No hay otro futuro posible para Cuba que ser libre nuevamente. La farsa “revolucionaria” terminó el 11 de Julio pasado, con los cubanos de la isla pidiendo Libertad, con mayúsculas. Las “viudas” de Fidel Castro lo que ofrecen como futuro, es continuar su “guerrita” particular contra los Estados Unidos de América –el único “logro” tangible de la fallecida y pestilente “revolución cubana”– logro que a ningún cubano le interesa, fuera de la cúpula dictatorial.
Una “revolución” que ofreció “villas y castillas” y que después de 63 años de engaños y mentiras, de miles de fusilados y cientos de miles de presos políticos, lo que nos presenta es hambre, desesperanza y desarraigo de lo mejor de la juventud cubana: ¡una vergüenza!
El único y esperpéntico argumento “teórico” de la pandilla que comanda la tal “revolución” para mantenerse en el poder a sangre y fuego, es “evitar el regreso de capitalismo explotador” y para eso, han inventado un “tinglado” nacional de pagarle a los cubanos en pesos y venderles lo que necesitan en dólares. Algo que ni el peor de los capitalismos explotadores se ha atrevido hacer.
No hay razones políticas, económicas y muchos menos morales, para continuar con el desenfrenado mecanismo “revolucionario” de sacrificar a los cubanos dentro de Cuba, solamente para que los hijo(a)s de Raúl Castro se adueñen de las casas de los exiliados, para que disfruten de vacaciones en el exterior –como hijos de reyes– para que manejen Mercedes mientras los cubanos carecen de ómnibus. No hay razón ninguna y por eso ¡tienen que irse!
La sobrevivencia del régimen dictatorial cubano ya no depende solamente de las ideologías comunista o capitalista. Otras fuerzas internacionales se aprovechan de la opresión que la “revolución” tiene contra los cubanos, y amenaza con exportar su sistema a otros países de América Latina –negocio rentable y en expansión, como lo demuestran las victorias izquierdistas en Perú, Honduras, Chile y con peligros para extenderse a Colombia y Brasil– lo que significa una sobrevida para la explotación comunista contra los cubanos de la isla.
La demostrada disposición de pueblo de la isla para enfrentar las injusticias “revolucionarias”, la división interna al seno de la dictadura y la presión externa del exilio militante, harán flaquear los despropósitos explotadores de los comunistas casstristas para, más temprano que tarde, tener esa Cuba Libre que todos los cubanos merecemos y que ahora el castrismo limita.
Jorge Hernández Fonseca
Miami, Fl.
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