Por primera vez salió a flote una historia inédita acerca de la decisión tan infame que tuvo el “Che” Guevara ante la imagen de la Virgen María en la población cubana de Santa Clara donde mandó a retirar de allí la figura de esta santa ante el asombro de propios y extraños.
En su publicitado libro “En olor de lluvia” José Albertini dijo que esta novela se inspiró en un hecho que sucedió en la población cubana de Santa Clara, en 1962, cuando Ernesto “Che” Guevara era ministro de industria y construía algo allí frente a los terrenos del antiguo aeropuerto.
“Era un aeropuerto nacional local y aterrizaban, inclusive, únicamente aviones del tipo DC3 cuando se empezaron los trabajos de construcción de la industria de auxilios domésticos en las afueras de la ciudad y estaba allí, precisamente, la imagen de la Inmaculada Concepción de la Virgen María”, dijo.
“Esto disgustó al hombre de Fidel, quien diariamente visitaba la construcción de dicha industria de auxilios domésticos, procediendo a remover una noche la imagen de la virgen cuando le cayó allí el pueblo, pese a que en aquella época había una tremenda represión brutal “, insistió.
“Esto, lógicamente, porque la guerrilla del Escambray estaba fuerte con un apoyo del clandestinaje y, hacía pocos días, había pasado la fallida operación de Bahía de Cochinos, cuando los hombres de la Brigada 2506 trataron de recuperar la libertad para la isla”, añadió Albertini.
“Eso fue por la Ciénaga de Zapata, en la parte de las Villas, ya que allí era muy grande la represión y tanto la iglesia como la población cayó porque tenían mucho miedo de la arremetida de las fuerzas de Castro, cuando buscaban por todos lados a contra revolucionarios”, insistió.
“Después de mucho tiempo, en 1987, cuando un tractorista que operaba un bulldozer para desecar unos pantanos en las afueras de Santa Clara se topó con algo (era la imagen de la virgen) la población corrió, pero llegó el gobierno y la secuestró”, añadió el escritor.
“Pero, por presiones de la iglesia y de la población devolvieron la imagen que estaba muy golpeada y le faltaban muchos pedazos, como la nariz y tenía mucho moho, sin embargo la curia determinó que no se iba a reconstruir y la dejaron limpiar, pero con algunas golpeaduras que tenía”, sostuvo.
“Fue algo que ocurrió en aquella época oscura que se había vivido en Santa Clara y que fue como una historia de lo que había pasado, tras la llegada de la revolución comunista que comenzó a arrasar y a perseguir a cuanto cubano que disentía del régimen”, precisó.
“Luego, colocaron la imagen de la Virgen María en la que hoy es la Catedral de Santa Clara, aunque desconozco la razón, de por qué no la habían puesto allí antes”, insistió Albertini en su famosa y apasionante novela.
“Por todo eso que ocurrió fue que me inspiré haciendo un relato de ciencia ficción de aquella realidad donde al descubrir esa imagen, pues la población cansada de tantos futuros, que fueron utópicos, los heredó del siglo XX”, reiteró.
“Más o menos una situación parecida a lo que ahora está haciendo Rusia en Ucrania, arrasando todo lo que encuentra a su paso, sin importar la vida de ancianos, mujeres y niños, que mueren aplastados por las máquinas de guerra modernas”, aseguró.
“La población decide volver al pasado porque, de hecho, no había temores ni angustias y tampoco existía la muerte y eso, a la larga, también me sirvió para escoger aquellos momentos en que se tejió esa magnífica historia de amor que queda inconclusa con la irrupción de un futuro forzado en Santa Clara”, enfatizó.
“Pero como todo lo inconcluso, tiene que tener una conclusión, tarde o temprano y ese amor tiene una conclusión”, sintetizó Albertini, cuya obra se ha vendido muy bien en todas las librerías y lugares de venta de libros en Miami, concluyó.
“En eso se basa mi novela. Un realismo lírico y mágico latinoamericano”, añadió luego de presentar su obra con gran público presente en la Biblioteca del Condado de la avenida 97 con la calle 24 del South West, donde tuvo el respaldo el Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio.
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