La Habana, (EFE).- El derrumbe de un edificio multifamiliar -y la muerte, hasta el momento, de tres personas- ha vuelto a poner el foco sobre el estado de las infraestructuras en el centro histórico de La Habana.

En el bloque de viviendas residían 13 familias, con un total de 54 personas.

El saldo de víctimas es de dos bomberos y un residente de 79 años que se había reportado desaparecido bajo los escombros.

Los uniformados que perdieron la vida son Luis Alejandro Llerena, un joven bombero de 23 años, activo desde 2022, y Yoandra Suárez, de 40 años y 11 de experiencia.

Operativo complejo

El área del suceso se encontraba acordonada y llena de policías, bomberos, ambulancias y maquinaria pesada para ir retirando kilos y kilos de cascotes. En las calles aledañas, algunos habaneros se aproximaron para recibir alguna noticia de sus vecinos.

Infraestructuras 

deficientes

El derrumbe parcial o total de los edificios antiguos del centro de la capital cubana -sobre todo después de la lluvia- no es una novedad.

Muchas construcciones multifamiliares en La Habana Vieja se encuentran muy deterioradas o al borde del colapso desde hace años.

“Algunos balcones (del edificio colapsado) estaban sellados. Yo he entrado ahí porque la dulcera a la que le compro los cakes (tartas) a los niños del cumpleaños, vive en el tercer piso, y ese edificio estaba apuntalado con madera”, contó Tamara Delgado, de 49 años y vecina del barrio.

El problema de la vivienda

La situación de la vivienda es uno de los principales problemas socioeconómicos de Cuba, particularmente en La Habana, la provincia más poblada con 2,1 millones de habitantes.

Cuba, un país de unos 11 millones de habitantes, cuenta con más de 3,9 millones de viviendas de las que el 37% se encuentran en regular y mal estado técnico, de acuerdo con cifras de 2021 de la Dirección General de la Vivienda. Según cifras del castrismo, el país necesita alrededor de un 20% más de viviendas de las que tiene construidas en la actualidad y acumula un déficit de en torno a 800.000 casas.

El parque inmobiliario del país se encuentra deteriorado por la escasez de materiales y la falta de mantenimiento, frutos ambos de la crisis económica que arrastra el país y el azote de desastres naturales como huracanes.