De entrada, siento cierta dificultad al empezar esta descarga. Quiero explicar que los seres humanos, digo mejor el hombre, que es el ser humano que mejor conozco. El hombre, tiene unas urgencias que llamamos también instintos.
Bueno, estos otros animales irracionales que ya mencioné, el caballo, el perro y el gato, también tienen instintos.
Estos animales que menciono, han vivido muy cerca de nosotros, desde hace muchos siglos.
El caballo, desde hace unos años ya casi no nos acompaña. Pero el perro y el gato, todavía hoy duermen, a veces, en nuestra propia cama.
Estos animales, tienen como nosotros instintos. Pero no tienen como yo hombre tengo, frenos para estos instintos, es decir razón.
Y por eso llamamos a estos amigos animales irracionales. El hombre tiene la razón. Esto hace muy superior al hombre sobre los otros animales.
Me gustaría poner un ejemplo de esas urgencias y esos frenos. Y espero que nadie se ofenda. Es el caso de la obesidad.
No siempre la obesidad proviene del exceso de comida. Hay también ciertas otras causas. Siempre muy raras causas.
Así que la más frecuente causa de la obesidad es el exceso de la ingesta.
Como mucha otra gente, yo también tengo buen apetito. Pero mucho me cuido de no seguir comiendo después que ya he calculado que comí lo suficiente. Otros siguen y luego lamentan las consecuencias.
Si yo también, como otros sigo la fiesta. También yo terminaría con mi barriga inflada y todas esas otras malas consecuencias derivadas del Vicio de comer más de la cuenta.
Así que por eso, yo que soy un animal racional, o mejor dicho un ser humano provisto de razón y de otras cosas todavía mas importantes, como “Hijo del Dios Altísimo” y «creado a su imagen y semejanza».
Yo paro de seguir comiendo. Y me celebro la disciplina.
José Tiberio Castellanos
Miami, Fl.
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