Por María C. Rodríguez

Adonis, el más hermoso

Aquel joven hermoso, muy bello. Quien no le habrá dicho a alguien o habrá escuchado alguna vez decir a otro, frente a un joven ciertamente apuesto: “pero es un auténtico Adonis”.

En el idioma español el término de Adonis se utiliza justamente para referirse a aquel joven hermoso, muy bello, y esa característica de fantástica belleza era la que se le atribuía al popular dios griego Adonis, por caso, es que su nombre luego se utilizó para referirse a aquellos hombres bien bellos.

El mito griego dice Adonis nació de un incesto que involucró a padre e hija y que resultó ser extremadamente hermoso, al punto que la diosa del amor Afrodita caería perdidamente enamorada de él. En realidad, habría sido la propia Afrodita quien instigó el incesto y para ello creó todo un plan en el cual el padre, Ciniras, fue engañado por su hija Mirra y por Afrodita. Cuando Ciniras lo descubre todo entra en cólera y persigue a su hija, quien será convertida en árbol de Mirra por Afrodita y Adonis nace.

Al verlo tan hermoso a Adonis, Afrodita, lo guardó en un cofre y se lo dio a Perséfone para que cuide de él. Pero, Perséfone, también quedaría fascinada con la belleza de Adonis y no quiso devolvérselo a Afrodita, hecho que generó una fuerte disputa entre ambas.

Zeus tuvo que interceder y tomó una decisión salomónica, que Adonis pasase unos meses con Afrodita y otra misma cantidad con Perséfone, de todas maneras, Adonis siempre prefirió la compañía de Afrodita.

El desenlace de Adonis fue trágico, ya que fue asesinado por un jabalí, algunos dicen que era un amante celoso de Afrodita que se transformó en el animal y otros que en realidad Artemisa mandó a matarlo por una disputa que mantenía con Afrodita.

En realidad, la figura de Adonis y su historia eran originarias de la cultura fenicia desde donde se extendería al resto de las regiones del Mediterráneo, y por supuesto con algunas variantes.