El dolor de cabeza para la familia Sánchez comenzó hace siete días atrás cuando tuvieron que conseguir un centro para hacerse la prueba para detectar la ómicron tanto para un hijo como para una madre, pero sin resultado ninguno en el área de Miami.
La odisea se inició cuando la señora Tatiana, en un fin de semana, tuvo que ir de la mano de su esposo José Manuel a una farmacia o un centro de pruebas para buscar el respectivo certificado que le permitiese a su hijo Pablo André poder entrar a estudiar a la escuela pública.
“Nos despertamos bien temprano el viernes y, luego de recorrer buena parte de Miami, al final nos dimos por derrotados, porque en ninguna parte nos quisieron atender, ya fuese porque no había voluntarios para hacer la prueba o, en otro caso, estaban cerrados dichos lugares”, dijo Tatiana.
“Lo más increíbles fue que en la mayoría de las farmacias nos argumentaron que en esos momentos y en ese día no estaban atendiendo para hacerse la prueba porque no había personal capacitado para ello”, insistió la señora Sánchez.
“Y en el Tropical Park, el suplicio era tenaz, porque había una enorme fila y, la mayoría de las personas, inclusive se disputaba con violencia el puesto en medio de un clima que la policía trataba de aplacar, ya fuera de día o de noche”, reiteró.
“Al final, no pudimos allí hacernos la prueba, porque yo también soy maestra y necesitaba llegar a mi lugar de trabajo con dicho resultado, así fuese negativo o positivo”, agregó Tatiana, quien se dolió que tuviese que someter a su hijo de apenas 5 años a tan dura odisea humana.
“Y la mayoría de la gente que estaba allí se quejaba de que otras personas se hicieron la prueba y, pasaron los días y los días, sin que recibiesen resultado alguno” afirmó Tatiana, quien finalmente acudió al centro de pruebas del Consulado de Colombia en Coral Gables.
“Estas campañas están mal programadas y dirigidas. Porque algunos centros callejeros resultaron ilegales ya que solo buscaban usufructuarse del momento. En el caso de las farmacias, la mayoría, solo atendían con cita previa. Esto es el colmo”, aseguró.
“Mis abuelas y demás familiares, que se hicieron la prueba en centros callejeros, ninguna de ellas ha recibido el resultado. Entramos a la internet y, la mayoría, resultaron ser empresas fantasmas que estaban buscando o consiguiendo los datos de pacientes, o dinero, aprovechando el momento”, sostuvo.
Tatiana quizás lo que más criticó fue el hecho de que los resultados de las pruebas, previstos para las 24 o 48 horas, nunca han llegado a manos de los interesados, preferencialmente, aquellas que hacen entidades supuestamente médicas apostadas en las calles de Miami.
Genaro y su hija Claudia, revelaron que se realizaron la prueba en una entidad que estaba apostada a la altura de la avenida 84 y la calle 40 del South West de Miami, pero los resultados nunca les llegaron y les tocó repetirla en el Tropical Park.
Orlando y Patricia, asimismo, están preocupados porque, al parecer, la prueba que se hicieron con una entidad nada conocida en los medios médicos de Miami, seguramente la utilizaron para robarles sus datos de identidad ya que los obligaron a entregarles una fotocopia de su licencia de conducir.
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