y 7.09 en invierno. Su embalse sólo es posible por presa.
Toa: 25 metros cúbicos por segundo en verano, y 6.65 en invierno.
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