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Londres (Reino Unido), 19 oct (EFE).- El Gobierno británico anunció este martes su estrategia para alcanzar las cero emisiones netas de dióxido de carbono en 2050, para lo que planea apoyar la compra de coches eléctricos, plantar más árboles y subvencionar calderas eléctricas en los hogares que sustituyan las de gas.

El Gobierno británico ha dado a conocer este martes su estrategia para alcanzar las cero emisiones netas de dióxido de carbono en 2050. Para ello planea apoyar la compra de coches eléctricos, plantar más árboles y subvencionar calderas eléctricas en los hogares que sustituyan las de gas.
 
El secretario de Energía ha asegurado que se trata solo de una «transición medioambiental» sino también «industrial». El plan gubernamental, que la oposición y las ONG medioambientales consideran insuficiente, creará 440.000 empleos verdes y generará una inversión del sector privado de 107.000 millones de euros para 2030.
 
La estrategia, desvelada antes de que el 31 de octubre empiece en Escocia la cumbre del clima COP26, cuenta con medidas como la destinación por parte del Estado de 735 millones de euros para financiar vehículos eléctricos y puntos de carga, con 415 millones de euros más para que el sector de la automoción, que estará obligado a producir cierta cantidad de coches «limpios» por año, convierta en eléctrica su cadena de suministro.
 
También ofrecerá al sector de la aviación 213 millones de euros para el desarrollo de plantas de producción de combustible sostenible, con la meta de que al menos un 10 % sea de ese tipo para 2030.
 
Por su parte los ecologistas han lamentado la ausencia de medidas para reducir el transporte aéreo.
 
El Gobierno incrementa también la financiación para nuevas tecnologías verdes y para el Fondo de Naturaleza y Clima para triplicar los bosques para 2050. Muchos activistas esperan ver medidas para reducir el consumo de carne.
 
El Ejecutivo ha anunciado además el objetivo de descarbonizar la calefacción y los edificios, lo que incluye 533 millones de euros en subvenciones a los hogares a partir de abril para que sustituyan los calentadores de gas por bombas eléctricas.
 
Los ecologistas y la oposición han señalado que esta contribución, que equivale a 5.931 euros por hogar, es insuficiente para incentivar el cambio, debido al alto precio de las calderas eléctricas.
 
Por su parte Greenpeace ha criticado que el Gobierno no haya «prohibido totalmente los calentadores de gas» para 2035, aunque expresan que aspira a que «no se vendan».