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Arles (Francia), 25 jun (EFE).- (Imagen: Rafael Cañas) La nueva obra de Frank Gehry, una torre de formas geométricas irregulares y metal brillante, domina ya el paisaje de Arlés, como un faro para el mundo del arte, de estética moderna pero suavizada por la influencia de la arquitectura romana de esta ciudad francesa.

La nueva obra de Frank Gehry, una torre de formas geométricas irregulares y metal brillante, domina ya el paisaje de Arlés EN fRANCIA, como un faro para el mundo del arte.
 
El edificio de estética moderna pero suavizada por la influencia de la arquitectura romana corona un gran proyecto de la Fundación LUMA de la promoción del arte para crear un campus donde artistas de todas las disciplinas puedan concebir, desarrollar y exponer proyectos.
 
DURANTE LA PRESENTACIÓN DEL EDIFICIO Gehry destacó que se trata de su primer edificio romano e insistió en su interés en no construir «un edificio modernista frío», sino algo «abierto y acogedor».
 
La torre, con 11.000 paneles metálicos y el indudable sello de su autor, corona un tambor cilíndrico cubierto de cristal, que evoca  al espectacular anfiteatro romano situado muy cerca.
 
Los paneles de metal tienen un punto de «suavidad» y su tamaño es similar a las piedras de sillería usadas por los romanos y en el arte románico.
 
Preguntado sobre si espera para Arlés un «efecto Bilbao», en relación a la fama que ganó esa ciudad española tras la apertura en 1997 de una sede del Museo Guggenheim firmada por él, Gehry recordó esa experiencia como una «implicación con la comunidad y la población del País Vasco».