Sao Paulo, 6 abr (EFE).- El Gobierno de Brasil expresó este miércoles su «gran consternación» tras recibir las «noticias e imágenes» de las matanzas de civiles cometida en la localidad ucraniana de Bucha, que fueron atribuidas a las tropas rusas antes de su retirada de esa población de la región de la capital Kiev.
En un comunicado, la Cancillería del país suramericano manifestó también su «solidaridad» a las familias de las víctimas y a «todo el pueblo ucraniano» e hizo un llamamiento para que sean respetados los derechos de los civiles de esa nación y el Derecho Internacional Humanitario.
«El Gobierno brasileño recibió, con gran consternación, las noticias e imágenes de violencia contra civiles y de elevado número de muertos, mucho de los cuales con señales de tortura y malos tratos, en la localidad de Bucha, en Ucrania», destacó.
En la nota, el Ministerio de Relaciones Exteriores recordó que Brasil defendió ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas la realización de una investigación «completa e independiente de cualquier alegadas violaciones, a fin de que sean verificadas (posibles) responsabilidades».
Asimismo, como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, el país suramericano indicó que permanece «plenamente comprometido» en las discusiones internacionales visando el «inmediato cese de las hostilidades».
Defendió también el fomento al «diálogo conducente a una solución pacífica y duradera, en consonancia con la tradición diplomática brasileña, la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional».
En los últimas días, las autoridades ucranianas han denunciado el hallazgo de más de 400 cadáveres en las calles de Bucha, localidad controlada durante varias semanas por las tropas rusas.
Este miércoles, la asesora especial de la ONU para la Prevención del Genocidio, Alice Wairimu Nderitu, afirmó que ve «señales muy serias» de posibles «crímenes de guerra» en esta localidad, cuyas matanzas el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, abogó por llevar a «la Justicia internacional».