Un mundo a dos velocidades busca reforzar su ambición climática para 2050

Written by Libre Online

14 de mayo de 2021

Madrid, 13 may (EFE).- (Imagen: Á. Padilla/ C. Sacrest/ M. Alonso/ M. Rodríguez/ J. Centeno)  La lucha mundial contra el cambio climático se desarrolla en un escenario de dos velocidades, en el que países como Alemania apuestan por políticas más agresivas y ambiciosas, mientras que otros, como China, adoptan posturas restrictivas, con objetivos cortos de reducción de emisiones.

La lucha mundial contra el cambio climático se desarrolla en un escenario de dos velocidades, en el que países como Alemania apuestan por políticas más agresivas y ambiciosas, mientras que otros, como China adoptan posturas restrictivas, con objetivos cortos de reducción de emisiones.
 
En el continente europeo, la búsqueda de estrategias políticas y energéticas para elevar la ambición climática sigue las directrices dictadas por la Unión Europea (UE) encaminada a convertirse en 2050 en la primera potencia climáticamente neutral del mundo.
 
Algunos Estados como Alemania se sitúan ya en la parrilla de salida de los países más adelantados en políticas climáticas, al disponer de suficientes herramientas para recortar sus emisiones para 2030 en un 65 % respecto a 1990 y alcanzar la neutralidad climática para 2045, cinco años antes del compromiso comunitario.
 
El Reino Unido -anfitrión de la próxima Cumbre del Clima (COP26) de finales de año en la ciudad de Glasgow- anunció meses atrás que acelerará la reducción de las emisiones de dióxido de carbono en un 78 % en 2035 -frente a los niveles de 1990- a fin de contribuir a erradicar los impactos climáticos, un nuevo objetivo que convertirá en legislación.
 
Italia quiere reducir las emisiones de carbono del país en un 60 % para 2030 además de revisar su sistema de subastas de plantas de energía renovable para seguir el ritmo de otros estados del entorno, como España.
 
En Francia existe un proyecto de ley, la llamada Ley del Clima, aprobado a principios de mayo en la Asamblea Nacional, que prevé la prohibición de las conexiones aéreas domésticas -si hay una conexión en tren de menos de dos horas y media- así como la publicidad de los combustibles fósiles, la construcción de nuevos aeropuertos y el uso de calefacciones en las terrazas de restaurantes y cafeterías a partir de 2022.
 
Fuera del continente europeo, China, uno de los países más contaminantes del mundo, con el 27 % de las emisiones mundiales en 2019, fortalecerá sus acciones en el Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Acuerdo de París, y espera que el consumo de energía por unidad del PIB se reduzca un 13,5 % hasta 2025.
Asimismo, las autoridades chinas han endurecido el control de las emisiones de vehículos y castigado a empresas que no cumplen con los requisitos de reducción o que falsifican sus registros.

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