Los contratos que deciden nuestro destino

Written by Libre Online

23 de junio de 2021

Por Isabel Martínez Pita.

Fernando Díez Ruiz es doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, y licenciado en Psicología y Pedagogía por la Universidad de Deusto, además de divulgador de temas científicos. En la actualidad se encuentra desarrollando un estudio que atañe a la relación sicológica que se establece con la pareja o con la empresa en las relaciones laborales, y explica a Efe sus conclusiones. 

 “El contrato sicológico es el más importante de todos los que podamos firmar en nuestra vida, por varios motivos, uno de ellos es que no viene escrito, en él no podemos ver qué se nos exige y qué es lo que debemos hacer, sin embargo, este contrato está basado en expectativas sobre lo que yo espero de alguien y lo que alguien espera de mí”, indica Díez.

“Pero, al no estar escrito, a veces, es difícil saber cuándo se defrauda a alguien, por ejemplo, en la relación de pareja”, indica Díez, quien añade: “el contrato sicológico se produce cuando dos personas se enamoran y se comprometen y, en la medida que no se cumple lo que yo espero de esa persona y lo que ella espera de mí, antes de llegar a la ruptura real ya hay una ruptura sicológica por nuestra parte”.

VIVIR JUNTOS, PERO INDEPENDIENTES

Según Díez Ruiz, los dos contratos te atan en una pareja, uno desde el punto de vista jurídico y el otro desde el punto de vista de estar comprometido hacia otra persona.

“Una pareja puede mantener un contrato escrito, pero encontrarse distanciado el uno del otro, es decir, vivir juntos, pero hacer una vida independiente, entonces puedes no romper el contrato escrito porque te trae problemas, pero el contrato sicológico es más importante cuando ya hay una ruptura de compromiso y, a veces, una de las partes no es consciente de ello”.

Para el especialista los contratos sicológicos tienen tres fases, la primera es la creación del contrato que se produce cuando ya directamente te implicas y tienes una generación de expectativas respecto a alguien y ese alguien respecto a ti”.

Después llega “el momento de la realidad, que es el mantenimiento del contrato sicológico y es aquí cuando muchas parejas sufren el desgaste del día a día. Se produce cuando uno de los dos hace algo que no gusta al otro o se comporta de una manera que no esperaba. Esas situaciones van deteriorando ese compromiso”, afirma el psicólogo.

ESPERANZAS Y EXPECTATIVAS

En la parte del mantenimiento, donde  la experiencia entre ambas partes produce interacciones complejas, “a veces surgen discrepancias o problemas  y cada una de esas pequeñas interacciones cambian las esperanzas y expectativas de las dos partes. Entonces se alteran  las condiciones iniciales que se tenían y se activa un proceso de retroalimentación en el que tiene que haber necesariamente una renegociación  continua, es decir, estamos continuamente cediendo y concediendo”, dice Díez Ruiz.

CONSEJOS PARA LA SALUD PSICOLÓGICA

El primer consejo que ofrece Díez Ruiz para no llegar a las situaciones más dramáticas es “que las expectativas no tienen que ser desbordantes, es decir, uno no tiene que ser ingenuo respecto a la otra persona ni respecto a la empresa en la que va a trabajar”.

“Tenemos que tener un cierto margen de negociación respecto a lo que nos podemos encontrar. Hay que ser realistas, porque si, en la relación personal, uno está pensando en una relación idílica, tiene que saber que la otra persona es un ser humano como nosotros, con sus errores y sus aciertos, por lo que hay que tener cierta flexibilidad y tolerancia para poderse amoldar, intentar buscar ese equilibrio, esa zona en la que nos sintamos cómodos”, concluye Fernando Díez Ruíz.

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