Una serie de protestas se han registrado en los últimos días frente al consulado de Nicaragua en Miami debido a “la doble moral” de algunos ciudadanos de este país que valiéndose de la residencia o la ciudadanía insisten en regresar a su patria sabiendo que allí manda un dictador.
EN EL CONSULADO
Se han visto largas filas de ciudadanos nicaragüenses en esta sede diplomática tramitando los respectivos documentos que les permitan durante un largo tiempo volver a Nicaragua y, luego, regresar a los Estados Unidos como “si nada hubiera pasado”.
“Esto es inaudito porque, de paso, le están dejando dólares al gobierno de Ortega y admitiendo asimismo que quieren también congraciarse con este régimen dictatorial que les ha asesinado a sus familias y, además, les ha violado sus derechos más elementales” dijo la periodista Dina Díaz.
“Mientras que ese régimen este allí en el poder ningún ciudadano nicaragüense, residente en los Estados Unidos, debe volver porque sería una vergüenza política ya que allí viven sus familias las cuales han sido golpeadas y arrestadas por la dictadura de Ortega”, insistió la periodista nicaragüense.
HABLAN NICARAGÜENSES
Arturo Gómez Castaño, quien se nacionalizó ciudadano americano, advirtió que “desde que adopté este nuevo estatus migratorio nunca he tenido las intenciones de volver a mi país porque allí los que mandan son los comunistas”.
Renata Martínez Balvuena, de Managua, reiteró que ya lleva en Estados Unidos viviendo 15 años, luego de recibir el TPS, pero nunca ha pensado en volver a Nicaragua, pese a que allí aún vive su familia, como son sus padres y hermanos.
“Ese país se volvió un infierno, igual que Cuba, donde la persona que proteste o hable mal de ese gobierno, inmediatamente, es arrestada y enjuiciada”, resaltó Renata, cuyo hermano Alfredo está pagando 10 años de prisión, tras verse envuelto en una serie de protestas callejeras contra Ortega.
Olga Behar Perdomo, de Masaya, actualmente está mandando un dinero a Nicaragua, para pagar un abogado, ya que sus cuatro hermanos están encausados por el gobierno de Ortega, luego de ser retenidos en un retén cuando viajaban en familia a Managua.
“Mis hermanos Jaime, Orlando, Pedro y Arturo, fueron acusados infamemente por esa dictadura de apoyar a supuestos grupos opositores, por el simple hecho de que eran compañeros de algunos jóvenes universitarios, que fueron arrestados hace años en protestas callejeras”, denunció Olga.
“La mayoría de las familias que viajan a Nicaragua, lo hacen sirviendo como “mulas”, es decir, llevando dinero y remesas”, insistió Olga, quien tiene conocimiento de estas personas que hacen cuatro o cinco viajes al mes y viven en Miami.
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